Al Barça le duele la espalda sin Umtiti
Valverde aspira a reforzar la posición de central y también la de tercer delantero a la espera de Dembélé
Nadie daba un céntimo por el Barça en agosto después de salir trasquilado de la Supercopa por el Madrid. Había perdido a Neymar y por cuestiones económicas declinó fichar a Coutinho y a Di María. Había incluso una cierta compasión hacia Valverde. El equipo, sin embargo, permanece invicto desde entonces y ahora se le exige como líder de la Liga y de su grupo de la Champions, clasificado para los octavos antes de recibir mañana al Sporting.
Hay dos factores fundamentales para explicar la jerarquía del Barça: Messi, cada mes más importante en un equipo limitado ofensivamente, y Ter Stegen, símbolo de una defensa que solamente ha encajado siete goles en 14 partidos de Liga. La solidez de la zaga y la capacidad de desequilibrio del 10 han servido para afrontar partidos tan delicados como el de Mestalla y el de Turín. El empate concedido ante el Celta, en cambio, provocó ciertas dudas sobre el sistema de contención azulgrana, agravado por la seria lesión de Umtiti.
El central francés estará de baja ocho semanas y no podrá alinearse en partidos tan exigentes como el del domingo en campo del Villarreal ni en el clásico del Bernabéu, así como tampoco en las salidas a Anoeta y el Villamarín y difícilmente estará en Cornellà. Umtiti personificaba la firmeza del Barça hasta que fue desbordado por Iago Aspas. Al Barça le marcaron dos goles en un partido por primera vez después del 2-0 de Chamartín.
La ausencia de Umtiti se añade a la de Mascherano, que seguramente no reaparecerá hasta el clásico, o en la jornada anterior contra el Deportivo. Así que a Valverde solo le quedan dos centrales para afrontar un exigente calendario: Piqué y Vermaelen. Y ya se sabe que la fiabilidad del belga es limitada por sus problemas físicos, a pesar de que ha cumplido bien hasta el momento tanto en el Barça como con Bélgica. La alternativa es fichar en enero o confiar en David Costas.
El Barça puede incorporar en enero a Yerri Mina, central colombiano de 23 años del Palmeiras, a cambio de nueve millones de euros, el precio pactado con la entidad de Brasil. No es el único candidato, sino que el club ha preguntado también por Di Ligt, del Ajax, y por Íñigo Martínez, de la Real Sociedad, cuya posible incorporación en verano, propuesta por Valverde, incomodó a veteranos como Mascherano. El Jefecito, sin embargo, ya ha anunciado al club que se quiere ir a más tardar en junio y, posiblemente, antes de acabar 2017.
Mascherano dispone de ofertas de varios clubes, especialmente de China, y aspira a disponer de más minutos de los que tiene con el Barça para asegurarse su participación en el Mundial 2018 con Argentina. El Barça no accederá a su petición y le instará a aguantar hasta junio mientras el técnico sopesa igualmente dar más minutos al central del filial David Costas después de su debut en la Copa ante el Murcia.
La palabra la tiene Valverde. El entrenador ha encontrado hasta ahora solución a los muchos problemas que se le han planteado en el Barça. La obsesión del Txingurri fue siempre compactar al equipo, circunstancia que comprometía tanto a los delanteros y medios como a los zagueros; solo quedaba eximido Messi.
El sistema defensivo no era una cuestión individual sino grupal en un equipo en el que, uno por uno, no dispone de los mejores para proteger al espléndido Ter Stegen. Hay dudas sobre Semedo, un lateral que apunta buenas maneras, inferior en cualquier caso por ahora a Sergi Roberto. Y Jordi Alba es tan desequilibrante en ataque como permeable como lateral izquierdo, como demostró Aspas.
La clave está en la tarea de presión y recuperación que afecta a futbolistas como Busquets y Paulinho. No es casual que Iniesta nunca defienda por dentro y que el tercer delantero sea a menudo el primer defensor con Luis Suárez. Valverde le da muchas vueltas al puesto no asignado desde la marcha de Neymar y que ha servido para juntar al Barça.
La soberbia actuación de Aspas, capaz de atacar los espacios a espaldas de los centrales, sacar de sitio y romper a Umtiti, obliga al Barça a reparar en su sistema defensivo y, al tiempo, a mejorar sus prestaciones ofensivas porque solo concretó dos de los 21 tiros al marco de Rubén. Los cuatro empates concedidos últimamente —Olympiacos, Juve, Valencia y Celta—, comprometen también a los delanteros y denuncian la falta de contundencia en las dos áreas. La situación invita a que la junta directiva siga pensando en fichar no solo un central sino un medio desequilibrante como Coutinho para fortalecer la imagen del líder de la Liga, refrendada por la derrota del Valencia en Getafe, y ya clasificado para octavos de la Champions.
Iniesta no jugará este martes ante el Sporting
Iniesta, que se retiró por molestias del partido contra el Celta (m. 53), no jugará este martes contra el Sporting de Portugal en el último encuentro de clasificación de la Liga de Campeones por una sobrecarga en el sóleo de la pierna izquierda, según el parte médico emitido por el Barça.
El comunicado sobre el estado de Iniesta coincidió con el mensaje enviado por Umtiti después de saber que causará baja por ocho semanas: “Volveré más fuerte”.
Valverde preparó este domingo el partido de Champions con hasta siete jugadores del filial: Ezkieta, Martínez, Vitinho, Arnaiz, Oriol Busquets, Palencia y Aleñà.
La sesión contó con la presencia de Rijkaard, el técnico que hizo debutar a Messi y que el sábado vio en el Camp Nou el partido con el Celta. “Messi es Dios, se merece todos los elogios, al igual que Iniesta”, afirmó el entrenador que dirigió al Barcelona durante cinco temporadas (2003-2008), tiempo en que ganó una Champions y dos Ligas.
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