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LaLiga Santander jornada 3
Deportivo
Deportivo
Adrián 27'Florin Andone 50'
2 4
Finalizado
R. Sociedad
R. Sociedad
Juanmi 2'Illarramendi 4'Llorente 82'Illarramendi 85'

La Real Sociedad se impone al Deportivo y mantiene el pulso en la cabeza de la liga

El equipo donostiarra, con Illarra en la batuta y en la resolución, supera en Riazor a un Deportivo con mucho por construir

La Real celebra el segundo gol de la Real en Riazor.
La Real celebra el segundo gol de la Real en Riazor.Cabalar (EFE)

Madura, con todos los automatismos en funcionamiento y plena de carácter para imponerse a los vaivenes de la pelota, la Real Sociedad se ha instalado en lo alto de la liga. Lo hizo el año pasado para lograr un brillante regreso a las competiciones europeas y lo refrenda ahora para convertirse en la tercera jornada en el único equipo que le aguanta el ritmo al Barcelona. Suma un pleno el magnífico equipo de Eusebio, que se impuso en Riazor a un Deportivo con mucho que construir, a ratos toro, a ratos torero, al que al final le cayó una buena estocada.

Todo lo que sucedió sobre el verde tuvo sustancia porque apeló a la capacidad futbolística de los equipos, pero también a la emocional. En ambas está la Real varios cuerpos por delante del Deportivo, que tuvo que gestionar la hiel de la derrota desde bien temprano. Aún no se había llegado al cuarto minuto y los chicos que prepar Pepe Mel ya habían concedido dos goles entre la somnolencia, el despiste y la permisividad arbitral, que validó un gol de Juanmi en fuera de juego. Casi de inmediato marcó Illarra desde la frontal y dejó dos mensajes. El primero sobre él, mediocentro aplicado, siempre aseado, que ofrece salida y apoyo y en Riazor exhibió pegada en su primera diana y habilidad en el regate para embocar la segunda. Asentado en su tierra, en un entorno amable que le aprecia y le valora, el aparentemente tímido Illarra grita que es uno de los mediocentros del campeonato.

El segundo mensaje que pronto quedó claro es que el Deportivo tiene un problema en la portería. Lo tuvo durante todo el verano, cuando desde el club se le dio y se le quitó importancia, se le volvió a dar y se le volvió a quitar. La ola parecía que no llegaba, o que iba a mojarle los pies al equipo, pero abre septiembre y está empapado. Se intentó con Victor Valdés, luego se dio por hecho a Diego Alves y de pronto se dio por bueno a Rubén, el tercer portero de la campaña anterior. Hace una semana se lesionó y de urgencia se buscó un recambio, el rumano Pantilimon. Contra la Real jugó Tyton, un portero al que se intentó buscar una salida durante todo el verano. Jamás le dio seguridad ni al equipo ni a la grada. Para empezar se comió el remate de Illarra en el segundo gol. Puede alegar que tenía demasiado tráfico delante, pero sería el testimonio de un sospechoso.

Mojado hasta las trancas, el Deportivo se vio obligado a remar. Y lo hizo. Se ordenó a partir de un invitado inesperado porque es un central el que lo organiza con su excelente pie, su magnífica visión para jugar tanro en corto como en largo. Schär es una joya, los americanos dirían que se trata de un robo del mercado. Con él se alumbró el Deportivo, donde se discute sobre la complementariedad de la pareja que conforman Guilherme y Mosquera en la sala de máquinas porque aparentemente trabajan con la misma pala y en idéntica caldera. La Real se acható ante el empuje deportivista, con más coraje que un plan. Marco Adrián antes de la media hora un golazo tras pase de cincuenta metros de Schär a su pie derecho, Dos toque sutiles en dos extremos del campo y un golazo. A veces el fútbol parece así de fácil y así de complicado.

Illarra celebra un gol.
Illarra celebra un gol.Cabalar (EFE)

En contra de la Real podría reprochársele que le faltó colmillo en ese tramo del partido. Apuntó más que dio, con la finura de Januzaj, finalmente anulada por el vigor de Luisinho. A veces de tan bello, el fútbol de la Real se difumina como un pincel impresionista. El Deportivo le empujó con trazo grueso, marcó Andone al inicio de la segunda parte y pareció llevar el partido a su terreno, pero justo ahí se le cayó el equipo a Mel, que ya había encontrado hueco a Lucas Pérez en el equipo en sustitución de Bruno Gama.

El Deportivo se encontró con un empate y un equipo diseñado para volcarse y no regresar, pero sobre todo se topó con la ambición de la Real Sociedad, que no firmó tablas. Se fue hacia arriba el equipo de Eusebio. Lo hizo con la firmeza de quien domina su libreto. Ahí se evidenció la diferencia entre un equipo que quiere y otro que puede. Sí, la Real pasó por el invierno que atraviesa desde hace tiempo el Deportivo. No es un mal espejo para quien quiere crecer. Pocos equipos pueden virar un partido en el que le igualan dos goles. La Real lo hizo en Riazor, volvió a tomar el mando con un dictado que el Deportivo no pudo acallar. Todas las maniobras de Mel fueron en balde, acabó superado y castigado porque tampoco tiene un portero que le sostenga. Tyton volvió a abrir la puerta y la Real Sociedad entró como una galerna para llevarse la victoria en los diez últimos minutos con goles de Diego Llorente e Illarramendi.

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