España: grandes pilares, pocos galones
La selección de Scariolo afronta el Eurobasket con los hermanos Gasol como referencia absoluta a la espera de encontrar alternativas entre los jóvenes sin recorrido y peso en la selección
La selección española de baloncesto colecciona 11 medallas en lo que va de siglo y tres oros en los últimos cuatro Europeos. En territorio continental solo se ha bajado una vez del podio desde 1999 y su histórico recorrido emparenta con referentes de la enciclopedia como la URSS de los 60, o la mítica Yugoslavia que recogió su hegemonía. “Si hacemos balance, no somos peores que ellos”, presume el presidente de la Federación, Jorge Garbajosa.
El reto del conjunto de Scariolo en el Eurobasket que comienza este jueves pasa por prolongar la secuencia victoriosa en pleno relevo generacional, acentuado en esta edición por la acumulación de bajas. La solemne capacidad de liderazgo de Pau Gasol y el contundente refuerzo de su hermano Marc (ausente en los campeonatos de 2015 y 2016) velarán por salvaguardar la fórmula del éxito. De la conjunción entre “las dos almas” del equipo, como las denomina Scariolo, de la mezcla entre veteranos y noveles, dependerá el camino de España en la defensa del título. Montenegro, República Checa, Rumania, Croacia y Hungría esperan en la primera fase antes de los cruces por el título en Estambul.
Además de la retirada como internacional de José Manuel Calderón, España se presenta en este Eurobasket sin un ilustre quinteto de ausencias formado por Sergio Llull, Rudy Fernández, Víctor Claver, Nikola Mirotic y Felipe Reyes. Seis piezas menos con respecto a los Juegos de Río 2016 que dejan al grupo sin el bagaje que dan las 41 medallas y los 935 partidos con la selección que suman entre todos. A cambio, se incorporan al equipo tres debutantes como Joan Sastre, Pierre Oriola y Juancho Hernangómez y ganan hueco otros tres jugadores con escasa participación en las grandes citas como Guillem Vives, Álex Abrines y Willy Hernangómez. El base del Valencia presenta en su currículo tan solo 23 minutos oficiales en pista en el Europeo de 2015; el escolta de los Thunder acumula solo 35 entre el Mundial de 2014 y los pasados Juegos; y el pívot de los Knicks completa un rodaje con 4m 46s de media en el oro de 2015 y 10m 33s en el bronce de Río de hace un año. Pocos galones en la alta competición para la mitad de la convocatoria de España, a pesar de lo cual Scariolo contará, como en Río, con siete jugadores con escarapela NBA (seis si se descuenta la marcha de Sergio Rodríguez al CSKA).
En un torneo plagado de bajas (Antetokounmpo, Teodosic, Jokic, Bjelica, Raduljica, Batum, Gobert, Gallinari, Vesely, Gortat...), España presume de dos pilares gigantes como los hermanos Gasol y dos prestigiosos directores de orquesta como Ricky Rubio y El Chacho. Se buscan alternativas y referencias que acompañen al cuarteto y ayuden a reducir la previsibilidad del juego.
Atendiendo al reparto de minutos de los siete amistosos de preparación para el Europeo, España presenta un quinteto tipo configurado por Ricky, San Emeterio, Juancho, Marc y Pau. Sin embargo, el partido ante Lituania en Vilnius, con caché de ensayo general, refrendó la viabilidad de la fórmula con dos bases en pista, con El Chacho afinando la puntería y el imprescindible San Emeterio hormigonando la defensa. Los pívots acumulan casi el 60% de los puntos en la preparación.
La renovación conlleva una inevitable indefinición de roles en la que el seleccionador ha estado trabajando durante toda la preparación. Más si cabe tras la lesión de Sergio Llull, para el que Scariolo tenía reservado un papel relevante en el año de su apoteosis. Sin el líder del Real Madrid, Abrines (15 valiosos puntos ante Lituania) y Juancho (el mejor en triples con un 52,6% de acierto) opositaron a dinamiteros durante la ruta Ñ y las miradas apuntaron al capitán del Barça y la selección, Juan Carlos Navarro. “Se está esforzando por estar físicamente a la altura y nos ayudará con sus chispazos en busca del reto”, explica Scariolo. Se buscan referentes. “Queremos seguir instalados en la excelencia que supone la continuidad del éxito”, sentencia el seleccionador.
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