El Villarreal despierta a costa del Betis

La línea entre la virtud y el defecto es muy fina en el fútbol. El Betis tiene un entrenador con una filosofía definida, tan romántica como suicida si no se poseen actores de buena técnica para llevar a cabo el plan razonado en la pizarra. Falló Adán con los pies y dio vida al Villarreal que logró remontar con solvencia un partido que comenzó con susto tras un gol inicial de Sergio León. El error de Adán despertó al Villarreal que recuperó el ánimo derrotando al Betis con orgullo, intensidad y los goles de sus nuevos delanteros, Bacca y Enes Ünal que se sumaron al de Castillejo.

El Betis, para bien y para mal, ya tiene el sello de Quique Setién a quien le resulta innegociable la salida pulcra del esférico en sus equipos. En el conjunto verdiblanco parte desde Adán, obligado al riesgo si los contrarios ejercen la presión alta como lo hizo el Villarreal. Pausa en el inicio y en la elaboración, vértigo en las transiciones. Velocidad y precisión que aplicó Joaquín para percutir por el extremo derecho, su hábitat natural, y enviar un centro medido al corazón del área amarilla al que acudió Sergio León para rematar de cabeza con efectividad a la red de Barbosa, el único portero sano en el Villarreal.

Antes y después del gol de Sergio León, que llegó sin alcanzarse el primer cuarto, el control y la intención en el juego lo ejerció el conjunto de Fran Escribá. El técnico valenciano pudo disponer de un once vistoso en el terreno de juego, no así en el banquillo con cuatro chavales del filial como recurso, con siete futbolistas todavía en la enfermería, la mayoría de ellos titulares, extrañando sobremanera los castellonenses en el arranque de temporada a Bruno Soriano, el líder del Villarreal.

Las fintas y diagonales de Joaquín despertaban temor y admiración por igual en el renovado Estadio de la Cerámica. El peligro verdiblanco llegaba siempre por la banda derecha por la que transita como por el pasillo de su casa el del Puerto de Santa María. Más atropellados resultaban los ataques amarillos, con todo, suficiente para alertar a la defensa bética a la que incomodó más Adán con la insistencia de salir de la cueva como si fuera un rondo intrascendente en un entrenamiento cualquiera, que los propios delanteros amarillos. Arriesgó Adán por enésima vez desde la línea de fondo y el intento resultó funesto. Bacca le robó el esférico y lo introdujo en la portería verdiblanca. El primer gol del colombiano en su regreso a la Liga. Un exsevillista marcando al Betis.

El empate despertó al Villarreal más reconocible en el juego. Y a Adán le tocó ejercer de portero, lo que mejor sabe, parando con las manos, salvando dos disparos intencionados de Bakambu y Castillejo, siendo el malagueño el jugador con más desequilibrio del Villarreal. El primer remate amarillo que no alcanzó Adán fue a parar al poste derecho tras un duro zapatazo de Rodrigo desde la frontal del área.

El descanso apenas concedió una tregua al partido que pudo decantarse para el Betis tras un contragolpe que dejó a Tello frente a Barbosa. El portero argentino evitó el segundo tanto bético con una parada casillesca, con el pie derecho, emulando al ahora portero del Oporto en la final del Mundial de Sudáfrica ante el holandés Robben y que valió a España el título.

No acertó Tello y si lo hizo dos minutos después Castillejo que desde el vértice izquierdo de Adán dibujo una comba perfecta con un disparo de zurda imposible para el meta bético. Con la ventaja apareció el Villarreal hermético. En plena ofensiva verdiblanca Enes Ünal ejecutó al Betis vencido por errores propios y por la recuperada versión del Villarreal.