El Barcelona, una máquina
El equipo azulgrana desfonda al Betis después de un partido competido hasta el descanso y destapado a partir de un gol excelente de Rakitic
No está el Barça para bromas, muy serio y fiable también en estadios tan coloristas y ruidosos como el Villamarín. No entraron en juego los artistas del Betis, reducidos al inicio y rematados más tarde por la contundencia del Barcelona. El ejercicio defensivo de los azulgrana fue tan impecable como el posterior despliegue ofensivo después de madurar el partido como le gusta a Valverde. El guion se repite ante cualquier rival, en campos diferentes y con marcadores distintos en la Liga.
Los resultados del sábado invitaban al Barcelona a sellar su liderato cuando empieza la segunda vuelta en un escenario tan exigente como la cancha del Betis. Y la respuesta azulgrana fue inequívoca: 0-5. Reventó el Betis ante un certero Barça. A la que marcó Rakitic, se sucedieron los errores verdiblancos y no perdonaron Messi ni Luis Suárez.
El Betis estuvo en el partido hasta el descanso, momento en que los encuentros giran a favor del Barcelona. Aunque los dos equipos participaban de un solfeo parecido, el Betis había tenido más continuidad y llegada, jugaba más alegre, bien aireado por el costado izquierdo de Durmisi, no siempre bien defendido por Semedo. Adán era el único futbolista que parecía tener dificultades para mover la pelota ante la presión del Barça. El partido, muy intenso y comprimido, pasó de salida por los pies de los porteros porque Ter Stegen tenía también más protagonismo que Messi. Apretaban mucho y bien verdiblancos y azulgrana en un festivo Villamarín.
El Barcelona cargaba el juego por la banda izquierda de André Gomes, el cuarto centrocampista de Valverde, como ya es norma cuando el Barça juega en cancha contraria y el rival es desafiante como el Betis (4-4-2). No parecían estar muy a gusto los barcelonistas si se atiende a la inquietud de su entrenador, reiterativo en sus requerimientos con sus futbolistas y también quejoso con el árbitro Jaime Latre, severo con el Barça, complaciente con el Betis. Había muchas jugadas divididas y pocas ocasiones, las mejores del siempre presente Sergi Roberto.
Alrededor del futbolista azulgrana, más volante que lateral, el Barcelona conquistó el balón y el campo y expresó su jerarquía en la Liga. Las conducciones de Sergi Roberto daban un respiro a los barcelonistas en una contienda sin apenas espacios para correr ni tiempo para pensar, demasiado para André Gomes. El dominio del Barça se acabó momentáneamente en una transición del Betis en la que Sergio León sacó la cadena a Vermaelen. El belga se rompió después de 14 partidos consecutivos sin tacha y tuvo que ser sustituido por Umtiti. Vermaelen ha aguantado en el campo hasta que se ha recuperado Umtiti. Los centrales son especialmente exigidos en el Barça, muy expuestos en los partidos de un ritmo alto, como el planteado por el Betis, especialmente agresivo en defensa y muy pendiente de cerrar por dentro para evitar las maniobras de Messi. Los verdiblancos defendían mejor de lo que atacaban, exprimidos por el Barcelona.
A los azulgrana les falta creatividad y desequilbrio cuando falta Iniesta y en espera de Coutinho. El último pase depende sobre todo de Messi y el 10 participaba muy poco del encuentro del Villamarín. Tampoco aparecía Fabián. El radio de acción de la contienda estaba sobre todo en las bandas, y especialmente en las intervenciones de Durmisi y Sergi Roberto. Apenas aparecía Jordi Alba y en cambio cada vez participaba más Semedo, un jugador de un buen físico, rápido en las correcciones, más deficiente en el juego de posición, vital en un equipo de bricolaje como el Barcelona.
La diferencia
La esencia del fútbol azulgrana se pudo apreciar en el gol de Rakitic. Ter Stegen tocó para Umtiti, intervino después Rakitic, apareció entonces Antré Gomes y finalmente Luis Suárez precisó el toque para la llegada de Rakitic. El croata definió ante Adán después de correr el campo de área a área sin que se enterara Fabián. Ningún futbolista del Betis apareció en el exquisito y preciso box to box del Barça.
El gol desmontó a los verdiblancos, que concedieron el segundo después de un robo de Busquets, exquisito a la hora de habilitar a Messi con un toque: 0-2. Excelente en la elaboración del 0-1, el Barça se recreó en la recuperación y sanción de los fallos del Betis. Alrededor de la figura de Messi, los goles cayeron sin parar para suerte de Luis Suárez, que ya cuenta 10 en los últimos seis partidos, nueve en cinco enfrentamientos con el Betis. Los andaluces acabaron derrengados después de plantear 11 partidos, 11 mano a mano en los distintos sectores del campo, propuesta muy propia de Quique Setién. El encuentro quedó a merced de quien inaugurara el marcador y el Barça no perdonó, nada nuevo si se tiene en cuenta que lleva 17 victorias y tres empates en 20 partidos de Liga. Hoy, es una máquina de matar.
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