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Marc Gasol: “Nunca nos hemos creído unas estrellas”

El pívot de la selección subraya el valor de ganar el bronce y que es fácil jugar junto a su hermano Pau

Robert Álvarez
Marc Gasol, poco antes del partido ante Eslovenia.
Marc Gasol, poco antes del partido ante Eslovenia.Juan Carlos Hidalgo (EFE)

Marc Gasol esquiva fuera de la cancha la estela de las victorias y las derrotas, de la euforia y del abatimiento. Su charla va más allá, incluso en una jornada tan dura como la que sigue a la contundente caída de España ante Eslovenia. Compañero de fatigas de su hermano Pau, Marc recibe en Estambul la visita de la familia, su mujer, su hija mayor y sus padres, y se evade por unas horas de un torneo en que la selección ha perdido la ocasión de sumar su cuarta medalla de oro en los últimos cinco años, pero en el que mantiene la opción al podio.

Pregunta. ¿Les ha frustrado la derrota?

Respuesta. Sabemos de nuestro talento, pero también de lo difícil que es ganar y ganar durante tantos años. Estar en diez semifinales seguidas en el Europeo... ¿No sé qué selección lo habrá conseguido? Normalmente hay más altibajos. Hemos mantenido el nivel de ambición y talento, pero siempre desde la máxima humildad. Cuando empecé, Pesic me dijo que la competición es un 10% alegrías y un 90% de decepciones. Aquí, por suerte, es al revés. Aquella frase me impactó y me hizo reflexionar sobre lo difícil que es conseguir medallas cada verano.

P. ¿Se sienten como un Dream Team?

R. No, no, para nada. Nos sentimos como un muy buen equipo. Esto de Dream Team y de estrellas… el deporte no lo veo así. Cualquier equipo, si no trabaja como se tiene que trabajar, si no se sacrifica, si no trabaja de forma conjunta… es igual el talento. Si la unión no es fuerte, cuando recibes uno dos o tres varapalos te hundes. Pero aquí trabajamos y nos sacrificamos por el bien del conjunto. Eso hace que cuando recibimos un golpe nos mantengamos unidos.

P. Lo que han conseguido no se lo quita nadie.

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R. Sí, pero en el deporte solo hay una realidad que es el presente. Cuando compites, el pasado no existe. Eres lo bueno que has jugado el último partido, no antes. Debes mantenerte al máximo nivel en bien del conjunto. En el momento en que bajas te adelantan por la izquierda, por la derecha o por encima.

P. Lleva ya once años con la selección absoluta. ¿Cuál ha sido su peor experiencia?

R. La derrota más dolorosa tal vez fue la de cuartos de final contra Francia en el Mundial de Madrid.

P. ¿Fue la que más se reprocharon?

R. Los reproches no sirven para nada. Aprendes, cada uno evalúa lo que ha hecho mal y lo que ha hecho bien para crecer. No me vale reprocharle a un compañero o a un miembro del staff. Soy más ponerme frente al espejo y ver cómo ha ido, qué es lo que he hecho y lo que no he hecho, y seguir adelante. Si no haces eso, no eres capaz de levantarte.

P. ¿Aquella derrota les sirvió de lección?

R. Es que no se perdió por un exceso de confianza. Fue un mal partido. No llegamos tal vez todo lo preparados que deberíamos mentalmente. Ellos jugaron el mejor partido, nosotros el peor y en una eliminatoria significa que te vas. Forma parte del deporte y por eso pone más en valor estar diez años seguidos en semifinales, que no son diez años, son 20. Ahora hemos vuelto a perder ante un equipo que nos superó en todos los aspectos. Debemos cambiar el chip, recuperarnos. Sabemos lo difícil que es llegar hasta aquí, ganar una medalla. Nuestra naturaleza es competir y vamos a pelear por esa medalla.

P. Dijo que le hacía falta un partido como el que hizo contra Alemania. ¿Por qué?

R. Todos queremos tener partidos buenos, no tanto por lo personal, sino por nuestros compañeros, por Pau, por Juanqui (Navarro), gente que lleva tantos años compitiendo, por la gente que está en casa viéndonos, por los niños, y sí también por aquella mala experiencia en el Mundial, y llega ese partido y tienes ganas de quitarte eso de encima.

P. ¿Es especial este Eurobasket para usted después de lo del Mundial, de perderse el Eurobasket en Francia y los Juegos de Río tras su grave lesión?

Si bajas el nivel, te pasan por encima y Eslovenia nos superó en todo

R. Lo es. Además estoy fuera de posición. No soy un cuatro como entendemos la posición de cuatro, y menos en el baloncesto moderno. Me preparé a conciencia para defender a jugadores más exteriores que yo. Trabajé todo el verano para ganar mucha movilidad lateral, para aguantar el pick and roll, para correr todo el campo, para ser quien se abre. He encontrado este papel y lo he aceptado como un reto. Después de una lesión como la que tuve, ahora mismo no todo es un regalo ni mucho menos, pero sí lo veo todo de una manera diferente. La edad también te da otorga otra perspectiva. Disfrutas más.

