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Gerard Piqué: “Neymar se queda”

El central cuelga una foto en las redes sociales junto al brasileño para explicar que el 11 escoge el Barça antes que al PSG

Jordi Quixano
La imagen que ha subido Piqué, junto a Neymar, en sus redes sociales.
La imagen que ha subido Piqué, junto a Neymar, en sus redes sociales.

No fue un directivo del Barça, tampoco el presidente y menos un comunicado oficial. Pero es que hace tiempo que desde el Camp Nou se filtra solo lo que interesa del mismo modo que los jugadores decidieron expresarse a través de las redes sociales y no frente a los periodistas, por lo que no extrañó que fuera Gerard Piqué –el mismo que propició el patrocinio de Rakuten para el club- quien desveló el enigma que durante la última semana ha mantenido al barcelonismo en vela. “Se queda”, escribió el central en su cuenta oficial de Twitter al tiempo que colgaba una foto en la que aparecía junto a Neymar. Así, dos palabras bastaron para zanjar la posibilidad de que el 11 se fuera a París para jugar en el PSG de Neymar y no en el Barça de Messi. Pero lo suyo ha costado.

El salario no se toca

“No le hemos subido el salario”, explica una fuente oficial del Barcelona. “Nada de nada”, agrega otra voz desde el Camp Nou, consciente de que la masa salarial del equipo ya está demasiado apretada. Y, aunque todavía no se sabe qué ha ganado Neymar con este pulso al Barcelona, parece que los argumentos de todos los estamentos del club han acabado por convencer al 11 de que no encontrará un equipo que le devuelva la pelota tan redonda y de que junto a Messi y Luis Suárez pueden conquistar de nuevo Europa. Ni siquiera la ingente oferta del PSG, que estaba dispuesto a abonar los 222 millones de su cláusula de rescisión, ha sido suficiente. Esto eran 30 millones netos por año –la oferta era de cinco cursos-, además de una prima de fichaje de más de 40 millones al padre, que hacía las veces de representante junto a la intermediación del famoso agente Pini Zahavi.

Douglas, Munir y Vermaelen se quedan sin jugar

Todos los futbolistas del Barça que han viajado a la gira norteamericana jugaron frente a la Juve menos Vermaelen, Douglas y Munir. A los tres se les busca acomodo, un traspaso que aligere un poco la masa salarial del equipo. “Si no se marchan, no se quedarán apartados”, explican desde las oficinas de la ciudad deportiva. No ocurrió lo mismo con Samper —se pretende cederlo para que coja minutos y experiencia, al contrario de lo que sucedió en el Granada—, que salió de la partida como mediocentro único en el 4-3-3 que utilizó Valverde. Atento al corte y con facilidad para la distribución, se empeñó en pedir un sitio en el equipo. De lograrlo, el club podría ahorrarse un fichaje para la medular.

A falta de la confirmación oficial del Barcelona, de que el propio Neymar diga la suya –ha estado mudo durante todo el proceso-, bien valen las palabras de Piqué, a quien el culer ya bautizó desde hace unos años como el President por su incidencia en el club y por su ambición futura de ser el máximo mandatario. También lo advirtieron con rotundidad el presidente Josep Maria Bartomeu y el vicepresidente deportivo Jordi Mestre, cuando dijeron que no se iría, que estaban tranquilos y que “se quedará al 200%”. Sus palabras, en cualquier caso, parecieron papel mojado cuando se sucedieron las reuniones con el padre [ha habido dos en los dos últimos días] y se filtró que las cosas andaban torcidas entre el jugador y el club. Pero el Barça en pleno se empeñó en resolver el entuerto.

El Barcelona no va a prescindir de Neymar. Sabemos la incidencia que tiene en el equipo y lo queremos con nosotros”, resolvió el técnico Ernesto Valverde tras vencer a la Juve en el amistoso de la International Champions Cup, en su estreno en el banquillo azulgrana. También se juntaron con el 11 sus compinches de línea, Messi y Luis Suárez, para pedirle que se quedara. Y Piqué hizo más de lo mismo, hasta el punto de que llegó a recriminarle cómo estaba tratando al Barça y al barcelonismo. A la vez, en el hotel Sheraton Parsipanny de Nueva Jersey, el director de fútbol azulgrana, Raül Sanllehí, se reunía con Neymar padre para incidir en los mismos argumentos que ya le había ofrecido el presidente en la noche anterior.

Parece finiquitado el culebrón veraniego de Neymar –es el segundo consecutivo porque con el del año pasado se ganó una renovación hasta 2021- de una vez por todas. Se aguarda, sin embargo, a que el jugador diga la suya porque hasta ahora solo se expresaba en las redes sociales y parecía hacerlo con jeroglíficos antes que con palabras. Incluso desde su entorno negaban la mayor -“No podemos hablar de lo que no tenemos conocimiento”, decían desde su departamento de prensa-, por más que sus abogados, Altamiro Bezerra y Gustavo Xisto, están en Barcelona por si finalmente decidía ir al PSG y debían revisar los contratos o, quizá, por si fructificaba su aspiración de cobrar más y eso le valiera un prolongación de la vinculación. “No le hemos retocado el salario”, persisten desde el club, aunque se niegan a explicar qué ha ganado el brasileño con todo este enredo.

Pero la polémica no descentró al futbolista, MVP en el amistoso ante la Juve gracias a dos golazos de aúpa. Uno tras una doble pared con Messi y Alcácer; y el otro con 11 toques que le valieron para descontar a cinco rivales y chutar cruzado desde la frontal. Toda una demostración de fútbol de salón, de un extremo de los que no hay. Y, según Piqué, es del Barça hoy y mañana.

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