Juanjo Méndez, un ‘ironman’ sobre ruedas
El ciclista catalán perdió un brazo y una pierna hace 24 años en un accidente
Juanjo Méndez (Barcelona, 1964) finalizó séptimo en la prueba de ciclismo en ruta en la categoría C1 para deportistas con discapacidad física severa de los Juegos Paralímpicos de Río. En agosto de 1992, coincidiendo con los Juegos de Barcelona, Méndez sufrió un grave accidente de moto que a punto estuvo de costarle la vida. Llevaba a su hermano pequeño de paquete. Un desmayo le llevó a invadir el carril contrario y a colisionar de frente contra un vehículo con cinco ocupantes.
Los pasajeros y su hermano salieron bien parados, pero a Juanjo le dieron por muerto. Media hora de masaje cardíaco y una transfusión de 48 litros de sangre lo amarraron a la vida. Pasó 20 días en coma en el hospital Taulí de Sabadell. Solo al despertar fue consciente de la gravedad de las secuelas. El impacto le arrancó el brazo izquierdo de cuajo. Su pierna izquierda quedó tan deteriorada que no hubo más remedio que amputarla. Y a pesar de todo, recuerda, sintió un gran alivio al saber que nadie más resultó herido de gravedad.
En Río afronta sus cuartos Juegos Paralímpicos cargado de ilusión y con el recuerdo intacto de aquellos cuatro meses de ingreso hospitalario. Agotado por las duras sesiones de rehabilitación, se relajaba frente a la tele viendo las hazañas de los deportistas paralímpicos de Barcelona 92. Un estímulo del destino para superarse. “Al ver de lo que eran capaces, pensé que yo también podía salir adelante”, rememora.
La pasión por el ciclismo la lleva en las venas. Compitió en numerosas pruebas como cadete y amateur y a punto estuvo de dar el salto profesional enfundado en el maillot del Cesadén, cantera de corredores como Melchor Mauri.
Gran carrera
El alta hospitalaria le cogió con 100 kilos de peso y presa de la incertidumbre ante el futuro. Juanjo volvió a subirse a la bicicleta para “quemar kilos y matar el gusanillo” de la carretera. Sólo cuatro años después del accidente llegó su primer Campeonato de España de Ciclismo Adaptado. Y a partir de ahí, una carrera deportiva imparable. En Atenas se colgó la medalla de plata en persecución individual en pista. Regresó de Pekín con un bronce en esa misma prueba y la plata en la contrarreloj en carretera. Y enLondres, llegó hasta la fase final en la prueba de carretera, contrarreloj y kilómetro.
Méndez, de 52 años, es un referente internacional sobre la bicicleta, como prueban sus dos Campeonatos del Mundo. Desde su debut internacional en 1999 este ironman sobre ruedas atesora una treintena de medallas. Participa en Río en la categoría C1. Es el corredor con mayor discapacidad de su grupo, el único al que le falta la pierna y el brazo del mismo lado. Este veterano ciclista es capaz de competir con jóvenes a los que dobla en edad, pero también en experiencia. Hace tres años, puso en marcha una escuela de ciclismo (Club Génesis) para personas con discapacidad en el Velódromo de Horta (Barcelona)
