Schröder, Nowitzki y otro crucial Alemania-España
La defensa alemana y el base de Atlanta Hawks acaparan el foco español, aspirante a su 11ª semifinal europea consecutiva
Dennis Schröder, pelo azabache y ensortijado con un característico mechón rubio, hijo de padre alemán y madre gambiana, lleva cuatro temporadas al timón de los Atlanta Hawks y algo menos al de la selección alemana. El viernes cumple 24 años y hoy, en Estambul y ante España (17.45, Cuatro), pretende devolver a su selección a los puestos punteros del baloncesto europeo. Los disfrutó tiempo atrás gracias a Nowitzki y a sus inolvidables actuaciones.
Alemania consiguió la medalla de plata en el Eurobasket de 2005 en Serbia y la de bronce en el Mundial de 2002 en Indianápolis, citas en las que acarició el mayor éxito de su historia, el oro en el Eurobasket de 1993. España fue víctima directa de los tres fogonazos del baloncesto alemán. Cayó el equipo de Lolo Sainz con un tiro decisivo de Welp en la prórroga de los cuartos de final en 1993 (79-77), cayó el de Javier Imbroda con 20 puntos de Nowitzki en los cuartos de final en 2002 (70-62), ya con Pau Gasol y Navarro en el equipo español, y cayó el de Mario Pesquera con 27 puntos y una canasta decisiva de Nowitzki en las semifinales de 2005 (74-73).
Los recuerdos alemanes recientes son mucho más dulces para la selección de Scariolo. Los últimos cinco duelos los ganó España y el más cercano, hace dos años en Berlín, fue muy especial y tuvo como protagonista precisamente a Schröder. Falló un tiro libre que hubiera podido apartar a España de la segunda fase en Lille y por lo tanto le hubiera privado de la medalla de oro. Fue el último partido de Nowitzki con la selección alemana. La evocación de tantas batallas planea sobre el duelo que volverán a librar ambas selecciones hoy en Estambul. Schröder se ha erigido en el líder ya absoluto sobre el que gira el juego de una selección alejada en los últimos años de los puestos cabeceros de Europa. En este Eurobasket, sin embargo, está causando una magnífica impresión, especialmente en el partido de octavos de final en el que eliminó a Francia.
La libreta de instrucciones de Scariolo para el partido se abre evidentemente con el nombre de Schröder. El seleccionador rememora el partido de hace dos años. “Están siempre Schröder y Pau como referencia, pero alrededor han cambiado muchas cosas. Echo de menos a Sergi (Llull) defendiéndolo bien y aprecio mucho el trabajo de Mirotic sobre Nowitzki. Y Pau Ribas tuvo un papel destacado en aquella victoria. Alemania ha cambiado esa batería de grandes y ala-pívots y ha reforzado el equipo”, explica el técnico de Brescia. Sus consignas: No dejar demasiada libertad a Schröder –“es un cliente complicado para Ricky, que es un gran defensor”, dijo-, mantenerlo en una anotación normal en línea con su media (23,2 puntos) y que la defensa sobre él no sea a costa de un exceso de faltas y ayudas.
Scariolo prevé un partido con muchas dificultades en ataque, dado el buen rendimiento defensivo del equipo alemán. “Compitiendo no siempre se puede ser brillante. Va a ser complicado jugar bonito y fluido, pero hay que jugar eficaz y disfrutar de ello. El equipo se encuentra cómodo con su esfuerzo. Disfrutar desde la eficacia, no de la estética frívola: ahí está la clave del éxito. Debemos saber jugar un partido en el que nuestros deseos serán limitados por la grandísima defensa rival. Debemos tener confianza y paciencia para esperar el tiro bueno, sin ansiedad, sin rectificaciones que no llevan a nada bueno. La paciencia la perdimos en algún momento contra Turquía, pero la recuperamos rápido”.
En Alemania, además de Schröder, destaca Theis, ala-pívot del Brose Bamberg, su mejor reboteador (6,7) y su segundo máximo anotador (10,2), y dos jugadores de la Liga Endesa, el ala-pívot del Zaragoza, Benzing (9,2 puntos de media) y el pívot del Baskonia, Voigtmann (7,5 puntos y 4,3 rebotes), además del ala-pívot del Bayern Munich Barthel. Alemania apareció en un puesto de honor en el Mundal de 2007 en España. Fue quinta. El equipo español aspira a mantener su fiabilidad y meterse por 11ª ocasión consecutiva en las semifinales de un Europeo. La última vez que faltó a la cita fue en el de 1997, precisamente siendo anfitriona. Además, el equipo español lleva ya 18 años seguidos en los que ha estado, como mínimo en los cuartos de final de todas las competiciones que ha disputado.
Scariolo atribuye el éxito a la inversión de los clubes y al trabajo de los entrenadores en la formación de jugadores de la cantera. Pero advierte: “En los últimos años se da la tendencia contraria. Y eso preocupa de cara al futuro y crea un escenario menos rosa. La inversión está yendo a parar a jugadores de otros países que se reclutan desde muy jóvenes y que refuerzan selecciones de otros países, como vemos, por ejemplo con la de Eslovenia”, indicó en clara referencia a Doncic y Radoncic, formados en la cantera del Real Madrid. “Trabajamos muy bien para otros países. Es una tendencia muy peligrosa que se está reflejando en el número de jugadores por los que se apuesta. Pero a nivel de primer equipo tenemos cuerda para un ratito, pero con cierta preocupación”, concluyó el seleccionador.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.