El vendaval de Marc Gasol lleva a España a las semifinales

Marc Gasol irrumpió por las bravas en el salón de las maravillas, destrozó a la selección alemana y situó a España en su décima semifinal consecutiva en el Eurobasket. Su vendaval se desató en el tercer cuarto, cuando España seguía atormentada por su mal inicio y el farragoso partido que dispuso el equipo alemán, siempre al dictado de su base, el de Atlanta Hawks, Dennis Schröder.

Sin Pau en la cancha durante buena parte del tercer cuarto, el equipo español jugó para Marc, que bordó una actuación arrolladora, abrumadora para cualquiera de los pívots que se le pusieran delante. Tan colosal fue su quehacer bajo los aros, entre los brazos de los forzudos gigantes que trataban de zarandearle y torcer su punto de mira, como la puntería con la que percutió desde la línea de triples.

El recital de Marc decidió el partido, autor de cuatro triples, 28 puntos, 16 de ellos en el tercer cuarto, 10 rebotes y cuatro asistencias. Encadenó tres triples y un dos más uno en los últimos cuatro minutos de ese decisivo tercer cuarto. Su serie empezó, además, cuando Sastre y Sergio Rodríguez acababan de anotar otros dos triples consecutivos. El marcador se movió todo lo que no se había movido hasta entonces. El vuelco fue tremendo: de un 47-43 al 53-65 con el que concluyo el tercer cuarto, es decir un elocuente parcial de 6-22 para España en apenas cuatro minutos y medio.

La nueva versión de Marc Gasol la última temporada en la NBA, esa nueva faceta que le permite decidir tanto desde debajo de los aros como desde la línea de tres, fue letal para el equipo alemán. El pívot de los Grizzlies apenas lanzó tres triples hace dos temporadas con su equipo. La última tiró 268 y anotó 104 con un notable porcentaje de acierto del 38%. En el Eurobasket apenas se le había visto hasta el momento. En un papel oscuro, casi siempre secundario en relación al de su hermano Pau o al de los bases, Ricky y Sergio Rodríguez. Hasta que, ante Alemania, cuando más se le necesitaba, emergió con todo su esplendor. Marc Gasol hizo trizas al equipo alemán y redimió a España de un inicio de partido nefasto.

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El equipo de Scariolo empezó fallando un buen lote de tiros libres y transcurrieron más de tres y medio antes de su primera canasta. Su juego se desdibujaba contra el muro alemán. Y Ricky Rubio perdió una bola en un saque de fondo en el momento en que la diferencia (11-2) se hacía tan grande que el tiempo muerto caía por su propio peso. Atacaba mal España. No encontraba la forma de mover el balón para Pau Gasol, ni se aliviaba con algún tiro exterior.

Entró en acción Sergio Rodríguez, mejoró la circulación de balón en el ataque español. Pau Gasol les tomó la medida a Barthel y Theis, mientras que Marc se fajaba con Voigtmann. Empezó a recibir en buenas condiciones Pau y desatascó la cuenta española con ocho puntos casi consecutivos (13-10). El juego era rugoso. Muchos roces, mucha tralla cerca de los aros. El quinteto alemán defendía con firmeza, sin dar un paso atrás, sin dejar resquicios. Las protestas le valieron una técnica a Sergio Scariolo. Alemania se encontraba muy cómoda con su plan. Schröder botaba y botaba, anotaba de vez en cuando, marcaba el ritmo de los acontecimientos. Y Lo, un escolta de 1,92 metros, estuvo muy certero y cooperó con Schröder en la labor de acoso y derribo sobre la defensa de perímetro española (23-16).

La entrada de la segunda unidad espoleó ligeramente a España. La contundencia en el rebote de Oriola, pese a un excesivo ímpetu que le cargó con tres faltas muy pronto, y la precisión de Sastre le dieron buenos réditos a su equipo. El alero mallorquín del Valencia enlazó tres acciones que les vino como agua de mayo a los suyos. Un triple, un robo de balón y un tapón. Pero el partido seguía en el alambre bien entrado el tercer cuarto, con Alemania muy cómoda, a lomos de Schröder, que movía el yoyó y anotaba con una facilidad inaudita. Acabó con 27 puntos y ocho asistencias. Theis le secundó con 15 puntos. Pero al final se impuso la figura de Marc Gasol, desencadenado, imparable. Y a él se agarró el equipo español para volar hasta una nueva semifinal, un paso más en su objetivo de repetir el oro que alcanzó hace dos años en Francia. Ni entonces ni en Río pudo estar Marc. Ante Alemania saldó parte de sus cuentas pendientes.