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La “justicia natural” ampara a Rusia ante el COI

Con una decisión tardía, el tribunal del deporte revoca la norma que prohibía Río a los rusos que hubieran cumplido ya una sanción por dopaje

Carlos Arribas
La nadadora Julia Efimova, en una imagen de archivo.
La nadadora Julia Efimova, en una imagen de archivo. MARTIN BUREAU (AFP)

La noche del jueves, 24 horas antes de la inauguración de los Juegos, el Comité Olímpico Internacional (COI) anunció que serían definitivamente 271 los deportistas rusos que habían superado sus filtros antidopaje y podrían participar en Río. Minutos después, sin embargo, el comunicado olímpico debía perder en aras de la “justicia natural” el adjetivo de definitivo porque el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) decidió que era nula la norma sola aplicada a los rusos que debían demostrar su pureza de que quien hubiera dado positivo alguna vez en su vida no podría competir en los Juegos aunque ya hubiera cumplido su sanción.

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Esta decisión, tardía, porque algunos rusos ya excluidos no se podrán beneficiar, abrirá seguramente la puerta a la nadadora Julia Efimova, doble campeona del mundo en 50m y 200m braza en Barcelona 2013. También, un daño colateral que dolerá a Rusia, levanta las trabas para que se cumpla el deseo de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) de la participación simbólica de Yulia Stepanova, la atleta que denunció el sistema de dopaje de Estado en Rusia, a la que el COI cerró la puerta de Río expresamente por su pasado de dopaje. La noticia llega tarde, sin embargo, para Ilnur Zakarin, el ciclista ruso ganador de una etapa en el Tour al que la UCI no admitió para Río por un positivo sancionado en 2009.

Todos estos detalles deberán precisarse antes del encendido de la llama olímpica y seguramente obligarán a complicadas negociaciones entre el COI y el Comité Olímpico Ruso (COR), que buscará un quid pro quo. “Primero deberemos hacer unos buenos Juegos, pero al día siguiente de la clausura, la prioridad será el dopaje”, declaró, nada más ser elegido primer vicepresidente del COI Juan Antonio Samaranch, consciente de que el caso Rusia prevaleció demasiado en los titulares de la prensa en las vísperas de Río y de la falta de solidez del entramado normativo-ejecutivo-jurídico contra el dopaje formado por las organizaciones deportivas, Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y TAS. “Hay que reformarlo todo”, ha declarado Thomas Bach, presidente del COI, quien ha convocado una suerte de estados generales del dopaje para otoño.

Yulia Stepanova, en una imagen de archivo.
Yulia Stepanova, en una imagen de archivo.Aleksander Chernykh (AP)

El TAS revocó directamente la norma de que los rusos con pasado de dopaje no podían competir en Río al admitir en primer lugar la reclamación de los remeros Anastasia Karabelshikova e Ivan Podshivalov, que habían cumplido ya hace años una sanción de dos años por dopaje impuesta en 2008. La primera y última instancia de la justicia deportiva declaró que la norma impuesta por el COI para abrir la puerta a Río a los atletas rusos limpios les privaba, sin embargo, de “su derecho a la justicia natural” y a demostrar su inocencia por su carácter retroactivo y su conculcación del principio de que no se puede sancionar dos veces por la misma falta, asuntos que su jurisprudencia ya había dejado claro. “Esa norma no es, como dice el COI, un criterio de selección, sino una sanción añadida”. Entre las decisiones antiguas que apoyaban el derecho de los remeros a participar en Río, el TAS cita el caso de Alejandro Valverde, a quien la UCI quiso prohibir participar en el Mundial de 2007 en Stuttgart por su participación en la Operación Puerto. El TAS consideró entonces que se quería sancionar al ciclista español pese a que no había habido un caso probado de dopaje entonces.

El asunto Rusia, la implicación de un Estado en la preparación olímpica de sus posibles medallistas hasta el detalle de retorcer en su favor y trampear las normas antidopaje, no es un caso único, según revela el Times de Londres, que apuntaba este viernes directamente a la manera brasileña de buscar sus objetivos deportivos. Señalaba el diario británico que en todo el mes de julio ningún olímpico de Brasil, el país anfitrión, se sometió a controles antidopaje. El ministerio de Deportes reconoce los hechos, que, señala, se debieron a que la AMA había suspendido el laboratorio antidopaje de Río y no tenían dónde hacerlos, y a que, además, había dimitido al anterior director de la agencia antidopaje nacional y se habían producido problemas burocráticos. Sin embargo, el portugués Luis Horta, exdirector del laboratorio de Lisboa, contratado por Brasil para asesorar la realización de controles, señaló que durante meses habían recibido grandes presiones desde el Gobierno brasileño para que no interfirieran en los entrenamientos de sus olímpicos con controles antidopaje. La AMA revocó hace una semana la suspensión del laboratorio, de cuya capacidad se duda para proceder a los miles de análisis de orina y sangre previstos en los Juegos.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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