Los Celtics brindan una enorme lección de superación ante los Warriors
El equipo de Irving supera todas las dificultades, remonta 19 puntos (92-88) e iguala su racha de 14 victorias de 2010 | Houston anota 90 puntos en media parte y Harden acaba con 48 en Phoenix (116-142)
No hay mejor argumento para rebatir a quienes desdeñan la larga fase regular de la NBA que duelos tan competitivos y emocionantes como el que ganó Boston a Golden State (92-88). Los Celtics interpretaron a la perfección su visión más estereotipada, la de un equipo que se aferra a una convicción ganadora que parece infinita y con la que se erigen en un rival funesto para cualquiera que se les plante enfrente. Lo sufrieron en sus carnes los Warriors, vigentes campeones y máximos favoritos de nuevo al anillo. El equipo de Oakland dominó el duelo durante muchos minutos, con ventajas importantes, pero no pudo en definitiva doblegar ese espíritu indomable de los Celtics, que se llevaron el partido con toda la épica y la emotividad potenciada por la apasionada atmósfera que se respira en el TD Garden de Boston.
Kyrie Irving refrendó su madera de líder con todas las de la ley, la que justifica su decisión, el pasado verano, de dejar Cleveland y la alargada sombra del rey LeBron James. Jayson Tatum, a sus 19 años, consolidó su perfil de sólido y valioso titular siguiendo las trazas de Jaylen Brown, otro jugador que en su segundo año en la Liga ha alcanzado un altísimo rendimiento. Y junto a ellos dos veteranos como Horford y Marcus Morris, que han encontrado en el TD Garden las condiciones idóneas para exprimir la madurez de sus carreras.
BOSTON, 92; GOLDEN STATE, 88
Boston: Irving (16), Brown (22), Tatum (12), Morris (12), Horford (18) –equipo inicial-; Baynes (4), Ojeleye (2), Smart (1), Rozier (5) y Theis (0).
Golden State: Curry (9), Klay Thompson (13), Durant (24), Draymond Green (11), Pachulia (6) –equipo inicial-; West (6), Iguodala (8), McGee (0), Livingston (2), Casspi (2) y Young (7).
Parciales: 18-28, 24-19, 26-21 y 24-20.
TD Garden de Boston. 18.624 espectadores.
Todo ello explica el triunfo de los Celtics sobre los Warriors, el 14º consecutivo, una marca que iguala la del equipo de 2010 en el que figuraban figuras como Kevin Garnett, Pierce, Rondo y Ray Allen. Estos Celtics que dirige el joven entrenador Brad Stevens ganaron a los Warriors a pesar de todos los pesares: medirse al mejor equipo de los últimos años y uno de los mejores de todas las épocas; de no poder contar con Gordon Hayward, una de sus figuras, lesionado para toda la temporada; de que los Warriors llegaron a dominarles en varias fases del partido por 17 puntos; y de la aportación discreta de su banquillo, 12 puntos frente a los 25 del de los Warriors.
Los Celtics ganaron también a pesar de su bajo porcentaje de tiro (32%), especialmente en los triples (22%). Pero donde no llegaron sus lanzamientos, llegó su defensa, la más eficaz de la Liga (recibe una media 94 puntos), capaz de rebajar los estropicios del mejor equipo ofensivo del campeonato (los Warriors promedian 119 puntos). Los tiros libres fueron otro factor determinante. Los Celtics, a veces entre las desesperadas protestas de sus rivales, forzaron 38 y transformaron 33. Los Warriors, en cambio, solo lanzaron 19 y convirtieron 12.
Kevin Durant anotó 24 puntos, pero Stephen Curry se atragantó con la defensa de Irving y los Celtics y se quedó en nueve puntos. Algo parecido le pasó a Klay Thompson, que solo anotó 13. Los Celtics explotaron al máximo las aportaciones de sus titulares: 18 puntos y 11 rebotes de Horford, 22 puntos y siete rebotes de Jaylen Brown, 16 puntos, siete de ellos de tiros libres, de Kyrie Irving, que también sumó cinco rebotes y seis asistencias después de deshacerse de la máscara con la que empezó el partido para proteger los huesos fracturados de su cara tras un golpe dos partidos atrás.
La resolución del partido fue emocionante, con diferencias mínimas que hacía presagiar una prórroga. No la hubo. Kyrie Irving y Tatum decidieron en los últimos 14 segundos a base de tiros libres. Kevin Durant, y ya a la desesperada, Curry y Thompson fallaron los últimos cartuchos de los Warriors, sorprendidos por la extrema combatividad y eficacia de los Celtics, un equipo ciertamente muy especial y que suele hacer honor a su historia, la que le distingue como el que más anillos ha ganado y, sobre todo, como el celoso guardián de una épica y una autoestima tan legendarias como vigentes.
Houston venció en Phoenix (116-142). Chris Paul reapareció después de una lesión que le ha tenido 14 partidos fuera del equipo. Los Rockets dominaban por 65-90 en la media parte. James Harden acabó con 48 puntos, 33 en la media parte. Chris Paul estuvo 21 minutos en la cancha y aportó 11 puntos y 10 asistencias. Esos 90 puntos en media parte suponen un récord de la franquicia tejana. Igualan la segunda plusmarca, la obtenida por Denver Nuggets en 1990. La mejor marca al descanso la obtuvo Phoenix, con 107 puntos en un partido disputado también en la temporada 1990-1991.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.