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Pablo Carreño se agiganta ante Schwartzman y disputará las semifinales del US Open

El asturiano, en su mejor momento, vence al argentino en un choque muy intenso (6-4, 6-4 y 6-2, en 1h 59m) y rompe su barrera en un grande y acaricia el ‘top-10’ del circuito. El sudafricano Anderson, su rival

Alejandro Ciriza
Carreño, durante un partido contra Schwartzman.
Carreño, durante un partido contra Schwartzman.Robert Deutsch (USA Today Sports)

Es el triunfo de la discreción y del trabajo, del buen hacer y de ese tenis que no ocupa la primera plana, pero que al fin y al cabo es la esencia del tenis, porque lo de los Federer, Nadal y compañía son casos sencillamente extraordinarios. Es el fruto de muchos años de dedicación y maduración, de una cocción a fuego medio que al final está dando el resultado deseado, porque Pablo Carreño ya está aquí, haciendo ruido y situado entre los más fuertes del circuito. Las semifinales de Nueva York (6-4, 6-4 y 6-2, en 1h 59m) constatan un crecimiento constante y el gran estirón del asturiano, en el que hay depositadas muchas esperanzas una vez que la vieja guardia dé un paso a un lado.

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Se le esperaba a Carreño en clave de futuro y ya es una realidad del presente. Ha ido el asturiano respetando los tiempos y progresando en la sombra, siendo esta la temporada de su consolidación. El curso pasado ya elevó sus dos primeros títulos en la élite (Moscú y Winston-Salem), pero ha sido este el de su irrupción en las principales pasarelas. En Roland Garros alcanzó los cuartos y no pudo sortear la terrible exigencia de Nadal, pero en Nueva York ha roto la barrera y abordará mañana una prueba de fuego contra un cañonero, el sudafricano Kevin Anderson (32 del mundo), que batió al estadounidense Sam Querrey por 7-6 (5), 6-7 (9), 6-3 y 7-6 (7).

Es cierto que la exigencia en Flushing Meadows no ha sido máxima, porque antes de Schwartzman (33) lidió con cuatro tenistas procedentes de la previa, pero su torneo está siendo magnífico. Ha sabido aprovechar la liviandad del cuadro y acaricia el 10º peldaño del ranking, del que solo podría privarle Anderson si este gana el torneo. Es, además, el primer semifinalista masculino español en un Grand Slam que no se apellida Nadal desde 2013, cuando David Ferrer pujó en Roland Garros. Y es, a fin de cuentas, uno de los jugadores más regulares de esta temporada, por lo que se le abren de par en par las puertas de la Copa de Maestros de noviembre.

Tensión en la central

Ayer, en un día húmedo y de mucha calorina en Nueva York, se deshizo del correoso Schwartzman en un choque de mucha tensión. El argentino ofreció resistencia, pero cuando había que tener más entereza el que la tuvo fue Carreño. En la central, bastantes imprecisiones y nerviosismo. El uno y el otro se las tuvieron tiesas con el juez Carlos Ramos, que reprendió a los dos. Primero al argentino, algo tocado al jugar con una contractura en una pierna.

– “¡No puedes fallar así! No está ni cerca… Es claramente mala”,

– “Si yo la canto mala es mala. La marca no es siempre lo que pasó, Diego...”.

– ¡Ha sido mala, clarísima! No… ¡Increíble, Carlos!

Después llegó el turno del español (26 años), presuntamente asistido por su equipo técnico desde el banquillo.

– ¿Qué me está diciendo? ¿Pero cómo me va a decir algo desde allí?

– Pablo, te están diciendo cómo sacar...

– ¡Pero si no se escucha nada...! ¿Quieres igualar el partido o qué pasa? Me he dicho a mí mismo que soy idiota… ¡Qué problema hay con eso! No sé qué te he hecho para que me hagas algo así...

Rezongó el gijonés, pero enseguida se templó y fue abrochando el triunfo. Resolvió los tres sets con dos breaks en cada uno, sin enredos y con autoridad. Schwartzman, el tenista más bajito entre la élite, guerreó de principio a fin y nunca se rindió, pero el control fue del español en todo momento. Masticó la victoria, un día más sin cede un solo set; de hecho, es el único de su ramal que no ha cedido ninguno hasta ahora.

Entrenado por Samuel López en la JC Ferrero Equelite Sport Academy de Villena, el asturiano creció viendo los éxitos del valenciano, que en 2003 disputó la final en Nueva York. Muy cerca está ahora Carreño, el tipo de jugador que dignifica a la clase obrera del circuito y que a los 19 años sufrió una hernia discal que casi trunca su carrera. Una carrera que ya ha cogido vuelo..

“ESTOY EMOCIONADO, COMO TEMBLANDO”

Risueño pero contenido, Carreño atendió a los enviales especiales y los corresponsales de la prensa española y transmitió un mensaje de felicidad. No se imaginaba alcanzar una cota tan alta en Nueva York y por eso trata de disfrutarlo al máximo, aunque dijo estar muy mentalizado de cara al siguiente reto.

"Me he encontrado seguro de mí mismo. Cada partido que pasaba me he ido encontrando con más confianza... Eso, y el hecho de que los cabezas de serie de mi parte del cuadro hayan caído, me ha ayudado mucho y que llegue hasta aquí", expresó de inicio el asturiano, una tanto abrumado ante la nutrida presencia de periodistas nacionales e internacionales en la sala.

"En los momentos difíciles estoy jugando con mucha calma, con un saber estar que hace años o hace unos meses quizá no lo tenía. La experiencia de jugar partidos y de verme en rondas finales contribuye", explicó; "por ejemplo, hoy he salido a la pista mucho mejor que la vez anterior. La Arthur Ashe no me ha sorprendido tanto como el día anterior... Todo eso ayuda a que saques lo mejor de tí, como lo hacen los top".

Le preguntaron a Carreño sobre cómo es la vida como protagonista. "Ya jugué en la central y eso hizo que me viese mucha gente, también a través de la televisión. Ahora, al ir por la calle a cenar o dar un paseo, hay qgente que me reconoce me pide fotos y me anima... Eso se nota. En España me conoce mucha más gente, pero también recibo muchos mensajes a través de la redes sociales".

"Estoy un poco temblando", se sinceró; "estoy contento y emocionado, porque llegar hasta aquí es muy importante. Venía de hacer cuartos en Roland Garros y pensaba que era muy difícil conseguirlo, y ahora, en el siguiente Grand Slam, lo he superado. Estoy emocionado, porque he trabajado muy duro para llegar hasta aquí. He tenido que mejorar en todo".

Sobre la posibilidad de acceder al top-10, afirmó: "Hoy no tenía eso en la cabeza. El ranking está ahí, pero lo más importante son las semifinales. Me hace miuchísima ilusión estar aquí y es una oportunidad única. Ojalá pueda seguir disfrutando en la pista como lo estoy haciendo".

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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