Empleadas de los Dallas Mavericks denuncian el acoso sexual del expresidente durante décadas
Más de una decena de personas señalan un ambiente de trabajo tóxico en el equipo de la NBA, según una investigación de Sports Illustrated
Lo sabían desde hace años. Entre las empleadas se comentaba. Ninguna alzó la voz por miedo a perder su empleo o ser penalizada por el club. Pero ahora, una investigación periodística ha destapado lo que era un secreto a voces en los Dallas Mavericks: un ambiente tóxico y machista, plagado de acoso sexual, liderado por el que fuera presidente durante 15 años, Terdema Ussery. Más de una decena de empleados y exempleados han denunciado a la publicación Sports Illustrated la cultura misógina dentro del equipo de la NBA, que ha anunciado ya una investigación independiente sobre las acusaciones.
Las denuncias describen una cultura sexualmente agresiva y persistente a lo largo de muchos años sin que nada ni nadie se quejara formalmente. Cuando una mujer comentó con amigas que había sido contratada por los Mavericks, estas le advirtieron: "Ten cuidado con el presidente". Meses después, en 2011, la mujer cenaba en el comedor público del American Airlines Center, el estadio de los Dallas, cuando Ussery se sentó a su lado. Faltaba una hora para el comienzo del partido y cerca de ellos había periodistas, pero nada frenó al presidente del club. "Te van a hacer un gang bang (violación grupal o sexo en grupo)", afirmó. "¿A que sí?", insistió Ussery. "No, de hecho, voy a ir al cine con amigas", replicó la mujer. "No, seguro que te van a hacer un gang bang", presionó de nuevo el hombre.
A otra mujer, Ussery le ofreció numerosas veces romper su matrimonio e irse con ella si accedía a tener relaciones sexuales con él. En 2014, Ussery puso su mano cerca de la ingle de una empleada mientras charlaban en su despacho. Una cuarta mujer dimitió de su puesto al no poder soportar el comportamiento inapropiado del presidente, que abandonó su puesto voluntariamente en 2015 y sin ninguna denuncia formal contra él.
"Era como la película Desmadre a la americana, pero en la vida real", dijo desde el anonimato un exempleado de los Mavs, que dejó su trabajo hace poco, tras cuatro años en el club. "Y solo digo 'era' porque ya no estoy allí. Estoy seguro de que sigue igual", aseguró. La organización también protegió, según otros testimonios, a Earl Sneed, un reportero del club, que había sido denunciado por maltrato a su mujer, a la que pegó y fracturó una muñeca.
En un comunicado, los Mavericks afirmaron que contratarán a una empresa externa para realziar una investigación independiente sobre las acusaciones. "Hemos recibido información sobre el comportamiento en el lugar de trabajo que parece que ha violado los estándares de conducta de la organización", afirmó el equipo el martes. "Se ha dicho que un antiguo responsable de la organización ha estado implicado en varios actos de conducta inapropiada hacia las mujeres a lo largo de varios años. Esta persona dejó su empleo en los Mavericks hace casi tres años y los Mavericks solo han sabido del alcance de estas quejas hace unos días", defendió el club. Este ambiente solo se refiere a la parte corporativa del club y no a los jugadores o al equipo técnico.
Mark Cuban, el inversor multimillonario que es dueño del club, afirmó estar avergonzado por las acusaciones, que desconocía. "Está mal, es horrendo. No es una situación que aceptamos. En numerosas ocasiones, especialmente desde que empezó el movimiento #MeToo, he preguntado a mi director de recursos humanos: '¿Tenemos algún problema? ¿Hay algo que deba saber?'. Y la respuesta fue que no", defendió Cuban. Sin embargo, Buddy Pittman, el director de ese departamento fue despedido el martes. Las denunciantes le señalaron como persona clave en el encubrimiento del acoso.
La NBA también emitió un comunicado el martes en el que aseguró que vigilaría de cerca la investigación y que "comportamientos de ese tipo son completamente inaceptables". "Los Dallas Mavericks nos han informado de las acusaciones referidas al antiguo presidente Terdema Ussery y el periodista de Mavs.com Earl Sneed".
Ussery, cuyo nombre llegó a barajarse como futuro máximo responsable de NBA, respondió en un comunicado a Sports Illustrated: "Estoy profundamente decepcionado de que fuentes anónimas hayan hecho estas acusaciones falsas contra mí".
Encubrimiento del acoso
Buddy Pittman ocupaba desde 1998 el puesto de director de recursos humanos en los Mavs. El martes fue despedido tras la publicación de la investigación al ser señalado por las mujeres como una pieza clave del encubrimiento de Ussery. Pittman, según describieron, es un hombre muy conservador al que no podían acudir con sus quejas. Además, el director del departamento también decidió ignorar las denuncias de violencia doméstica que recibió Sneed y por las que tuvo que acudir a los juzgados.
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