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Escándalo en el fútbol inglés

83 sospechosos de abusos en 98 clubes del fútbol inglés

La declaración pública de Woodward relatando los abusos de Barry Benell ha aflorado un aluvión de denuncias

El País
La academia del Crewe, donde Andy Woodward sufrió los abusos.
La academia del Crewe, donde Andy Woodward sufrió los abusos.Martin Rickett (AP)

El 16 de noviembre salió a la luz un caso de abusos sexuales en el fútbol inglés que afloró pesadillas y relatos enterrados. Andy Woodward, de 43 años, contó a The Guardian los abusos sexuales que sufrió entre los 11 y 15 años, cuando se formaba en la cantera del Crewe Alexandra, un club de divisiones inferiores, a manos de Barry Bennell, ojeador de jóvenes promesas del fútbol en el noroeste de Inglaterra durante tres décadas con un largo historial delictivo por casos de abusos que le han llevado a prisión. Ahora, a los 62 años, vuelve a estar detenido.

El testimonio abrió la puerta a un aluvión de llamadas denunciando nuevos casos. El viernes, la Policía británica comunicó que ha identificado a 83 sospechosos potenciales en 98 clubes, casos supervisados por el grupo policial Operación Hydrant, que se encarga de coordinar este tipo de denuncias no recientes. No todos los casos, que se remontan a los setenta, se están investigando.

La revelación de Woodward también provocó que la Federación Inglesa de Fútbol activara con la Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad a los Niños (NSPCC en sus siglas en inglés) una línea telefónica para denunciar abusos. En las primeras 24 horas recibió medio centenar de llamadas. Hace una semana la cifra de personas que habían denunciado abusos ascendía a 350.

El miércoles, la policía de Londres aseguró que personas de cuatro equipos de la ciudad que juegan en la Premier están siendo investigadas, y cifró en 106 las denuncias que afectan a otros 26 clubes de divisiones inferiores. En Primera, están involucrados cuatro de los cinco equipos de Londres (Chelsea, Arsenal, Tottenham, West Ham y Crystal Palace).

Otros exjugadores como Steve Walters, Paul Stewart, Chris Unsworth, Jason Dunford,  confesaron haber sido víctimas de Bennell. Unsworth, de 44 años, formado en las categorías inferiores del Manchester City y del Crewe Alexandra, contó entre lágrimas en la BBC que fue violado “entre 50 y 100 veces” desde los 9 años. La valentía de Woodward le ayudó a hacer público su caso.

Matt Le Tissier, exinternacional con Inglaterra, aseguró a la misma cadena que su exentrenador Bob Higgins le masajeaba desnudo junto a sus compañeros en las categorías inferiores del Southampton, aunque matizó que nunca había sido violado o sufrido abuso sexual. Le Tissier debutó en el primer equipo con 17 años y llegó a jugar 440 partidos en la Liga.

El Chelsea, por ejemplo, ya se había visto obligado a pedir disculpas después de que se conociera que el año pasado pagó 50.000 libras (unos 60.000 euros) a Gary Johnson, excanterano del club, para silenciar su caso. El exfutbolista asegura que Eddie Heath, antiguo jefe de ojeadores fallecido en los ochenta, abusó de él. La entidad admitió que la cláusula de confidencialidad acordada con el exjugador era “inapropiada” y que Johnson contó que Eddie Heath había abusado también de otros jugadores jóvenes, pero sin dar nombres. El Chelsea afirmó que el club no tenían ningún deseo de esconder “un abuso del pasado” y que el jugador “sufrió inaceptablemente”. Además, anunció una auditoría externa para ver si el caso fue investigado correctamente. Johnson también señaló a Dario Gradi, actual director de fútbol del Crewe Alexandra, club en el centro del huracán tras las revelaciones de Woodward, como la persona enviada a la casa de sus padres para quitarle importancia a lo sucedido con Heath, según cuenta The Guardian. Gradi, que entonces trabajaba como asistente en el Chelsea, fue suspendido por la federación este lunes.

Un mes antes, la gimnasia también se vio inmersa en un caso de abusos. Una exgimnasta del equipo de Estados Unidos demandó al médico Larry Nassar por abusos sexuales y acusó a Bela Karolyi, quien fuera entrenador de Nadia Comaneci, y a su esposa Martha Karolyi, seleccionadora de EE UU desde 2001 hasta septiembre pasado, por guardar silencio.

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