El Bernabéu castiga a Benzema

Decía Zidane en Londres que no creía que la falta de gol y puntería había generado un bloqueo mental en el vestuario. Las caras —más de alivio que de alegría— con las que celebraron anoche el tanto de Casemiro parecen decir lo contrario. La facilidad y soltura con la que el Madrid empezó a mover la pelota después del golazo de Asensio, el del 2-0, también parecen decir lo contrario. Sin la angustia que genera ver fallar ocasiones una tras otras con el reloj que corre en contra, el Madrid se aligeró. Literalmente se quitó un peso de encima. “Hemos sabido aprovechar los espacios que han dejado después del 1-0. Nos viene bien una victoria así para que anímicamente recuperemos la confianza, la estabilidad y el equilibrio. Poco a poco, este es el camino”, resumió Sergio Ramos.

Se aligeraron todos, menos Cristiano, que sigue con la mochila llena de piedras. El miércoles en las tripas de Wembley invitó a todo aquel que le preguntara por la falta de puntería a poner su nombre en Google. El portugués sólo lleva un tanto en esta Liga y no marca en el Bernabéu en el campeonato desde el partido contra el Sevilla de la pasada temporada. Ayer se quedó de nuevo en blanco pese a rematar nueve veces a portería.

Ni siquiera las asistencias —la que le dio a Isco en el 3-0— le alegran la cara. Antes del comienzo del partido, se sentó en los escalones del túnel de vestuarios, como si estuviese repasando mentalmente la receta para el gol, mientras sus compañeros, de pie, se chocaban las manos y se daban mensajes de ánimo. A la tercera que falló, Cristiano se quedó sentado en el césped dando puñetazos. No había pasado ni media hora de partido. Ya en la segunda parte, después del 3-0 y de otro remate que se marchó fuera, el portugués soltó una risa amarga mirando a la nada. El público empezó a mimarle con aplausos.

Otro trato, en cambio, le reservaron a Benzema. El francés volvió a ser pitado. Le silbaron por perder un balón, por fallar un mano a mano con el portero en el minuto tres; por cabecear el aire un balón de Asensio (remató dos veces en todo el partido). No había marcaje, no midió bien los tiempos del salto. La mayor pitada se la dedicó el público cuando Zidane le cambió en el minuto 75. Desde la grada de animación empezaron a corear “Karim, Karim, Karim Benzema” y los pitos del resto del público fueron aún más fuertes.

¿Por qué cree que ha habido esa diferencia de trato?, le preguntaron al técnico. “No sé, yo no vi eso. Lo que queremos hacer nosotros es seguir trabajando y seguir haciendo las cosas bien. Es verdad que si miran la liga no tienen muchos goles y ellos son los primeros que no están contentos. No pasa nada, lo importante es el trabajo y las ocasiones que creamos… hoy han marcado Isco y Asensio y dentro de poco marcarán seguro Karim y Cristiano. Tranquilidad con eso”, contestó.

Benzema no marca en casa en Liga desde el pasado mes de abril, contra el Alavés. Hace un par de semanas, contra el Tottenham, también escuchó silbidos por una ocasión muy clara que falló. En el Madrid aseguraron que eso le genera cierta ansiedad y que si jugara sin público su porcentaje de acierto mejoraría considerablemente. En el parón de selecciones, Zidane tendrá tarea psicológica con el nueve del Madrid. Por primera vez, por cierto, podrá trabajar con la BBC al completo ya que ninguno de los tres ha sido convocado.