Joaquín acaba con el Deportivo en la victoria del Betis (2-1)
El extremo acumula 18 temporadas marcando de forma consecutiva
Joaquín, a sus 36 años, sigue tirando del Betis. El veterano extremo hizo los dos goles del triunfo de su equipo ante un Deportivo sin alma, que parece incapaz de competir y que suma solo un punto de 12 disputados. Blando en defensa y con escasas prestaciones competitivas, el Deportivo de Pepe Mel fue borrado del mapa en un inicio bueno del Betis, luego empató en una acción aislada y acabó entregando el choque en una pueril acción de Valverde, que perdió el balón con su equipo volcado en ataque. En el contragolpe, los dos mejores jugadores del Betis, Guardado y Joaquín, dibujaron una meritoria victoria andaluza. No es que el Betis fuera un vendaval. Ni mucho menos. Es débil en defensa y el prometido juego al toque de su entrenador, Setién, es una entelequia. Pero tiene alma y empujó en el segundo tiempo a un Deportivo que mostró, en ocasiones, una preocupante falta de ímpetu. Un oscuro panorama se cierne sobre Mel si su equipo no es capaz de reaccionar en las próximas jornadas. En su sexto encuentro como entrenador frente al Betis, al que entrenó en dos etapas, mantuvo la inercia anterior. Es incapaz de ganarle al conjunto andaluz desde un banquillo rival.
Joaquín hizo los dos goles y acumula un dato demoledor. Son ya 18 temporadas seguidas marcando desde su irrupción en el Betis en el verano de 2000, en Segunda División. Ha hecho goles en Primera, Segunda y en el fútbol italiano. Su alma competitiva y el cariño que siente por el club de toda su vida le permiten mantener el listón muy alto.
Los tantos de Joaquín pusieron el desenlace a un choque en el que se notó que un equipo busca una identidad desde el toque y el otro es un mar de nervios. Setién reitera la idea y sus jugadores lo intentan, pero acaban dudando porque la propuesta les exige mucho. El Betis fue mucho mejor en el inicio del partido, mandando ante la debilidad de un rival con un portero gigante que no daba miedo, Pantilimon, y un entramado defensivo que fue destrozado por las correrías de Tello, Guardado y Joaquín. Al final, en este Betis donde debe reinar el toque, los goles llegan con balones al área que son rematados de cabeza por Sergio León. El desborde de Tello fue meritorio, como desastroso fue el despeje del meta del Deportivo, que dio el gol en bandeja a Joaquín.
El Betis se ponía por delante con merecimiento. El problema del equipo de Setién es que su sistema defensivo es muy endeble. El Deportivo se estiró algo y encontró demasiado premio en un doble remate desde fuera del área. El primero de Borges dio en el larguero y el segundo, de Cartabia, entró como un misil al recoger el rechace mal defendido por los jugadores del Betis. Setién configura a su equipo de manera arriesgada, con pocas precauciones defensivas. El Deportivo, no obstante, se encontró con el empate cuando menos lo merecía.
El Betis apretó en la segunda parte. A veces de manera alocado, lo que pudo costarle muy caro puesto que el encuentro se abrió. Sin embargo, el Deportivo no tuvo talento ni velocidad para sorprender a su rival. Cedió mucho terreno, se defendió mal y acabó entregando el encuentro en una jugada en la que Valverde perdió un balón en campo rival. Cazado a la contra empatando fuera de casa, el Deportivo evidenció su pésimo momento. Esta nueva derrota le castiga mucho porque el mensaje de Mel parece no calar en el vestuario. En los detalles importantes del partido, siempre fue el Betis el que acertó. Eso le permite respirar en la clasificación con seis puntos después de dos partidos ganados en el Benito Villamarín, donde acuden más de 45.000 espectadores cada jornada. Una buena cifra la que lucen los andaluces teniendo en cuenta que el próximo miércoles visita el Santiago Bernabéu.
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