Barcelona compacto, Busquets al cuadrado
Sacchi, Del Bosque y compañeros de vestuario ensalzan la versión del mediocentro, cómodo con el planteamiento táctico de Valverde
Hace dos veranos el PSG tentó al Barça con 100 millones para fichar a Sergio Busquets. “Si no ponen los 200, que es lo que indica su cláusula...”, le respondieron al agente del futbolista, Josep Maria Orobitg, cuando trasladó la propuesta al club azulgrana. No hubo negociación ni disgusto del mediocentro, encantado de seguir en el equipo de sus amores. “Si buscáramos, no encontraríamos en el mercado a un Busi, un futbolista que encaje tan bien con nuestro estilo”, exponen desde los despachos del Camp Nou. Sobre todo en este Barça de Valverde, donde las líneas se unen tanto en la presión como en la basculación, equipo compacto a más no poder. Una disposición táctica y una actitud que resalta a Busquets. “Busi es un jugador tan bueno que en cualquier situación sigue siéndolo. Pero ahora está jugando más arropado y como con cualquier futbolista tácticamente inteligente, su rendimiento aumenta”, resuelven desde la ciudad deportiva, conscientes de que para poder anular al Villarreal (20.45. Movistar Partidazo) y su juego de medios necesitan al mejor Busquets.
Jugaba el Barça de Luis Enrique en su última época a cara abierta, más a la contra que imponiendo control. Y, con el equipo partido, Busquets sufría para tapar las líneas de pase. “Tuvo problemas cuando los espacios en la basculación eran muy grandes y el equipo se desordenaba al perder el balón porque los rivales buscaban las espaldas de los laterales, siempre ofensivos”, señala Miguel Ángel Lotina, que dirige al Tokyo Verdi japonés. Pero ya no ocurre lo mismo porque Valverde aplica la teoría de los 10 metros, que es la distancia máxima a la que puede estar un futbolista colindante con su posición. “Todo lo que sea tener cerca a Piqué y Suárez es bueno porque es menos distancia que recorrer y menos esfuerzos que hacer”, cuenta el exseleccionador Vicente Del Bosque. “Cuando un equipo juega junto, la mayoría de los futbolistas se beneficia”, interviene Arrigo Sacchi, técnico del legendario Milan de finales de los 80; “y Busquets más porque tiene una inteligencia muy desarrollada. Solo así se puede entender que pasara de Tercera a Primera con Guardiola y fuera desde el principio el jefe de la idea del juego”.
Decía Messi que en su equipo pondría por norma a Busquets, jugador que siempre está al quite y al corte. “Es un especialista en la posición, tiene sentido del juego y el conocimiento perfecto de lo que requiere esa demarcación porque sabe cuándo meterse entre los centrales y cuándo hacer la presión incluso como el primer hombre. Lo ideal sería que no hiciera esos esfuerzos, pero se lo exige su afán de ser un faro en el acoso”, revela Del Bosque. Le secunda Gerard Piqué: “Tácticamente lee como nadie los partidos”. Remata Lotina: “Y cuando el equipo se equivoca, él con cuatro o cinco pasos lo corrige”.
Inteligencia táctica
“La gente piensa que se juega con el pie, pero no es así. Decía Michelangelo que los cuadros se pintan con la mente y que las manos son un medio. Pues Busquets tiene la inteligencia táctica, es extraordinario, da equilibrio, siempre está en la posición correcta. Un entrenador que piense en alegría y harmonía para s equipo, no puede no querer a un jugador así”, le piropea Sacchi. “Hay conceptos en el fútbol que se enseñan y de tanto entrenarlos se hacen de forma inconsciente. Pero hay otros que vienen de serie y Busquets tiene la inteligencia, como demuestra también con las faltas tácticas. Aunque ha habido varios candidatos al puesto, es él quien ha llegado y se ha quedado”, resalta Lotina. Del Bosque añade: “Esa inteligencia no es fácil tenerla. Unas veces es bueno dar un pase hacia delante y otras, uno de seguridad. Y eso lo interpreta perfectamente”. Y Digne, compañero de vestuario, se posiciona: “Es el mejor del mundo en su posición”.
Sucede, sin embargo, que Busquets no solo defiende porque no es raro verle una ruleta, un amago, un quiebro… “Se desmarca bien, entiende antes que los demás lo que pasa, tiene clara la idea de juego, recibe el balón con ventaja y cuando lo recibe mal, pasa a quien está mejor colocado que él”, explica Sacchi. “Para romper líneas, maneja muy bien el pase interior a Iniesta y Messi, que se perfilan de fábula por detrás de los mediocentros rivales”, agrega Lotina. Así lo entiende Denis Suárez: “Jugar por delante de Busquets es increíble porque filtra pases que te dejan en ventaja para encarar. Me lo hace todo mucho más sencillo”. Piqué apostilla: “En los rondos, pocas veces le verás en medio”.
Y es que Busquets, raíz del juego azulgrana y quitanieves para los equipos adversarios, ofrece con Valverde y su Barça compacto la mejor de sus versiones.
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