Argentina ya echa de menos al Chapu Nocioni
La garra de la generación dorada anuncia su retiro y el mundo del baloncesto le rinde pleitesía
“Viví como jugué”. Solo un pasaje de la carta que escribió el ala pívot argentino, Andrés Nocioni, para anunciar su retiro al finalizar la presente temporada sirve para definirlo. Apenas tres palabras esbozadas por un jugador frontal, dentro y fuera del campo, que nunca esquivó el compromiso de sacar la cara por un compañero, por su bandera, o por su club. Hoy, el Real Madrid, con el que todavía puede levantar dos nuevos trofeos antes del adiós. Eso dicen también aquellos que lo conocieron, quienes junto a toda una patria que vibra por los deportes, le ofrece al Chapu una calurosa y adelantada despedida, ya sea por Facebook, Twitter o en diálogo con los medios de prensa. “El es un crack aún fuera de la cancha”, dice a EL PAÍS Claudio Villanueva, su agente desde hace más de 20 años.
El baloncesto argentino vive épocas de nostalgia. Los últimos Juegos Olímpicos de Río, en 2016, fueron el último peldaño de la llamada generación dorada, aquella que comandada por Emanuel Ginóbili, Fabricio Oberto, Luis Scola, Nocioni y tantos otros le dio a Argentina numerosas medallas, entre ellas, la más importante, en Atenas 2004, cuando superaron al dream team de Estados Unidos. Los tapones, triples y furiosas volcadas de Andrés Nocioni son marca registrada de ese equipo que hoy busca trasladar su mística a nuevos valores como Campazzo, Laprovittola o Patricio Garino, recién fichado por los Orlando Magic de la NBA. Nocioni es parte del alma de aquel equipo ya legendario. “Sabés que le van a pegar tres tiros y él va a seguir al lado tuyo”, dijo el expívot Fabricio Oberto, amigo y compañero de Chapu.
Pablo Prigioni, retirado de la actividad desde enero pasado, escribió en su cuenta de Twitter: “¡He jugado con grandes jugadores, pero nunca con uno que tenga los huevos y el corazón tan grande como vos! ¡Disfruta de lo que queda!”. El entrenador de San Lorenzo y extécnico de la selección argentina y de Real Madrid, Julio Lamas, afirmó que “se retira el Chapu, el jugador con el corazón y el alma más grande que vi. Persona noble, ¡Gracias! Suerte en la nueva etapa”. Villanueva también reconoce las agallas de quien considera “un hijo”; sin embargo, él prefiere resaltar su talento. “Yo siempre escucho que se lo relaciona con los huevos y el corazón, pero para llegar a lo que llegó él, hay que tener talento. Para llegar a Chicago Bulls y convertirse en casi un ídolo, o llegar al Madrid en un momento difícil del club y que sea como la planta de ruda para ganar ocho campeonatos sobre nueve, es porque está tocado por la varita mágica. No se logra sólo con huevos”.
El agente entiende que lo único que Chapu mantiene fuera de la cancha “es su locuacidad. Se la pasa hablando. Es frontal y tiene una pizca rara de ingenuidad que lo hace absolutamente querible. Es muy amigo de sus amigos, campechano, sencillo, familiero y generoso. Es el yerno ideal que cualquier mamá podría elegir y no me equivoqué el día que le dije a los del Baskonia que sólo iba a jugar a Europa si lo acompañaba su novia Paula. Solo hubiera sido un desastre”. “Nocioni llega a Europa con 19 años y enseguida todo el mundo se da cuenta lo que podía llegar a ser y mucha gente poderosa se le ha acercado, pero él siempre fue muy fiel conmigo. Digamos que su mayor mérito fue soportarme durante 22 años”, afirma entre risas.
Villanueva recuerda una anécdota de cuando arribaron al Baskonia (por entonces TAU Cerámica), en 1999. Nocioni venía de protagonizar un verdadero escándalo en plena villa olímpica de Winnipeg, donde se tomó a golpes de puño con el puertorriqueño Antonio Latimer. “Me la pasé todo el viaje diciéndole que no hable de ese tema”, recuerda Villanueva, “Llegamos a Vitoria, nos llevaron a ver el partido y ahí nos encontramos con varios de los dirigentes. Apenas nos presentaron, el vicepresidente dijo ‘por fin llegó un tío que sabe pegar una buena hostia a quien no le gusta’. Ahí entendimos que ellos esperaban eso, que era mucho de lo que siempre aportó”.
Nocioni le comunicó la decisión del retiro a su agente el pasado 20 de febrero, durante la cena posterior al triunfo del Real Madrid sobre el Valencia Basket, que le dio a los merengues la última Copa del Rey. También le anunció que, a pesar de que el Madrid quiere que continúe en la institución, él nunca será entrenador. “A partir de ese día vivo de emoción en emoción porque esto no se va a terminar hasta el último partido”. El último aliento, ese momento de los partidos en que sólo jugadores como Nocioni dan lo mejor de sí. En cualquier lugar del planeta.
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