P. ¿Es difícil jugar junto a su hermano?

R. Jugar junto a los buenos siempre tiene que ser más fácil, pero debes encontrar la manera adecuada de hacerlo.

P. Scariolo afirmó que no se conforma con lo que tiene, que no desea instalarse en zona de confort.

Jugar con Pau, con los buenos, es fácil si encuentras la manera adecuada

R. No entiendo el deporte sin un proceso de mejora continua. Alcanzar la perfección es imposible, pero me gusta ir añadiendo herramientas a mi caja. Sé que eso, antes o después, me dejará estar más tiempo en la pista. Podré hacer más cosas. Y me gusta tener pocos defectos en la cancha.

P. Jugar de cuatro le puede ser útil también para jugar en su equipo, en Memphis.

R. Espero que no, espero que me dejen jugar más de cinco. Obviamente porque es donde estoy jugado toda la vida, obviamente evolucionando en muchos aspectos pero se puede hacer en momentos que venga, muchas veces con Zach él jugaba más interior y yo más exterior porque él se sentía más cómodo más cerca y nos compenetrábamos muy bien y así lo hicimos muchos años no tengo ningún problema en jugar así siempre que sea un juego dinámico, que se vaya moviendo la pelota y no estemos muy estáticos que es lo que nos hace previsibles.

P. Navarro se retira de la selección, ¿se acaba esa generación?

Juan Carlos Hidalgo (EFE)

R. No sé, eso dijo él. Juan Carlos nos ha sorprendido tantas veces que hasta que no vea que un año no está aquí, no me lo creeré. Aporta muchísimo, no se queja nunca, y se podría quejar porque es una persona con un recorrido y ha vivido situaciones tanto en el Barça como aquí que se podría quejar. Pero nunca levanta la voz, siempre en bien del club. Siempre quiere jugar, sea 20, sea 15 minutos, hace su baloncesto, lo hace muy bien. Es muy importante para nosotros y en bien el baloncesto debería seguir

P. ¿Hay relevo generacional?

R. Se ha retirado alguno, pero no se puede cerrar nunca la puerta a nadie, se debe ir año a año, ir viendo y tener tranquilidad porque los chavales que vienen detrás están muy bien. El grupo que viene de Valencia me tiene enamorado, incluyo a Pierre (Oriola), que ha fichado por el Barça. Fernando (San Emterio) no es joven, pero Joan (Sastre) y Guillem (Vives), y tienen también a Abalde, son jugadores muy, muy válidos, obviamente con Juancho y Willy que son de nivel más ofensivo. Son jugadores de una disciplina y una táctica defensiva de muy alto nivel.

P. Es curioso que se hayan juntado allí.

R. Que se hayan juntado o que les hayan educado allí también en ello. También puede ser porque Pedro Martínez haya hecho una gran labor y les haya hecho funcionar así. Es muy buen entrenador, me gusta mucho porque no está para muchas tonterías. Se centra en entrenar en hacer las cosas que cree que se deben hacer. A veces no está tanto en el qué sino el cómo. Es muy detallista. Con Pedro tuve un gran año, guardo un gran recuerdo de él y no entiendo cómo no está ahora mismo en un banquillo de primera línea.

P. Su hermano Pau, a los 37 años, alarga su carrera, se siente con fuerzas.

R. Es la consecuencia de su manera de cuidarse durante tantos años y de mantener esa ambición por jugar. Se encuentra con confianza y con el mismo nivel para poder seguir una carrera brillante, son ya 16 años en la NBA, seis veces All Star, dos anillos… son cosas muy especiales que se deben valorar. Y tiene la ambición de querer más. Es una gran carrera y estoy encantado.

P. ¿Y usted?

R. Yo sigo mi camino. Tengo muchas de jugar, me gusta y disfruto mucho jugando obviamente depende de los retos que te encuentras. Hay días que disfrutas más o menos. Tengo 32 años, llevo jugando a baloncesto desde los seis, ahora llevaré diez en la NBA y cumpliré 16 de profesional y sigo pasándome los veranos jugando.

Contra el estrés, huerto, kayak y más baloncesto

Marc tiene dos grandes aficiones, navegar y cuidar de su propio huerto. “Son lugares casi terapéuticos para mí. Mi mujer y yo somos patrones de barco. Ahora no podemos salir tanto porque hemos tenido un segundo hijo. A veces salgo a pescar, a veces voy a Castelldefels, antes de que llegue nadie a la playa, y hago mi hora y media de kayak y me lo paso teta, yo solo. Disfruto”.

La afición a la horticultura le permite apreciar más los productos de la tierra y la ecología. “Aprendes a entender el proceso, el trabajo que requieren dejar la tierra descansar, prepararla, plantar. Porque algo que madura en la planta o en el árbol no es lo mismo que madure en una cámara frigorífica, que ha perdido el sabor, que no ha cogido los últimos rayos de sol. En la tierra es diferente y, además, todo es ecológico. Trabajar ahí te desconecta, te hace reflexionar, te relaja. Para mí es un oasis”.

Y además, Marc preside el Bàsquet Girona, donde cuenta con equipos de categorías entre 13 y 18 años y, este año, un senior en la Liga EBA. “Es un lío, pero me ilusiona. Queremos ser un referente”. Y antes de retirarse, un deseo: “Me gustaría acabar jugando allí, en Girona, donde todo para mí empezó a adquirir un sentido. Girona es un lugar muy especial para mí. A veces me dicen que estoy un poco por hacer todo esto, pero soy muy agradecido y todo lo que pueda hacer por devolver a aquella ciudad y a aquella sociedad lo que me ha dado, lo haré. Creo que vale la pena”, concluye.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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