Carreño: “Si la gente solo piensa en Nadal, no disfrutará”

Pablo Carreño (Gijón, 25 años) recibe a EL PAÍS en la zona exclusiva de los jugadores. Se le ve tranquilo al asturiano, al que muchos señalan como el nexo entre el final de una época dorada y el inicio de otra que es una incógnita. Hoy (hacia las 16.00, Eurosport) se enfrenta a Rafael Nadal con un billete para las semifinales de Roland Garros en juego. Siente un respeto reverencial hacia a su rival y también hacia Juan Carlos Ferrero, que en un momento dado de la entrevista interviene para saludar. “Está más fuerte que cuando jugaba. Se ha puesto como un animal…”, dice el gijonés, fibrado y risueño en la cercanía.

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Pregunta. Se ha integrado en el equipo de la Copa Davis, es el octavo mejor tenista esta temporada y dentro de una semana estará cerca del top-10. ¿Comienza a sentir el cosquilleo?

Respuesta. No. A ver, obviamente estoy muy contento porque si estoy ahí es porque estoy trabajando bien, así que los resultados van llegando. No me voy a meter más presión de la necesaria ni a plantearme objetivos que me hagan ir más deprisa de lo que me toca. El ranking no engaña y los resultados están ahí, pero todavía me queda mucho por aprender. He evolucionado, pero aún tengo que seguir creciendo.

P. Para los que no le tienen en el radar. ¿Cómo se presentaría?

R. Soy de Asturias, de Gijón, un chico tranquilo. Tampoco me gusta mucho esto de ser el centro de atención ni estar en boca de la gente. Voy a haciendo mi camino y no me gusta que me comparen con nadie, ni mucho menos con Nadal, porque obviamente siempre voy a salir perdiendo. Soy Pablo Carreño y quiero hacer mi carrera tranquilo. Lo que tenga que venir, vendrá.

P. ¿Se considera ya un tenista importante?

R. Me considero un tenista, solo eso, aunque poco a poco espero ir adquiriendo peso a nivel nacional. Con Rafa delante es muy difícil que los demás tengamos protagonismo, pero he progresado y todavía me quedan muchos años por delante para seguir dando guerra, seguro.

P. Hace medio año se hablaba de usted casi como una promesa y ahora hay prisa porque vaya hacia arriba. ¿Cómo se lo toma?

R. Ni hace seis meses me consideraba una promesa ni ahora me considero el mejor… Hace seis meses estaba en el mismo punto que ahora, pero un poquito más atrás en el ranking. El año pasado fue muy bueno y evolucioné mucho. Mentalmente crecí mucho como jugador. Todo eso y el trabajo me han ayudado a estar donde estoy ahora. Tengo que mantener la ambición y seguir creciendo.

P. Ha explotado con 25 años. ¿Por qué no antes?

Parece que falta un relevo en el tenis español, pero elevan demasiado el listón

R. Al final, cada persona tiene su punto de madurez. No todas las personas maduran con la misma edad y físicamente hay gente que se hace antes que otra. Yo quizá empecé a tomarme el tenis como profesional algo más tarde que otros jugadores. Sufrí una lesión muy grave con 19 años y eso lo cambió todo. Todas esas cosas hacen que te vayas retrasando un poco... De todos modos, llevo ya cinco años dentro del circuito y no estaba el 20 del mundo, pero estaba entre los 100 primeros y creo que hay que tenerlo en cuenta. Obviamente con todos los tenistas españoles buenos de los últimos la gente no se fijaba en los que veníamos por detrás, pero yo estaba ahí.

P. Una hernia discal le apartó siete meses de las pistas y casi trunca su carrera, ¿no es así?

R. Cuando tuve la lesión, después de ver a varios médicos, solo había dos opciones: operar o dejar el tenis. No había otra. Al final decidí operarme porque yo quería seguir jugando y quería darme esa posibilidad. Podía ser que la operación no saliera como salió y quizá hubiera tenido que pensar en otras cosas, pero por suerte me ha ido bien. Desde los 15 años mi mentalidad fue siempre la de ser tenista. Yo quería jugar al tenis. Lo he tenido muy claro y lo sigo teniendo muy claro.

P. ¿Le molesta que se diga que el tenis español no tiene futuro?

R. El tenis español no tiene el futuro que ha tenido con Rafa y todos esos grandísimos jugadores… Parece que falta un relevo, pero es que la gente tiene el listón muy alto. En los últimos 20 años ha habido grandísimos jugadores en España y encima está Rafael Nadal, que ha batido con todos los récords. Es muy difícil, si pones el listón tan alto, estar satisfecho con lo que venga. A mí, sinceramente, me da igual. Yo solo pienso en mi carrera. Sé que no voy a tener una carrera como la de Nadal o algún otro, pero voy a intentar llegar al máximo de mis posibilidades y si lo consigo estaré contento.

