Higuaín se venga de San Paolo
El delantero argentino, abucheado permanentemente por el que fuera su estadio, entrega la victoria a la Juventus (0-1) y compromete la primera plaza del Nápoles
A Gonzalo Higuaín los aficionados del Nápoles le han tirado por el retrete -una representación de juguete, se entiende-, han decorado con su cara rollos de papel higiénico, han quemado la que fuera su camiseta, y lo más suave que le cantan desde la grada es Judas, traidor o mercenario, entre otras lindezas. El regreso del Pipa a San Paolo, templo napolitano, el que fuera su estadio entre 2013 y 2016, se enmarca dentro de una especie de película de terror, pero con la particularidad de ser solo un personaje el que corre peligro. Sin embargo, a Higuaín le resulta igualmente incómodo y estimulante, tal y como demuestra su comportamiento corporal sobre el campo. Anoche, cuando el mundo observaba el sorteo del Mundial de Rusia e Italia penaba por su histórica ausencia, en el país se atendía, como punto de desahogo, al encuentro entre el Nápoles y la Juventus, primero y tercero de la Serie A, uno de los encuentros decisivos en del campeonato y no defraudó.
Ganó la Juventus gracias a un gol de Higuaín ("No tengo nada que decir. Ya he hablado sobre el campo", aclaró a los periodistas el argentino tras el partido), que se rebeló contra un entorno hostil, cebado en la necesidad de increpar continuamente al ahora jugador del eterno rival. "Higuaín es un fenómeno en estas situaciones. Tienen 90 millones menos, pero tres puntos más", resolvió Maurizio Sarri, el técnico del Nápoles, con esa retranca sabia que le caracteriza. "Higuaín lleva meses en una forma asombrosa. Hubiera sido una pena no contar con él en un partido así", admitió Gianluigi Buffon. "Ganar en Nápoles no es fácil, pero tenemos que mantener la calma, aunque es verdad que estuvimos muy bien", remachó el portero de la vecchia signora.
Higuaín marcó en el minuto trece de la primera parte después de recibir un gran pase de Dybala, muy activo durante todo el encuentro. En carrera, con esa potencia que le caracteriza en los tramos cortos, el Pipa se lanzó con todo adelantándose a la salida de Reina y picó la pelota por el primer palo. Salió disparado llevándose la mano a la cara y gritando para liberarse de la tensión. Lo cierto es que el partido reunía a dos equipos particularmente distintos, que aunque poseen a algunos de los jugadores más técnicos del campeonato (Insigne, Hamsik, Mertens en el lado celeste, Pjanic, Dybala y Douglas Costa en el otro) ejecutan un juego dispar. Más armónico resultó el Nápoles, jugando con tranquilidad pero aprovechando la explosividad de su línea de ataque, una auténtica devoradora de espacios. Adoptó un papel más contragolpeador la Juventus, con Dybala como principal ejecutor en búsqueda continua de Higuaín. Matuidi, una roca, trató de equilibrar el centro del campo.
La derrota del Nápoles supone la primera de la temporada para los azzurri (12 victorias y dos empates en las anteriores 14 jornadas), que pone en peligro su liderato en la Serie A. El único equipo que hasta el momento ha puntuando en todos sus encuentros es el Inter de Milán (11 victorias y tres empates) que el próximo domingo se enfrenta al Chievo Verona en el Giuseppe Meazza, con la oportunidad de asaltar la primera plaza. La Juventus, con 37 puntos, se ha colocado a uno del Nápoles, y vuelve a situarse en plena disposición para pelear por el que sería su séptimo scudetto consecutivo. "Si queremos ganar un nuevo título de liga, después de que en los últimos tres años hemos estado cerca de ganar todas las competiciones en las que hemos participado, tenemos que hacer algo fuera de lo normal. Lo ordinario no será suficiente", aseguró Massimiliano Allegri, técnico de la Juve.
Higuaín se operó de la mano izquierda (tenía una fractura en el tercer metacarpiano) el pasado lunes, y los primeros partes médicos indicaban que no llegaría a tiempo al partido ante el Nápoles. Al final lo hizo y marcó. Quizás cuando Allegri habla de cosas extraordinarias se refiera también a este tipo de recuperaciones. Lo cierto es que a pesar de los pinchazos ante la Lazio (1-2) y la Sampdoria (3-2), la Juve vuelve a estar en la pelea.
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