Flamini, el futbolista más ‘rico’ del mundo ficha por el Getafe
El excentrocampista de Arsenal y Milan de 33 años, es copropietario de la empresa GFBiochemicals, que crea un sucedáneo del petróleo y está valorada en 30.000 millones
Mathieu Flamini (Marsella, 33 años) lució un peto blanco durante uno de los ejercicios más técnicos del último entrenamiento del Getafe. Sobre un césped sin porterías, delimitado por una cinta blanca anclada a la fría hierba, dos equipos se repartían a lo largo de un rectángulo gigante. Petos amarillos contra rojos. Con un infiltrado.
El último fichaje del equipo azulón en el mercado de invierno (antes del francés, que llega libre tras estar sin equipo, se sumaron Rémy, Cabrera, y Robert Ibáñez) era amigo de los dos equipos, que debían buscarle para generar superioridad y conseguir trasladar la pelota de un lado al otro con el menor número de toques posibles.
José Bordalás observaba la escena desde uno de los laterales, y de vez en cuando detenía el partido para corregir alguna circunstancia. Rara vez escapó de su boca el nombre de Mathieu, que si bien durante su presentación habló en inglés y aseguró que solo sabía decir en castellano ‘Hola, ¿qué tal?’, durante la sesión se le escuchó pidiendo el balón y orientando a sus jugadores gritando ‘solo’, ‘libre’ o ‘aquí’.
Ya en la sala de prensa se rio a carcajadas antes de que la traductora le trasladase la pregunta de un periodista que le cuestionó si Ángel Torres, presidente del Getafe, le había propuesto convertirse en accionista del club. Y es que resulta que Flamini, que ha repartido su carrera entre Inglaterra —estuvo en el Arsenal entre 2004 y 2008, y 2013-2016, con un breve paso por el Crystal Palace la temporada pasada— e Italia —jugó en el Milan entre 2008 y 2013—, conoció en el país transalpino a Pasquale Granata, con el que decidió aventurarse en la creación de una empresa, GFBiochemicals, dedicada a producir ácido levulínico a escala comercial a partir de la biomasa. Y le salió bien.
Amo el fútbol, lo juego desde los seis años y es en lo que estoy centrado”
“Es un ácido muy valioso porque se trata de una molécula plataforma, o sea, un producto intermedio que se obtiene tras diferentes transformaciones de la biomasa (restos y residuos de plantas) y que pueden convertirse en otros bioproductos de alto valor añadido muy valiosos para la industria y la sociedad”, asegura José María Becerril, profesor en la facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad del País Vasco en el Departamento de Biología Vegetal y Ecología. Se trata, por tanto, de un material que puede cubrir de manera eficaz muchas de las atribuciones de productos químicos y compuestos procedentes del petróleo, por lo que su volumen de negocio le otorga, según los expertos, un valor en el mercado de 30.000 millones de euros.
Productos a partir del ácido levulínico
Aditivos de combustibles. Uno de sus derivados incrementa el rendimiento de los vehículos y reduce las emisiones de gases contaminantes.
Disolventes. Puede ser utilizado como sustituto del tetrahidrofurano (THF) en la química fina y en la industria farmacéutica.
Cuidado personal. Se usa en cosméticos orgánicos y naturales para perfumes, acondicionadores de la piel y reguladores de pH.
Sabores y fragancias. Los ésteres del ácido levulínico se usan a menudo como ingredientes para potenciadores de sabor y fragancias afrutadas.
“Como muchos otros futbolistas tengo intereses más allá del fútbol pero mi prioridad es el campo. Amo el fútbol, lo juego desde los seis años y esa es mi prioridad, mi pasión y es en lo que estoy concentrado. Estoy aquí para disfrutar, para sentirme bien y para ayudar a este equipo a conseguir cuantos más puntos mejor”, aseguró Flamini. “El presidente no me ha pedido que invierta, es muy apasionado de su trabajo y esta muy cerca de los jugadores y del entrenador. Cuando la gente ama el club marca la diferencia”, replicó con una sonrisa.
Aunque el cuartel general de GFBiochemicals se encuentra en Geleen (Holanda), la empresa nació en Caserta (Italia), y acaba de expandirse a los Estados Unidos a partir de la compra de Segetis, líder en el desarrollo de productos derivados del ácido levulínico. La compra le ha permitido acceder a 50 nuevas patentes y a otras 200 pendientes de verificación.
“Tuve otras oportunidades de venir a España, pero a mi edad es importante encontrar un proyecto que me guste y desde que estuve aquí en diciembre sabía que quería entrar en el Getafe”, confió el jugador.
El presidente, Ángel Torres, no me ha pedido que invierta en el club”
Conocido por su despliegue físico como Marathon man, Flamini, que lucirá el 8 en su camiseta, ocupará el hueco que se ha generado en el centro del campo del Getafe con la lesión de Markel Bergara y la marcha de Lacen. “Sería muy bonito debutar ante el Barcelona el domingo, pero eso depende del entrenador”, añadió.
Sobre el césped, donde se entrenó al mismo ritmo que sus compañeros, dejó claro que aclimatarse a España le costará poco. “Pronto hablaré español”, pronosticó. En el deporte y los negocios, los idiomas siguen siendo capitales y él lo sabe.
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