P. Usted, Bautista, Ramos… Detrás de Nadal, lo que sí hay es segunda línea, ¿no?

R. A los tres nos quedan muchos años por delante. Ahora la carrera del tenista se está alargando; se suele empezar más tarde y se suele despuntar más tarde. Obviamente ninguno de los tres tenemos el impacto de Nadal, de modo que la gente puede pensar: si estos son el futuro del tenis español, estamos acabados… Pues bueno… Si quieren pensar eso, no disfrutarán de los próximos años, y los que piensen de otra forma y valoren el mérito que tiene el estar ahí y el pelear por llevar el nombre de España a lo más alto, sí lo harán.

P. ¿Qué les ha transmitido la generación de oro?

R. Yo he tenido la suerte de coincidir con ellos. Hay gente como Ferrer, García-López o Robredo que quizá no están en su mejor momento y están de bajada, pero es normal por la edad. Yo he disfrutado con ellos, porque he podido verlos por la tele y ahora comparto vestuario con ellos. Me siento un privilegiado por ello, aparte de coincidir con Rafa Nadal, que para mí es un orgullo. A partir de ahora, lo normal es que algunos empiecen a retirarse, y esperemos que antes que yo, porque no se cansan… Lo normal es que vayan apareciendo más jugadores españoles; quizá no como Rafa o David, pero seguro que habrá jugadores que darán que hablar.

P. Su ídolo es Juan Carlos Ferrero, ¿por qué él?

Rafael Nadal es irrepetible y admirable: un 10 como tenista y un 1.000 como persona

R. Porque cuando yo era pequeño y tenía 10 años empecé a ver el tenis por la televisión. Mi primer gran recuerdo es la Copa Davis de 2000, la primera que ganó España, y Juan Carlos ganó el punto decisivo y luego fue el número uno y ganó Roland Garros. Fue con el que yo crecí y con el que me ponía nervioso al ver los partidos... Fue mi ídolo por eso y ahora tengo la oportunidad de trabajar con él en su academia y de escuchar sus consejos.

P. ¿Y qué le dice?

R. Me da consejos como me los da Rafa, o David, o muchos otros… Al estar en su academia me ayuda siempre. Me escribe antes y después de cada partido… Digamos que está dentro del equipo. Samuel [López] y César [Fàbregas] son mis técnicos, pero él también está ahí. Hablamos mucho y me llevo muy bien con él. Eso sí, los consejos que me da me los guardo para mí, no vaya a ser que los utilicen… [risas].

P. Al lío. Ahora, Nadal. ¿Cómo se prepara uno para un partido así?

R. No es solo que sea contra Nadal, sino que además es en la pista central de Roland Garros, en unos cuartos de final... Es un partido soñado, que si hace unos años me lo hubiesen dicho no me lo hubiera creído... Ahora tengo la suerte de poder disfrutarlo porque me lo he ganado. Intentaré disfrutarlo al máximo. Lo más importante ahora es disfrutarlo e intentar recuperarse físicamente porque el partido contra Raonic fue muy duro. Tendré que estar al cien por cien porque jugar contra Rafa no es nada fácil, y si encima no estás bien físicamente las opciones se reducen todavía más.

P. Antes de un partido así, ¿duerme uno peor?

R. Mañana te lo diré. Últimamente estoy tranquilo y descansando bien, y la experiencia de jugar tantos partidos y tantos torneos está haciendo que el descanso sea cada vez mejor y no me ponga tan nervioso como lo hacía antes.

P. ¿Qué representa Nadal para usted?

R. Es que Rafa es uno de los mejores tenistas de la historia, uno de los mejores deportistas de la historia de España, seguro, y el mejor en esta superficie, sin duda. Ha ganado nueve veces y quizá gane alguna más. Creo que eso es algo irrepetible. Para mí Rafa es alguien a quien admirar, al que tengo la suerte de conocer bastante. Rafa lo es todo, es alguien que va a marcar una época junto a Roger Federer.

P. ¿Cómo es el trato con él en el vestuario?

En la época dorada la gente no se fijaba en los que veníamos por detrás, pero yo estaba ahí

R. Es muy cercano, pero es que somos amigos. De hecho, desde la primera vez que coincidí con él, en la Copa Davis de Madrid, que yo iba de sparring y él venía de ganar el US Open, hicimos muy buenas migas. Como persona Rafa es un 10 y como tenista un 1.000. Creo que con eso lo digo todo.

P. Pero entonces, ¿se le puede ganar?

R. A ver, es muy difícil. Este año solo ha perdido uno, así que sí, se le puede ganar porque ha perdido uno, pero es muy complicado… Tengo que estar al cien por cien físicamente y a partir de ahí hacer un partido perfecto y confiar en que él no dé su mejor nivel. Está apabullando a los rivales, con una solvencia increíble. Intentaré que no se haga su mejor partido y yo hacer el mejor mío.

P. Para cerrar. ¿Cuál es el mejor consejo que le han dado nunca?

R. Alguna vez me han dicho que nada es imposible, que si quieres algo luches por ello y que no te rindas nunca. Yo estoy luchando por lo que quiero y la cosa va bien, así que no me voy a rendir.

P. Entonces, ¿escucharemos mucho el nombre de Carreño en el futuro?

R. Eso espero, ojalá sea así.