Bellón, enojado con la FEDA, cambia la bandera española por la sueca

Uno de los ajedrecistas españoles más emblemáticos del último medio siglo ha decidido cambiar de bandera y jugar con la de Suecia, por sus perennes desavenencias con la Federación Española de Ajedrez (FEDA). Juan Manuel Bellón, aún muy activo a los 67 años, residente en Estocolmo con su esposa, la destacada gran maestra sueca Pía Cramling, mantendrá la nacionalidad española. Sus acusaciones de marginación apuntan sobre todo a Javier Ochoa de Echagüen, presidente de la FEDA desde 1997.

El comunicado que anuncia el cambio se titula “Basta ya”, y comienza así: “Dicen que la decisión más difícil de tomar es aquella que se piensa una y otra vez, aun sabiendo la respuesta que daremos. Creo que he tomado la decisión correcta; sin embargo, probablemente más de una vez me arrepentiré de no haber tomado una opción diferente”.

Tras afirmar que Suecia le ofrece todo lo que creía haber perdido, Bellón añade: “Estoy cansado de que me entierren en vida, y la paciencia también tiene fecha de caducidad. Claro que yo podría seguir en la misma situación que he aguantado 18 años; y de hecho creí lograrlo, pero también he pensado que un hombre debe tener siempre el nivel de la dignidad por encima del nivel del miedo y el desprecio. En España, la verdad es que me he sentido muy querido por el aficionado, y respetado por el ajedrecista de a pie como yo, pero también boicoteado por todo lo oficial. Lo considero un honor”.

Al concretar los “muchos vetos, desprecios y marginaciones” por parte de la FEDA, sufridos durante los últimos 18 años, destaca tres. El primero se produjo poco después de que Ochoa de Echagüen fuera elegido, a finales de 1997. Hubo un intercambio de invitaciones a jugadores con Cuba; allí se celebró una cena de confraternización a la que el presidente invitó a los otros siete españoles desplazados, pero no a Bellón: “Eso duele cuando estás en un país extranjero tan lejos del tuyo, pero más cuando se supone que él, al ser elegido presidente de la FEDA, es para serlo de todos los [ajedrecistas] españoles, no sólo de quienes le caen bien”.

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Para explicar su segundo motivo, Bellón afirma: “Puedo presumir de ser el español que, con mucha diferencia, ha tenido más éxitos como entrenador del ajedrez femenino. Y es que llevo exactamente 35 años en ello”. Luego detalla esos triunfos, tanto con su esposa, Pía Cramling, e hija, Anna (que tiene la doble nacionalidad) como con varias jugadoras españolas.

Sobre esa base, añade: “Fue precisamente en la Olimpiada [de Ajedrez] que se celebró en 2004 en Calviá (Mallorca), o sea en mi país y en la isla donde me hice ajedrecista, cuando yo tenía la ilusión de ser el capitán de uno de los dos equipos femeninos de España. Sin ninguna explicación, fui marginado, y tuve que recalar por primera vez en el equipo de Suecia, que me acogió con los brazos abiertos. Sólo quiero añadir que los equipos españoles acabaron por los puestos 40, ambos, y Suecia quedó entre los 15 primeros. ¿Qué razones deportivas hay para que en el mandato de Ochoa hayan pasado una decena de entrenadores por el ajedrez femenino, y nunca haya contado conmigo?”.

Tanto Bellón como Cramling son casos muy destacados de longevidad deportiva. Ella es la jugadora de más edad, 54 años, entre las 30 primeras del mundo; y, como su marido, destaca por un indómito espíritu de lucha. Ambos y su hija, Anna, de 15 años, compartieron equipo en la Olimpiada de Ajedrez de Trömso (Noruega) en 2014, y participan cada mes de enero en el torneo de Gibraltar, el abierto más importante del circuito internacional, donde son muy apreciados por organizadores y jugadores.

La gota que ha desbordado el vaso, según Bellón, es que la FEDA no le haya invitado al reciente Europeo de Veteranos en Sabadell, a pesar de haber sido cinco veces campeón de España de veteranos (además de pentacampeón de España absoluto). Hubiera sido el cuarto cabeza de serie, con claras probabilidades de medalla, sobre todo si se tiene en cuenta que la combatividad de Bellón es mucho mayor de lo habitual a cualquier edad (nunca ofrece tablas).

Por último, Bellón aclara que no tiene nada contra el director técnico de la FEDA, Ramón Padullés: “Creo que sería un buen presidente, si se dejase asesorar mejor, porque trabaja mucho y bien. Muy distinta es su opinión sobre Ochoa de Echagüen: “Éramos muy buenos amigos, o eso creía yo, antes de que él fuera presidente. No sé cómo recordarle, si como era o como terminó siendo. Sinceramente, no creo que sea mala persona, pero si un mal dirigente”. La última frase del comunicado deja una ventana abierta a la esperanza: “Quizás algún día vuelva a España, cuando haya cambios en la FEDA.”

Preguntado por EL PAÍS sobre la versión de la FEDA en el asunto del Europeo de Veteranos, Padullés respondió: “A Bellón no se le invitó porque no jugó el Campeonato de España de Veteranos 2016. Tampoco el de 2015. Se dieron ayudas al campeón de España de mayores de 60 años y al de mayores de 50 de 2016, que eran las plazas que la FEDA tenía presupuestadas. Por otra parte, Bellón no pidió una invitación, y figuraba inscrito como jugador en el equipo Centro Goya [de Canarias] para el Campeonato de España de Segunda División. Muchos otros excampeones de España tampoco jugaron el de veteranos de 2016, y tampoco se les invitó”. Cuando se le preguntó si la FEDA tenía alguna opinión sobre el comunicado del pentacampeón de España, el director técnico fue muy escueto: “Ninguna. Respeto absoluto a los deseos de Bellón”.