El Sevilla sigue en lo alto
El equipo andaluz llega a una nueva final copera después de someter con dificultades a un bravo Leganés, tumbado por la mayor pegada del rival
El Sevilla reverdeció laureles con el pase a la final de la Copa del Rey. Para ello sufrió y supo jugar un partido complicado, con un Leganés bravo que nunca se rindió. El Sevilla tuvo más pegada que el conjunto madrileño, encomiable en su esfuerzo, pero finalmente sometido ante la mayor calidad de un rival que tiene a jugadores estimables, caso de Banega o de Vázquez. Este último, con un segundo tiempo soberbio, mantuvo a su equipo vivo en los peores momentos, cuando el Leganés, a la desesperada, con Mantovani a lo Alexanco,buscaba el gol que le abriera las puertas de la prórroga. El propio Vázquez, con un golazo, certificó el pase a la final para este Sevilla que quiere seguir siendo grande.
Hubo mucha tensión sobre el césped de Nervión, acostumbrado a vivir citas de alcurnia como esta semifinal de Copa. Un torneo donde este Sevilla titubeante en Liga ha encontrado su mejor versión. Se observa en la energía de jugadores como Banega o Muriel, a veces una sombra de lo que son capaces de dar. El Sevilla, con su once más reconocible, salió muy bien al partido. Como también lo hizo este meritorio Leganés, todo un equipo de autor, cuyo nombre responde al de Asier Garitano. Nada de miedos en un escenario terrible por su intensidad. A los tres minutos, Beauvue estuvo a punto de marcar después de un gran pase de El Zhar. Ahí estaba el Leganés, intenso hasta la extenuación y con un Gabriel como líder supremo. Un Leganés, claro, también con algunos agujeros. Muriel, ahora en gran forma, desbordó a Siovas, lento, y asistió a Correa, que hizo su quinto gol en la Copa.
El gol del argentino a los 15 minutos dio paso a una sinfonía de pases del Sevilla, que pasó por una etapa de dominio del juego. Por momentos, el equipo de Montella movió la pelota con personalidad, velocidad y criterio. Mientras, el Leganés corría y corría, siempre esperando su oportunidad. El buen toque del Sevilla apenas se tradujo en ocasiones. Le falta de contundencia. Esta ausencia de pegada hace que el rival siempre tenga su opción. El Sevilla no marcaba y el Leganés estaba solo a un gol de la prórroga. En el tramo final de la primera mitad, Banega se cansó y el Sevilla se echó atrás.
Con opciones
El conjunto de Garitano no necesita generar demasiado juego para tener opciones y al Sevilla le cuesta recuperar el balón. Los madrileños están en racha y la Copa es un torneo especial. Gabriel estuvo a punto de empatar en el minuto 43. Curiosamente, el Sevilla de tanto toque había tenido su segunda gran oportunidad solo un minuto antes. Siovas sacó bajo palos un disparo de Banega después de un espectacular cambio de ritmo de Muriel. Los andaluces echaban en falta más continuidad de su juego, en especial en ataque, añorando a futbolistas como Sarabia.
Al Sevilla le faltó precisión para cerrar el partido al contragolpe. No sufría ante un Leganés al que le costaba llegar con peligro al área de Rico, pero lo corto del marcador alimentaba siempre las opciones de los madrileños. Con Rubén Pérez como dueño del centro del campo, un tirazo del propio centrocampista desde lejos salió fuera por poco. El Sevilla solo veía la luz en las escasas apariciones de Vázquez, que asistió a Sarabia en el minuto 66. El tiro del extremo fue bueno, pero muy centrado, con lo que Champagne pudo despejar el balón. El paso de los minutos y el hecho de que el Sevilla no cerrara la eliminatoria le seguía dando opciones al Leganés de empatar y forzar la prórroga.
Vázquez fue el jugador encargado de sostener al Sevilla. El argentino ofreció la pausa necesaria y el juego pausado que congelaron el encuentro cuando más lo intentaba el Leganés. Sobre todo después de la lesión de Banega. No contento con ello, Vázquez marcó un golazo que certificó el pase del Sevilla a su cuarta final de Copa de este siglo.
17ª final del Sevilla en este siglo
El Sevilla está viviendo los mejores momentos de su historia. Con el pase a esta nueva final, ahora de Copa, el conjunto andaluz disputará el próximo 21 de abril su 17ª final en este siglo. Desde que llegara a la final de la Liga Europa en 2006, el Sevilla ha jugado cinco finales de la Liga Europa, cinco de la Supercopa de Europa, tres de la Copa del Rey y otras tres de la Supercopa de España (disputó la edición de 2016 a pesar de haber perdido la final de Copa ante el Barcelona, que ganó la Liga). El Sevilla ha ganado en ese periodo cinco Copas de la Liga Europa, dos Copas del Rey, una Supercopa de Europa y otra de España desde 2006. El primer triunfo en la Copa del Rey llegó en 2007, con un triunfo ante el Getafe por 1-0; la segunda victoria en este torneo llegó en 2010, con un resultado de 2-0 a favor del Sevilla ante el Atlético de Madrid.
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