Cinco razones para adquirir una bicicleta de montaña eléctrica
Así han revolucionado las 'e-bikes' el mundo de las dos ruedas
Tengo que confesar que desde que salieron al mercado pensaba que las bicicletas eléctricas eran un contrasentido. Una bici con motor… ¿No es una moto? ¿Qué sentido tiene pedalear con un motor? Me daba la sensación que era algo parecido a caminar por cintas desplazadoras eléctricas como las de los aeropuertos en vez de por un sendero de montaña. Pensaba esto, hasta que los de Garmin, en su showroom de Mallorca, me invitaron a probar una bicicleta eléctrica. Descubrí, entonces, todo un mundo nuevo de sensaciones dentro de la bicicleta.
En Mallorca, la bicicleta que nos cedieron parecía pesada, con ruedas anchas y nada esbelta. Empezamos a rodar por la carretera, en llano. Pasado unos 10 minutos yo no veía ventaja alguna al motor, pero entonces nos salimos del asfalto y nos metimos por un camino de tierra que serpenteaba paralelo a la costa. Tenía el motor en posición “eco”, y ya empecé a notar que rodaba mejor de lo que suelo hacerlo por tierra. Al poco tiempo emergió una cuesta en el camino tipo rambla, con el terreno roto y llenas de grietas de escorrentía. Una de esas cuestas que te hacen pegar el culo al sillín para que no patine la rueda de atrás, darlo todo hasta que te arden los muslos y sacar la mejor técnica que tienes. En mi caso, una de esas cuestas que me hacen poner pie en tierra y subir empujando la bici. Pero entonces el guía me dijo: “pon en modo boots el motor”.
Con fe ciega, puse el motor dos puntos más, miré a la cuesta, sujete el manillar con fuerza y empecé a pedalear con la vista fija en el final de la cuesta. Mi esperanza era que la bofetada no fuese ni muy ridícula ni muy dolorosa. Pero sorprendentemente las gruesas ruedas salvaron las grietas, la bicicleta se mantenía recta y yo escalaba la cuesta como un gavilán remonta una corriente térmica, hasta el final, hasta el pináculo. Y lo mejor de todo, ¡era divertido! La primera vez en mi vida que subir una cuesta con una bici me proporcionaba placer ¿Esto es lo que hace una bicicleta eléctrica? ¡Viva la madre que parió al inventor de las e-bikes!
Seguimos pedaleando por la ruta, pero yo ya tenía otro ánimo, algo completamente nuevo para mí: quería más cuestas. Algo de llaneo, algunas bajadas, y las correspondientes y superdivertidas cuestas. Cada vez que aparecía una esprintaba como un niño feliz. La experiencia, fue fantástica.
Yo me había quedado con más ganas de bici eléctrica y aprovechando que Miguel Rodriguez, director de comunicación de Mammoth, formaba parte de mi equipo, le solicité encarecidamente que me dejasen probar unas cuantas bicis eléctricas. Quería ver si realmente una bici eléctrica tiene ventajas o es que me había dejado llevar por el entusiasmo en aquella soleada jornada en Mallorca. Sin problemas, Miguel llamó a la centro Mammoth de Las Rozas, donde me esperaba Manu, experto y rider del centro, para darme un curso acelerado de e-bikes y dejarme 3 bicis con diferentes características. Esto es lo que saqué en claro.
[1] Las cuestas dejan de ser una tortura para convertirse en una diversión. No sé usted, pero solo he visto a una persona subir las cuestas con una MTB y pasárselo bien, además la subía como si fuese una cabra montesa…claro que su apodo es “el bicho”. Para mí las cuestas eran sufrir, con una ebike se han convertido en diversión. Esto significa que, con una bicicleta eléctrica, casi toda la jornada es esparcimiento.
[2] Las rutas más largas o difíciles son más accesibles. Con la ayuda extra del motor eléctrico los ciclistas en menor forma física o con menos técnica, pueden acceder a rutas que antes les estaban vetadas. Y los que están fuertes como el vinagre puede intentar nuevos retos. Una bicicleta eléctrica amplia fronteras a todos los riders
[3] Se suda tanto o más que antes. Uno puede pensar que la bici te evita el esfuerzo, pero no, yo acabo igual de agotado que con una bici sin motor. A lo mejor porque se rueda más tiempo, porque al pesar más la bici se activa más la musculatura de brazos y tronco, o porque uno se está divirtiendo tanto que no es consciente del esfuerzo realizado.
[4] Se estrechan las distancias entre riders buenos y menos buenos. Esto quiere decir que pueden atacar la misma ruta un grupo de amigos o familiares donde el nivel sea diferente. Si usted quiere que su marido o mujer le acompañe en sus salidas, quizá una ebike sea el regalo perfecto para estas navidades
[5] Las bicicletas eléctricas prolongan la vida del ciclista. Cuando ya ten van cayendo las castañas y se acumulan las lesiones, no se funciona igual que cuando se tiene veintipocos años. Yo tengo una rodilla machacada, con 5 operaciones, gracias a una ebike he vuelto a montar como cuando mis dos piernas estaban sanas como lechugas.
Como elegir una ebike
Se debe pensar en una e-bike como en una bicicleta normal excepto por la salvedad de que dispone de pedalada asistida. Esta es una ayuda para salvar tramos de una ruta que con el propio esfuerzo no se podría o para mantener unas pulsaciones más estables. Por lo demás, se debe planificar rutas y esfuerzo igual que en una bicicleta sin motor eléctrico.
Para poder elegir una e-bike que satisfaga las necesidades de cada uno, se deben tener en cuenta los siguientes factores:
[1] Terreno por el que se suele rodar. Dependiendo si el terreno es más o menos quebrado con obstáculos más duros se debe seleccionar una rueda de 29" o una rueda fattie. Estas últimas para terrenos más exigentes, aunque ambas tienen sus ventajas e inconvenientes.
[2] Distancia que se suele recorrer. Este factor determina la capacidad de la batería a elegir.
[3] Rutas largas con alforjas. En cuyo caso habría que decidirse entre una bicicleta con suspensión doble para rutas largas o suspensión rígida que confiere mayor agilidad y ligereza.
Existen cuatro motores en el mercado que dan una experiencia de rodaje distinto:
Bosch y Yamaha, son los mas enérgicos, con un par alto en las primeras pedaladas y que se nota mucho el empuje al principio y suavizándose posteriormente. Este es el tipo de motor que gusta mucho a los riders que vienen del enduro, trial o motocross
Después estaría Shimano, un motor muy progresivo, sin tirones y muy silencioso. Este motor gustará mas a todos aquellos que vienen de la bici no eléctrica y les gusta sentir la pedalada. Este sería el motor para los riders más puristas que quieren alcanzar nuevas metas.
Y por último el motor Brose, sin duda es el más silencioso y el más polivalente de los cuatro. Sencillo de configurar y una entrega de asistencia muy buena, siempre que se lleve una cadencia de pedalada óptima (entre 80 y 85 pedaladas por minuto). La asistencia al pedaleo se hace imperceptible hasta que se llega a una cuesta entonces la ayuda es notable. El Brose sería el motor para aquellos que quieren una ayuda extra en sus rutas.
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