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El momento ha llegado. Los Phoenix Suns han entrenado en la Arena Ciudad de México, su "nueva casa" por los próximos dos partidos de temporada regular de la NBA. Los Dallas Mavericks, su rivales de este jueves a las nueve de la noche, también han hecho lo propio y esperan llevarse el triunfo de la mano del puertorriqueño José Juan Barea y su referente histórico, el alemán Dirk Nowitzki. "Será un duelo entre la experiencia y la juventud, ellos han disputado cosas importantes, pero nuestro equipo es joven y su nivel sólo puede ir en ascenso", ha dicho este miércoles el entrenador de los Suns, Earl Watson.

Watson, quien jugó 13 años en la élite del baloncesto mundial, vive de forma especial la visita de su equipo a tierras mexicanas, ya que sus abuelos maternos nacieron en México. El entrenador ha explicado que, debido a esto, el choque cultural ha sido mínimo, al menos para él, y que esperan sacar un buen resultado para continuar con el desarrollo de la plantilla, una de las más jóvenes de la liga. La franquicia tiene una marca de 12 ganados y 26 perdidos, y comparten el sótano de la conferencia Oeste con los Mavericks, que han ganado un partido menos.

"El potencial de nuestros rivales es conocido, pero nuestra plantilla mejora enormidades cada semana y Devin Booker se confirma poco a poco como uno de los mejores anotadores de la liga", ha señalado Watson. Booker, de apenas 20 años, es la gran apuesta de los Suns para el futuro y ha sido calificado por LeBron James, uno de los hombres consagrados de la NBA, como el prospecto a seguir en los próximos años. Los reflectores estarán sobre el joven escolta, que contará con escuderos más experimentados como Eric Bledsoe, Tyson Chandler y el brasileño Leandro Barbosa.

El escolta paulista se ha mostrado motivado por venir a México, un país del que se siente cercano por las similitudes entre el portugués y el español, así como por la comida. "Me siento en casa, estoy emocionado de estar aquí y espero que me recomienden un par de buenos restaurantes", ha bromeado Barbosa con los reporteros. Bledsoe, en cambio, ha reconocido que todavía no ha visto tanto del país como le gustaría. "Es mi primera vez aquí, así que espero salir y conocer un poco", ha dicho.

Nowitzki se ha llevado la mayoría de los reflectores durante la sesión abierta de entrenamiento de Dallas y ha admitido que su tiempo como profesional se agota. "Espero cumplir con mi contrato esta temporada y el año que viene, y creo que eso será todo para mí", ha declarado el alemán, quien ha estado aquejado por las lesiones en los últimos meses de competencia. "Intentaremos jugar lo mejor posible e iremos por el triunfo como en cada partido de la temporada", ha dicho el boricua Barea. El argentino Nicolás Brussino no ha entrenado con el resto de sus compañeros.

Ambos equipos han participado en una clínica con alrededor de 50 niños mexicanos, que pertenecen a selecciones de discapacitados o que provienen de contextos violentos o vulnerables. Los chicos han podido convivir con sus ídolos y asistirán como invitados especiales al partido. "Tratamos de cambiarles la vida al traerlos a la cancha con los jugadores de la NBA y repercutir de forma positiva en la sociedad", ha apuntado Adrián Álvarez, el gerente de operaciones de la liga en México. 

La NBA festeja 25 años en tierras aztecas con un acto especial para los fanáticos del 13 al 15 de enero en el Bosque de Chapultepec, que contará con las leyendas Gary Payton y Shawn Marion. La liga pondrá el broche a las celebraciones con el partido del próximo sábado a las cinco de la tarde entre los Suns y los San Antonio Spurs del argentino Manu Ginóbili y el español Pau Gasol.