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Un ‘ertzaina’ muere de un infarto en Bilbao tras los altercados con los ultras del Spartak

Nueve personas han sido detenidas por la Ertzaintza durante los incidentes que se han registrado antes del partido contra el Athletic Club de Bilbao

Agentes de la Ertzaintza atienden este jueves a su compañero herido en los incidentes contra aficionados del Spartak de Moscú antes de comenzar el partido entre el Athletic y el conjunto ruso en San Mamés.Foto: atlas | Vídeo: EFE | ATLAS
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La psicosis de Bilbao se convirtió en batalla y acabó en tragedia con el fallecimiento este jueves del ertzaina Inocencio Alonso, de 51 años, durante los incidentes que se produjeron en los alrededores del campo de San Mamés con los radicales del Spartak de Moscú. El agente fue asistido por sus compañeros tras sufrir un infarto antes de ser trasladado al Hospital de Basurto —apenas a un centenar de metros del estadio—, pero nada se pudo hacer por salvarle la vida. El ertzaina ingresó en el hospital con parada cardiorrespiratoria y falleció tras un intento de reanimación durante más de una hora, según recoge el parte médico del hospital. Nueve personas fueron detenidas.

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Según el mismo informe, “no presentaba ningún tipo de traumatismo”. El viceconsejero de seguridad del gobierno vasco, Josu Zubiaga, precisó en declaraciones a la Cadena Ser que, “a falta de los informes forenses, todo parece indicar que no ha habido un contacto violento directo que haya podido producir el fallecimiento”, lo que apuntaría a la hipótesis del infarto. Habrá que esperar a la autopsia para conocer la causa de la muerte.

Los principales incidentes se produjeron, como estaba previsto cuando grupos de las dos aficiones coincidieron en la explanada de San Mamés, un territorio diáfano donde se dieron las primeras cargas policiales y volaron los primeros envases, piedras o contenedores antes del partido de Europa League entre el Athletic y el conjunto ruso. Un amplio grupo de seguidores del Spartak venía escoltado por la Ertzaintza desde la plaza de Moyua, un lugar céntrico muy utilizado para conducir a las aficiones rivales protegidas por las fuerzas de seguridad.

El problema es que cuando se intentaba controlar a algunos grupos de los que venían de la plaza, aparecieron los grupos más violentos de seguidores rusos, muy ligados a facciones paramilitares. Entonces se recrudecieron los enfrentamientos, mientras muchos bares cercanos cerraban apresuradamente las persianas para evitar males mayores.

Los incidentes fueron violentos y se saldaron en principio con tres heridos (dos con traumatismo craneoencefálico y otro en con un golpe en un brazo) y nueve detenidos. Al final, la Ertzaintza consiguió dispersar a los grupos ultras mientras se procedía a ingresar en el campo a los aficionados rusos que disponían de entrada. Sin embargo, minutos después, se anunciaba que un ertzaina se encontraba en parada cardiorrespiratoria, sufrida en el transcurso de las cargas policiales para restablecer el orden.El agente, vecino de Ermua, fue trasladado y falleció poco después en el hospital. Pertenecía  a la Brigada Móvil de la policía autonómica (los antidisturbios).

Toda la psicosis, los malos augurios y la peligrosidad de los sectores más radicales de la afición del Spartak se reunieron en el final más infeliz posible con el resultado de una lamentable muerte. Por razones obvias, ningún grupo ultra representa a ningún club que se precie. El Spartak de Moscú no se parece en nada a su "afición radical".

El comportamiento del equipo fue ejemplar, a pesar de la eliminación y de la clasificación del Athletic, que perdió 1-2 e hizo valer el 1-3 de la ida. Durante todo el día, incluso desde la tarde noche del miércoles, Bilbao vivía en tensión permanente contando los incidentes pequeños o medianos que obligaban a intervenir a las patrullas de la policía municipal o de la ertzaintza. Eran pequeños incidentes, algunos saltos que se convertían en pequeñas promos de la anunciada batalla de este jueves. Colegios, bares, restaurantes habían tomado medidas de precaución para activarlas si la cosa se ponía fea. Y se puso. El fallecimiento del ertzaina fue la peor noticia de la peor jornada vivida en San Mamés. El fútbol, el partido, pasó a un segundo plano.

El mayor despliegue policial

600 agentes (500 ertzainas y 100 municipales) además de 200 guardias de la seguridad privada habitual del Athletic de Bilbao forman parte de lo que se ha definido como el mayor despliegue de seguridad habido en Bilbao, tras reforzarse los efectivos habituales ante la amenaza de los ultras del Spartak de Moscú que desde este martes han comenzado a llegar a distintos lugares de Euskadi, donde se alojan hasta este jueves, procedentes muchos de ellos de otros lugares de España donde habitualmente residen. La situación está "controlada", según fuentes policiales.

Lo que ha inquietado a seguidores y miembros de seguridad es la anunciada presencia de más de mil hinchas rusos sin entrada. Se temía que intentasen, como finalmente ha sucedido y como ya hicieron en la Champions contra el Sevilla, asaltar las puertas de acceso al estadio. De los aficionados rusos, unos 2.000 habían viado con entradas: unos se asentaron en el habitual espacio destinado a la afición rival, otros contaban con entradas VIP de la UEFA y otros con asientos ubicados en la tribuna Principal Alta de San Mamés.

En ese clima de tensión, un colegio situado cerca del campo de San Mamés había recomendado a los padres que este jueves no llevasen a sus hijos a clase para prevenir problemas.

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