Cristiano Ronaldo: “A los 11 años no tenía un músculo, y decidí trabajar más que los demás”

"El nuevo animal ya está en casa", publicó el pasado jueves Cristiano Ronaldo en sus redes sociales junto a un vídeo de él al volante del coche más rápido del planeta, un Bugatti Chiron valorado en casi 2,5 millones de euros. Según la revista Forbes, la estrella del Real Madrid es por segundo año consecutivo el deportista mejor pagado del mundo, con unos ingresos de 93 millones de dólares entre su salario y los ingresos publicitarios. Pero estas cifras exuberantes hubiesen asombrado al mismísimo Cristiano si alguien se lo hubiese comentado cuando tenía tan solo siete años y jugaba al fútbol con las botas que heredaba de su hermano.

"La vida no era fácil entonces en Madeira (Portugal). Solía jugar con botas viejas que heredaba de mi hermano o que me prestaban mis primos. Pero cuando eres niño, no te preocupa el dinero", ha escrito este martes Cristiano en la revista The Players Tribune donde repasa su infancia, sus inicios en el fútbol y uno de los momentos más felices de su carrera: cuando ganó la última Champions en Cardiff y lo festejó dentro del terreno de juego junto a su hijo.

"Acabábamos de hacer historia. Tras el pitido final, sentí que había mandado un mensaje al mundo. Pero entonces mi hijo entró al campo a celebrar conmigo… y la emoción cambió al instante", cuenta el delantero portugués. Y agrega: "Lo que más recordaré de mi tiempo en Madrid, y de lo que les hablaré a mis nietos cuando tenga 95 años, es de lo que sentí caminando sobre el césped de la mano con mi hijo, siendo campeón".

Cristiano, que ha alcanzado 412 goles en 400 partidos con la camiseta del Madrid, asegura que ganar continúa siendo su máxima ambición. "La sensación cuando gano ha cambiado. Este es un nuevo capítulo en mi vida, pero mi misión sigue siendo la misma. Quiero seguir rompiendo todos los récords con el Madrid. Quiero ganar todos los títulos posibles. Esa es mi naturaleza. Esa es mi forma de ser", dice CR7 que a sus 32 años es también el capitán y referente de la selección portuguesa que buscará en los dos últimos partidos de la clasificación para el Mundial de Rusia 2018.

Entre los festejos efusivos de gol cada vez que aprieta los músculos tras saltar previamente por los aires y las fotos semi desnudo que comparte en las redes sociales exponiendo sus abdominales, sería difícil creer que Cristiano alguna vez fue delgado. "Es verdad, yo era muy flaco. No tenía músculo. Así que a los 11 años tomé una decisión. Ya sabía que tenía más talento que los demás. En ese momento decidí que también iba a trabajar mucho más duro que ellos. Ya no iba a jugar como un niño. Ya no me iba a comportar como un niño. Iba a entrenar con la convicción de que iba a llegar a ser el mejor del mundo", explica en la carta el goleador y múltiple ganador de títulos tanto con el Manchester United como con el Real Madrid.

"El fútbol me lo ha dado todo, pero también me alejó de mi casa cuando todavía no estaba realmente preparado. Tenía 11 años el día que me mudé de la isla a la academia del Sporting de Lisboa y fue la etapa más difícil de mi vida", confiesa Cristiano sobre su primera experiencia como jugador. A los 15 años, relata, ya tenía muy claro cuál era su objetivo: "Me acerqué a algunos de mis compañeros durante el entrenamiento y les dije 'algún día seré el mejor jugador del mundo'".

Cristiano Ronaldo ganó su primera Champions con el Manchester United en 2008. Según recuerda el jugador, aquel día las emociones lo superaron. Lo mismo cuando ganó el primer Balón de Oro. "Pero mis sueños eran cada vez más grandes. Supongo que así funcionan los sueños, ¿no? Yo siempre había admirado el Madrid y quería un nuevo reto. Quería ganar trofeos con el Madrid, romper todos los récords y convertirme en una leyenda del club", explica CR7.