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El Barcelona gana al Alavés en una mala tarde con Coutinho

Los azulgrana remontan con goles de Luis Suárez y Messi, ya sin el brasileño en el campo, un partido muy bien jugado por el Alavés

Luis Suárez se dipone a chutar ante la defensa del Alavés.Foto: atlas | Vídeo: REUTERS (ALBERT GEA)
Ramon Besa

Vive el Barcelona de Luis Suárez y Messi. Ambos solucionan los partidos buenos y malos, también los peores, como el de ayer contra el Alavés. No hay campeonato en que el líder no tenga un día horroroso, jornadas que sirven para medir su carácter y suerte, días en que se mira el comportamiento del árbitro, encuentros de cuya resolución depende a veces el devenir de la Liga. Las diferentes circunstancias jugaron a favor del Barça mientras el Alavés reclamaba fuera de juego previo de Alcácer en el gol de Messi y un penalti de Umtiti con 2-1. La ley de Messi se impuso curiosamente cuando se retiró Coutinho y el Barça recuperó la racionalidad y fiabilidad acostumbrada con Valverde.

El Alavés reventó la fiesta preparada en el estadio para celebrar la titularidad de Coutinho. La hinchada agradeció la presencia del brasileño con el número 14. Había que mantener la tensión y la ilusión para que el equipo no se acomodara con el liderato de la Liga. La ventaja es tan amplia que invita a despistarse antes de tiempo, sobre todo en partidos aparentemente sencillos como la visita del Alavés, el último visitante que conquistó el Camp Nou. Así que Valverde procura dar alicientes a cada partido, pocos tan interesantes hoy como el de poner en una alineación a Coutinho e Iniesta cuando se debate si el brasileño sustituirá al capitán del Barcelona.

Jugaron Coutinho e Iniesta, el brasileño como extremo derecho y el manchego de interior izquierdo, mientras descansaban Sergi Roberto, Alba y Busquets. A nadie le extrañó tampoco que no rotara Messi, el hilo conductor del equipo en la Liga. El 10 estuvo un rato de mirón, pendiente de cómo jugaba Coutinho, recogido como volante cuando el equipo no tenía la pelota, y el fútbol no prendía en el Camp Nou. La falta de fluidez, profundidad y continuidad azulgrana contrastaba con la intensidad del Alavés. Abelardo montó un equipo fuerte, solidario y serio.

No desequilibraba el Barcelona y aguantaba bien el Alavés. Y cuando los azulgrana no atacan bien, defienden peor, mal puestos y permeables, retratados en cada transición, solo redimidos por Ter Stegen. El portero sacó dos remates de gol y se venció ante el tiro de Guidetti después que el delantero rematara mal y le saliera bien un balón perdido por Messi. Ausente Busquets, los barcelonistas no encontraban el sitio en el campo y el 10 se expresaba más con las manos que con los pies, enfadado y bien encimado por la zaga de ayudas del Alavés. Aunque le costaba armar el tiro, el rosarino era el único capaz de exigir a Pacheco.

No había futbolista que cosiera al equipo: Coutinho se sentía extraño en el costado derecho, Paulinho no sumaba, Rakitic no encontraba el hilo del partido y tampoco rompía Iniesta. A falta de juego, tampoco se apreciaba entusiasmo ni calor en el pasmado Barça. Ni por las buenas ni por las malas podían los azulgrana con el Alavés. No le quedó más remedio a Valverde que mediar desde el banquillo y cambió a los dos laterales: Sergi Roberto y Jordi Alba son fundamentales en el Barça. Al equipo, excesivamente lento e impreciso, poco profundo, le faltaba aire y arrebato, un cambio de marcha y una vuelta a los orígenes, de manera que el técnico sentó a Coutinho por Alcácer.

La brillantez de Iniesta

Apareció entonces Iniesta por el margen izquierdo y marcó una jugada marca de la casa, por su finura, por el dominio del espacio y del tiempo, rematada de forma inapelable por Luis Suárez. Y poco después Messi, consciente de la importancia del tiro, del momento crucial del partido, transformó un libre directo ante el clamor del Camp Nou. Los jugadores del Alavés reclamaron fuera de juego de Alcácer en la acción anterior a la falta y después se quejaron reiteradamente por unas manos claras dentro del área de Umtiti. Nadie atendió su dolor después de un partido coral estupendo, solo abatido por las individualidades de Suárez y Messi.

La pegada de los delanteros del Barça, alimentados por un excepcional Iniesta, resolvió un partido muy complicado por el planteamiento del Alavés, excelente en la defensa del juego interior azulgrana y penalizado por Iglesias Villanueva. El desarrollo del juego obliga en cualquier caso a pensar que el virtuoso Coutinho no sirve para jugar en cualquier puesto del Barça. El secreto de la defensa del Barça está en su ataque y ayer su ofensiva fue nula con Coutinho de 7. Aunque no es una cuestión de rivalizar con el capitán, el mejor fue Iniesta.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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