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El peor Barça anima la Liga

Los azulgrana conceden un empate en Las Palmas en un partido protagonizado por el árbitro y su ventaja se reduce a cinco puntos en vigilias de la visita del Atlético

Messi pelea por el balón ante el jugador Ximo Navarro. En vídeo, declaraciones de Ernesto Valverde, entrenador del FC Barcelona.Foto: atlas | Vídeo: SANTIAGO FERRERO
Ramon Besa

Al Barça se le escapó un partido aparentemente sencillo, demasiado confiado y ensimismado en Messi, y concedió dos puntos que le ponen relativamente a tiro del Atlético. La ventaja azulgrana queda reducida de once a cinco puntos cuando los rojiblancos visitan precisamente el domingo el Camp Nou. El Barça se despistó en mal momento porque el Atlético de Griezmann viaja lanzado en la Liga. Al líder le faltó autoridad y jerarquía, también fútbol, incapaz, cuando el partido giraba a favor, de marcar las diferencias que le pusieran a salvo de cualquier accidente o decisión arbitral, como sucedió con Mateu Lahoz, quien perdonó la expulsión de Chichizola y pitó un penalti que nadie advirtió a favor del Las Palmas. El liderato, y el cartel de favorito, exigían una defensa mucho más rigurosa y menos cómoda de la mostrada por los distintos estamentos del Barcelona.

Muy pocas veces una alineación había causado tanta controversia como la que presentó Valverde. No jugaban Dembélé ni Coutinho, los dos fichajes más caros del club, y en cambio formaban Paulinho y Aleix Vidal, quien pudo salir en el mercado de invierno, tentado por el Sevilla. También descansaban Piqué y Rakitic, así como el sancionado Alba, y por el contrario en el equipo titular figuraban sorprendentemente Luis Suárez y también Messi, la pareja que acostumbra a resolver los partidos fáciles y difíciles y convierte en cháchara las rotaciones del entrenador del Barcelona.

El uruguayo fracasó contra el Girona en su intento de que el árbitro le amonestara para cumplir sanción contra Las Palmas y recibir limpio de tarjetas al Atlético. La amenaza de castigo no le impidió, sin embargo, jugar en Gran Canaria. El riesgo era máximo, y puede que innecesario, si se tiene en cuenta el fútbol del 9, un delantero que busca el cuerpo a cuerpo, y que arbitraba el controvertido Mateu Lahoz. Nadie se solidarizó más con Suárez que Messi. El rosarino asistió al charrúa nada más empezar en un dos contra uno que resolvió Chichizola.

El momento de Luis Suárez pasó muy rápido mientras se imponía el monólogo de Messi. El 10 atacaba como el mejor de los arietes, excelente en el acoso a los zagueros de Las Palmas, certero en el lanzamiento de faltas, perfecto en el 0-1. Chichizola había volado antes al palo derecho en un tiro del 10. El guardameta se agrandó con la parada, desafiante en el siguiente golpe franco, una temeridad ante el genio de Rosario. El arquero dio un par de pasos desde su palo hasta el centro de meta y Messi apuntó fuerte al ángulo derecho de Chichizola. El balón entró con furia por la zona ocupada por el meta de Las Palmas.

Messi definió de manera tan acertada como errático estuvo Chichizola. El equipo azulgrana vio tan bien al 10 que se relajó y concedió el campo y la pelota a Las Palmas. Las llegadas de los muchachos de Paco Jémez eran tan frecuentes como inofensivas en un partido descontrolado por la poca presencia de los medios y la irregularidad de los zagueros del Barça. No cerraban bien los azulgrana, las pérdidas eran continuas, se sucedían los córneres y la presión se imponía a la elaboración, pendientes todos de Messi.

Ocurrió que Mateu Lahoz, condescendiente con las tarjetas a los canarios, no apreció falta en una salida desesperada de Chichizola ante Suárez pese a que el portero tocó el balón con la mano fuera de su área, acción que provocó la queja reiterada del calmo Valverde. El asombro que causó Mateu por la indulgencia del portero continuó en la reanudación cuando pitó penalti a la salida de un córner de Las Palmas. No se advirtió falta alguna —¿una mano de Digne?—, sin embargo, el colegiado se mostró firme: Calleri no perdonó: 1-1. No le pitaban una pena máxima al Barça en la Liga desde febrero de 2016. El inesperado golpe aturdió al plantel de Valverde.

Ni siquiera la entrada de Coutinho, Rakitic y Dembélé alivió al Barça. La posesión fue tan estéril que apenas se contó un chut a portería de Coutinho. Aunque Mateu alargó el partido seis minutos para desespero de Las Palmas, los azulgrana solo consiguieron poner a salvo de sanción a Luis Suárez. Acabado el ejercicio de impotencia, la ira barcelonista se centró en Mateo Lahoz. El árbitro estuvo tan mal como el Barça para suerte de Las Palmas y del Atlético. El peor Barcelona llegó en el peor momento.

Primer penalti en contra del Barça en dos años

Más de dos años han pasado desde el último penalti que le pitaron al Barcelona en contra en la Liga. O lo que es lo mismo, 79 partidos desde aquel contra el Celta en febrero de 2016. Claro que ese día ganó 6-1. De una falta en ataque, esa que reclamaban los azulgrana sobre Vermaelen, se pasó a un lanzamiento desde los once metros que convirtió Calleri. La acción fue extraña. Pero el árbitro señaló a Digne por unas supuestas manos en el área. Con el empate, convirtieron los de Jémez el partido en un encuentro descontrolado, de ida y vuelta.

El primer tanto, para el Barça, lo firmó Messi de falta por segundo partido consecutivo. Y lleva cuatro en LaLiga desde que empezó el 2018, más que ningún otro delantero de las grandes ligas europeas. Cuatro fue el registro máximo que logró el año 2012.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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