Una árbitra contra el machismo de México
Karen Díaz, una de las tres únicas asistentes de la primera división de México, explica las dificultades que ha afrontado en su carrera para abrise hueco en un mundo de hombres
Karen Díaz arbitraba partidos en un barrio de Aguascalientes a escondidas de sus padres. Cada fin de semana mediaba a 14 hombres sudorosos que iban detrás de un balón. Ella tenía que aguantar el carácter de los jugadores que, en ocasiones, explotaba en forma sutiles empujones. En su primer partido ganó 55 pesos (dos dólares). “El fútbol me ha acompañado toda mi vida”, asegura la chica que dejó atrás una carrera como ingeniera agroindustrial por ser la réferi central en un país con sacudido por el machismo.
“Al principio fue para pagarme la universidad”, comenta Díaz instalada en una de las oficinas de la federación mexicana de fútbol. Karen porta uno de esos uniformes de árbitro color azul celeste con vivos en rosa. Cuando se animó a contarle a sus padres de sus planes para dedicarse al arbitraje profesional la primera respuesta fue de su mamá: “¿¡Qué te pasa!? ¡Te vas a morir de hambre!”.
Pero antes de que Karen Díaz se enrolara como jueza del fútbol, intentó ser futbolista. Desde los ocho años le pedía a su padre que le consiguiera un equipo femenino, pero no había. La única solución fue formar parte de un equipo mixto. Allí fue la delantera del equipo. Por un corto tiempo entrenó con la selección de México a los 19 años. Hasta que un día, cuando no llegó el árbitro, le ofrecieron mantener el control del juego y de ahí no se movió. Para ella lo más importante es “estar en medio de esos jugadores, que te hagan caso” y sentencia “un árbitro no lo hace por dinero, porque si fuera así lo dejas a los dos meses”.
Dejar su profesión como ingeniera le representó ganar 400 por ciento menos de lo que percibía en su trabajo físico. Con 25 años se acercó a la comisión de árbitros de México y empezó su carrera, como la de un futbolista, desde la tercera división. “Puedes ser una gran árbitra asistente”, le recomendó a Karen el exárbitro profesional, Jorge Macías. A partir de ahí nadie le quita la idea de ser la asistente desde la banda en la liga mexicana.
En México hay solo tres árbitras en la liga mexicana, Karen es una de ellas. En el país hay 35 a nivel profesional. La primera que incursionó fue Vicky Tovar en 2004. A ella le tocó arbitrar un América-Irapuato. Después de ese partido uno de los referentes americanistas, Pável Pardo, le regaló un ramo de flores. Y durante ese mismo juego, el hoy presidente municipal de Cuernavaca (Morelos), Cuauhtémoc Blanco, mostró su clase al gritarle “¡Vete a lavar los trastes!”.
En el fútbol no profesional los aficionados “no tienen pelos en la lengua. Salí llorando de varios partidos amateur y, en el momento, decía ‘¿qué carajos estoy haciendo?’ Pero a la hora pensaba que esto me tiene que dar gasolina para seguir adelante y después a ese jugador que me estaba gritando yo siempre decía ‘me va a ver en la televisión y se va a tragar lo que me está diciendo’”, cuenta la árbitra mexicana de 32 años.
A nivel profesional “ningún jugador me ha faltado el respeto. Todos han sido demasiado respetuosos, inclusive considero que se detienen un poco más al ver una figura femenina”, menciona la asistente que debutó en el torneo Apertura 2016 en un Pachuca-León. Karen ha lidiado con una pregunta común: ¿por qué una chica está ahí? “Esa cuestión de que las mujeres no podemos hacer de todo está deshecha", apunta.
Para ella el machismo radica en las tribunas y, en especial, en las mismas chicas. “Lamentablemente las mismas mujeres son las que nos ponemos las trabas, nos ponemos la zancadilla”, considera Díaz Medina. En uno de sus primeros partidos, Karen expulsó a un futbolista. De reojo notó que se le acercaba una mujer con la intención de darle una paliza. Era la esposa del jugador que vio la roja. El jugador tuvo que detener a su pareja y evitar los golpes. “A ella no la podía expulsar”, bromea.
En su primer partido del torneo actual, el Clausura 2017, le tocó arbitrar con su banderín a Rafa Márquez en un Toluca-Atlas. “Es un placer para mí arbitrarte”, le comentó Karen Díaz al exjugador del Barcelona. Ese 8 de enero conoció al central que vio desde el televisor alzar la Champions League en 2006.
Si hay algo que le hace ilusión a Karen es la creación de la nueva liga femenina en México, la cual arranca en septiembre de 2017. “Quieren que sea arbitrada solo por mujeres, el plan es estar en las dos ligas", explica.
La chica que marca los saques de banda y tiros de esquina, pide a la afición "que se den la oportunidad de ver arbitrar a una mujer, se van a dar cuenta de que estamos a la par y hasta mejor". Cada que le toca partido, Karen Díaz le llama a su madre, a veces le debe recordar que saldrá en la televisión. Cuando entra al césped lo primero que hace es mirar hacia el cielo. Ahora, aunque quisiera, no puede esconder que es árbitra.
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