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Nadal abandona en Australia: “No podía moverme”

El número uno, lesionado del muslo derecho, se retira en el quinto set de los cuartos (3-6, 6-3, 6-7, 6-2 y 2-0 en contra, 3h 47m) y abre paso al croata Cilic: "Voy totalmente cojo, se me ha bloqueado la pierna"

Alejandro Ciriza
Nadal es atendido durante el partido contra Cilic.
Nadal es atendido durante el partido contra Cilic.WILLIAM WEST (AFP)

Después del quinto juego, cuarto set. Ahí vino la congoja: Rafael Nadal tendido sobre la pista, siendo atendido por el médico de pista y dibujándose en su rostro el dolor; tapándoselo con una toalla porque desde el principio sabía que era cosa seria, tan seria que finalmente, después de una resistencia estéril contra el último infortunio, le obligó a retirarse y por lo tanto al adiós a Melbourne. Otra vez Melbourne. En 2010, contra Andy Murray, le apartó la rodilla derecha; en 2014, en aquella final que cedió contra Stan Wawrinka, la tortura estuvo en la espalda; y esta vez, en la zona superior del muslo derecho. El número uno forzó hasta el límite, cinco juegos más, pero no había remedio: con 3-6, 6-3, 6-7, 6-2 y 2-0 en contra, 3h 47m de partido, abandono y despedida. Marin Cilic semifinalista.

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Lo intentó Nadal, probablemente más de lo recomendable, pero cuando el cuerpo dice basta no hay salida. El suyo lo hizo, otra vez, y al final tuvo que renunciar. Dominaba por dos sets a uno y con el 4-1 adverso del cuarto parcial solicitó la asistencia médica. Después de una breve conversación se tumbó en el suelo para recibir un masaje en la zona afectada. “Es como si la pierna no estuviera en el sitio correcto”, le dijo al médico de pista. Continuó a duras penas, con una cojera muy evidente que aumentó conforme siguió jugando. Sin poder hacer apoyos ni correr a por la bola, mientras Cilic le miraba con la cara de un lobo hambriento, al final desistió.

Se trata del segundo contratiempo físico de Nadal en un margen relativamente corto de tiempo. En la recta final de la temporada anterior fue una tendinitis en la rodilla derecha la que le apeó de la Copa de Maestros y le obligó a ausentarse de Basilea y París-Bercy. Esto le hizo comenzar el nuevo curso con retraso y viajó a Melbourne justo de rodaje. Sin embargo, cuando la situación invitaba al optimismo porque había ido progresando rondas y en los cuartos mandaba sobre Cilic, llegó el golpe: mano al muslo, la primera asistencia y a continuación una segunda en el receso entre el cuarto y el quinto set. Y después, la confirmación: el ko.

Tendió la mano a Cilic y a la juez de silla, Eva Asderaki. El croata, eufórico, seguramente podía haberse ahorrado el ímpetu con el que celebró cada punto una vez que Nadal se había roto. Hasta entonces había planteado una resistencia elogiable, pero su pase se produjo por la desgracia rival al fin y al cabo. En este sentido, Australia es un territorio hostil con el mallorquín, que estuvo prácticamente media hora en la pista luchando contra otro destino irrevocable, conocido de sobra en primera persona porque Nadal ha sufrido como pocos el azote de las lesiones. Un mal que esta vez le privó de unas semifinales y al aficionado, quién sabe, del enésimo choque con Roger Federer, porque esta edición del torneo tenía toda la pinta de resolverse con un pulso entre los mismos protagonistas del año pasado.

El octavo abandono en su carrera profesional

Nadal, durante la conferencia de prensa en Melbourne.
Nadal, durante la conferencia de prensa en Melbourne.SAEED KHAN (AFP)

Se trata de la octava vez que el balear se retira en medio de un partido, la cuarta en las Antípodas. Al abandono de 2010 en Melbourne Park y este último le acompañan otros dos en Auckland (2005) y Sidney (2007). Este miércoles, el número uno será sometido a unas pruebas para determinar el alcance de la lesión. Su hoja de ruta marca como próximo destino Acapulco (del 26 de febrero al 3 de marzo), pero a la espera de la exploración y el diagnóstico definitivo todo quedó en el aire. Nadal, que tenía dificultades severas para caminar e incluso subir a la tarima de la sala de conferencias, respondió con resignación a los periodistas.

Tenía la sensación de que podía luchar para ganar aquí. Me voy con tristeza del torneo

“No sé que tengo”, expresó de partida. “Me duele arriba, en la parte final del cuádriceps, arriba. No sé si es el flexor o qué es exactamente... Para decir algo que ni yo ni el médico sabemos es mejor esperar unas cuantas horas para conocer el diagnóstico. Ahora mismo lo único que sé es que esto me ha dejado inhabilitado, esta es la realidad. No podía moverme y la pierna se me quedaba totalmente bloqueada”, contaba, “y ojalá no sea muy grave”.

“Sabía que la situación estaba complicada porque sentía mucho dolor y la pierna se me quedaba bloqueada. Al final uno nunca quiere aceptarlo; uno quiere esperar y buscar si pasa algo, si desaparece o mejoras… Me he tomado antiinflamatorios en la pista y estaba esperando a ver si hacían efecto y mejoraba, nada más”, prorrogó; “no me podía mover, y sin poder moverme no voy a ganar. No soy una persona a la que le guste retirarse, pero llegado a este punto… Voy totalmente cojo. No sé si siguiendo más aún me hubiera hecho más daño, no lo sé. Creo que nunca había tenido una lesión similar, desgraciadamente no me acuerdo de todas”.

El Marin Cilic más guerrillero

Cilic celebra su triunfo contra Nadal.
Cilic celebra su triunfo contra Nadal.Dita Alangkara (AP)

Hasta el instante de la lesión, Nadal había contenido a un Cilic encorajinado que fue de menos a más. El croata, seis del mundo, sacó rédito al bache del número uno en la segunda manga y cuando vio que este había perdido la autoridad del arranque comenzó a adoptar más riesgos y a afilar sus golpes. Encontró en el paralelo el arma más letal y en la derecha defensiva del español, demasiado descubierta, la veta idónea para ir arañando tanteo. A diferencia de los careos previos entre los dos, en los que mostraba la bandera blanca con relativa facilidad –5-1 en contra, con una única victoria (2009) hasta este martes–, guerreó todo el rato y finalmente contó con un aliado inesperado.

El daño físico de Nadal.

"Siento tristeza de tener que irme de un torneo que me encanta, en el que me sentía con capacidad de luchar para ganar, porque es la sensación que tenía… Y con la tristeza de que haya ocurrido una vez más un problema en mi carrera", cerró Nadal, el primer y único español que ha conquistado el trofeo de Melbourne; "pero, al final, cuando ocurren cosas así, uno tiene que saber mirarse en el espejo y recordar las cosas buenas que también le han pasado".

RESULTADOS DEL MARTES 23

CUADRO MASCULINO: Marin Cilic, 3-6, 6-3, 6-7, 6-2 y 2-0 (ret) a Rafael Nadal; Kyle Edmund, 6-4, 3-6, 6-3 y 6-4 a Grigor Dimitrov.

CUADRO FEMENINO: Caroline Wozniacki, 6-0, 6-7 y 6-2 a Carla Suárez; Elise Mertens, 6-4 y 6-0 a Elina Svitolina.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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