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Toni Kroos es otro con Alemania

El madridista juega con la selección su mejor fútbol porque está más protegido y tiene menos exigencias territoriales

Jordi Quixano
Toni Kroos, con Alemania.
Toni Kroos, con Alemania.PATRIK STOLLARZ (AFP)

Nada más acabar su primer encuentro de la Eurocopa, con un triunfo ante Ucrania, Toni Kroos se marchó al vestuario para ducharse entre las felicitaciones de sus compañeros. Pero apenas le dio tiempo a atusarse el pelo porque había sido escogido el mejor jugador del partido y debía presentarse ante los micrófonos. En la sala de prensa, al tiempo que el seleccionador Joachim Löw departía sobre el choque, el centrocampista debatía animosamente con un grupo de periodistas. Una sonrisa radiante que mantuvo hasta que alguien le pidió que comparara sus funciones en el Madrid y Alemania. “Más o menos es lo mismo”, zanjó con brusquedad, como si ese futbolista vivaracho hubiera hecho mutis por el foro.

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“No quiere hablar de su club”, explican desde la selección de Alemania; “le han dicho que, si quiere hacerlo, debe preguntárselo primero al departamento de comunicación”. También le han puesto alguna que otra multa, por lo que prefiere guardar silencio. Y quizá no hable, pero sus pies bailan con el equipo alemán.

Concluido el segundo duelo, un empate ante Polonia que les dejaba la clasificación a tiro, los jugadores alemanes no tenían dudas en la zona mixta del Métropole de Lille. “No sé si es mejor que en el Madrid…, pero Toni para Alemania es un jugador muy importante y sin él es todo mucho más complicado”, resolvía Ter Stegen en un castellano fluido. “Es un futbolista que nos ordena con el balón en los pies. Es muy bueno, fundamental”, añadía Mustafi. Y se sumaba Boateng: “Él cambia el juego porque pasa muy bien. Es el que pone la pausa en el partido”. Piropos que reflejan la importancia de un jugador que para el Madrid no lo es tanto. En el juego está la respuesta.

Desde la ciudad deportiva de Valdebebas lo tienen claro. Con Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo no se puede practicar el mismo fútbol que en una selección donde no hay una referencia en ataque, sino que todos son movibles porque se expresan a través del ataque de posición. Además, Löw exige que la presión sea alta, por lo que el equipo no se parte, sino que corre en bloque hacia delante y hacia atrás.

Un medio de toque

No ocurre lo mismo en el Madrid, donde los tres delanteros se hacen los remolones en la fase defensiva y provocan que el resto del equipo deba replegarse cerca de su área para combatir la superioridad numérica del rival en el centro del campo. Lo que les conlleva a unos esfuerzos físicos enormes porque deben abarcar casi todo el campo. “Quiero al mejor centrocampista del mundo para el Madrid; no al mejor del mundo”, le vino a pedir en su día Ancelotti al presidente Florentino Pérez, que solo se quedó con la mitad de la copla y desatendió su preferencia por Arturo Vidal. “Fichar a uno de los mejores por 25 millones fue un golazo al resto de equipos”, escribió estos días el exjugador del Liverpool Jamie Carragher en el Daily Mail. Pero Kroos está hecho para el toque y no para correr, que por algo Pep Guardiola intentó convencerle para que se quedase en el Bayern y ahora lo relacionan con el Manchester City. “Mi trabajo es abrir los espacios para que nuestros jugadores creativos sean peligrosos”, convino el jugador desde Lille.

Entendió Ancelotti que al reunir a solo tres medios en el eje, mejor poner a Kroos de mediocentro porque sus carreras no serían tan largas como la de los volantes. Aunque la solidaridad defensiva y el arte del robo de balón tampoco son su especialidad, como quedó claro en las semifinales de la Champions del año pasado cuando desatendió a Morata y perdieron la eliminatoria. Por eso intentó Benítez atornillar a Casemiro en la medular —sin éxito— y por eso insistió con tino Zidane en lo mismo. Un laberinto para Kroos, que más que de sistemas depende del estilo de juego.

Alemania, que esta tarde se mide con Irlanda del Norte (18.00 horas), quiere el balón antes que correr porque así lo reclama Löw y porque así lo determinan las características de sus jugadores. Y siempre pasa por la frontera Kroos, que es el encargado de enlazar con la siguiente línea. Por eso es el líder del torneo en cuanto a pases que descuentan rivales, tal y como refleja una aplicación de los exjugadores Stefan Reinartz y Jens Hegeler con la que trabaja el staffalemán. “Todo llega de su pie. Cuando tiene el balón, nosotros jugamos”, resuelve Mustafi. “Es un líder con la pelota y nosotros creemos en él”, añade Boateng. Aunque deja una coletilla: “Y tiene un gran disparo… Ahora falta que meta uno”. Sus números con Alemania le avalan: 11 tantos en 64 duelos. Con el Madrid ha hecho tres en 99.

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