Neymar deja huérfano al mejor tridente
La marcha del brasileño deshace una delantera de referencia junto a Messi y Luis Suárez, encumbrada a golpe de gol
Con Mascherano como anfitrión, Messi, Luis Suárez y Neymar se encontraron como amigos hace tres años. Eran los asados del día del fin de semana sin partido, todos alrededor de las brasas y la carne junto a amigos y familiares. “Es raro que un argentino, un uruguayo y un brasileño nos llevemos tan bien, pero es así”, admitía Neymar. “Mantenemos una linda relación y cuando hay entendimiento fuera de la cancha es más fácil llevarse bien dentro”, sumaba Messi. No le faltaba razón porque entre los tres destrozaron los registros del fútbol moderno, delantera tan temida como eficaz. Pero ya no será lo mismo porque Neymar ha decidido dejar de ser el escudero del 10 para formar en el PSG un equipo a su alrededor.
Aunque lo dijo con humor, Luis Enrique explicó en su día qué clase de atacantes tenía. “Al tridente le digo abracadabra y sale la magia”, expuso; “tengo los mejores delanteros del mundo. No necesito imaginar qué tienen que hacer porque ellos lo van a superar. Y también tienen obligaciones defensivas, pero en ataque se trata de llevarles el balón en las mejores condiciones posibles”. Para eso trabajaba Rakitic —“corro por Messi porque se lo ha ganado”, decía—; le seguía Iniesta, capaz de reconvertir sus conducciones en pases precisos a la zona caliente; y se multiplicaba Busquets, pendiente de tirar la presión alta para recuperar en campo ajeno y hacer jugar a sus puntas. Gregarios de lujo para unos puntas que se mosqueaban si no jugaban los 90 minutos, por más que en público dijeran comprender las decisiones técnicas. “Quitarles en un partido es como sacarle el chupete a un bebé. Lo necesitan y nosotros debemos trabajar para ellos porque con ellos somos diferentes”, resolvió Rakitic.
La fórmula funcionó de fábula en el primer curso, con el Barça ganador de su segundo triplete, hito que no ha logrado imitar ningún club europeo. Y aunque perdió un poco de efervescencia en las dos siguientes campañas, con un doblete sin laurel continental y con una última Copa, el Barça nunca tuvo una deuda con el gol.
Messi, Luis Suárez y Neymar dignificaron el oficio del delantero con su puntería porque en las tres temporadas que jugaron juntos firmaron 250 goles en la Liga —Leo, 106; Suárez 85; y el brasileño, 59—, una cifra mastodóntica a la que ni siquiera se acercó la línea ofensiva del Madrid (Bale, Benzema y Cristiano), que contabilizó 197 redes. Los guarismos se vuelven más espectaculares si se comparan con todos los equipos europeos en sus competiciones domésticas, puesto que en estas tres temporadas el Barça fue el conjunto más efectivo, con 338 tantos. Le siguen el Madrid (334) y el PSG (268). Pero luego ya aparecería el tridente azulgrana, por encima del Bayern (249), Nápoles (244) y Manchester City (234). Los dígitos, sin embargo, aumentan si se atiende a todas las competiciones porque entre los tres firmaron 363 dianas —153 del argentino; 120 del uruguayo; y 90 del paulista—, que suponen el 70% del total del Barça (520).
Entre los tres puntas han firmado el 70% de los goles del Barça de los tres últimos cursos
Una sintonía total
“Lo que han hecho es una auténtica bestialidad y por eso hemos jugado para ellos”, cuenta una voz autorizada del vestuario; “y aunque echaremos de menos a Ney por lo que nos daba dentro y fuera del campo, seguimos con Messi, que es el mejor del mundo, y con Luis Suárez, que no tiene competencia como ariete”. Faltará ahora, en cualquier caso, un extremo que complete la línea porque el técnico Ernesto Valverde tiene la intención de persistir con el ya ilustre 4-3-3 del Camp Nou. Aunque será complicado que se dé tal sintonía. La figura de Neymar lo explica; ha recibido 21 asistencias de Luis Suárez y otras 20 de Messi, lejos de Iniesta, cuarto en discordia, con siete pases de gol. En el sentido inverso, Neymar le regaló 22 caramelos a Leo y 17 al uruguayo, muchas más asistencias que a Alexis Sánchez, que es el cuarto en la estadística con cuatro regalos.
“Con 222 millones solo podemos gastar”, se congratulan desde las oficinas de la ciudad deportiva; “pero vamos a ver qué ofrece el mercado”. El objetivo prioritario es Coutinho, con el que hay acuerdo y ya se han limado posturas con el Liverpool. “Puede jugar de extremo o de volante”, dicen desde la entidad azulgrana. Por lo que puede ser el recambio de Neymar, aunque también tantean a Dembélé, un deseo del pasado que no llegó a buen puerto pero que ahora parece dispuesto a vestirse de azulgrana, sabedor de que en la delantera queda un hueco por rellenar. “Se trata de que el equipo, ahora que no está Neymar, juegue más compacto”, desvelan desde el Camp Nou. Y así, quizá, se haga realidad el objetivo de Valverde, que en su presentación en sociedad reveló que quiere recuperar el juego de medios. Otra cosa es quién se unirá a los asados de Mascherano.
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