Monterrey pone un pie en las semifinales tras vapulear a Tigres
Los Rayados se imponen en el estadio Universitario y demuestran su superioridad ante los felinos
El derbi regiomontano no quedó a deber. Los Rayados vencieron 1-3, con un Jonathan Orozco que presumió una variedad de atajadas durante todo el partido. Uno de sus desvíos destacó por evitar en la línea de gol un remate de palomita del central felino Hugo Ayala. También neutralizó el instinto goleador de Gignac. Tan sólo un disparo de Sóbis venció sus palmas. Los dirigidos por Antonio Mohamed consiguieron el primer gol a través de un atento Carlos Sánchez e hicieron del contragolpe su mejor táctica, con una anotación de Dorlan Pabón que dejó paralizada a la defensa de Tigres.
Los Rayados demostraron su dominio en la liga mexicana tras vapulear como visitantes 1-3 a unos Tigres que no dejaron de insistir en la ofensiva. Monterrey terminó la fase regular como líder del torneo y, ahora, en el estadio Universitario, anularon el poderío ofensivo de los felinos, comandados por Gignac.
La primera parte empezó con unos Tigres volcados al ataque, táctica que ha patentado el entrenador Ricardo Ferretti desde que conformó una ofensiva letal, en junio pasado, con Damián Álvarez, Javier Aquino, Rafael Sóbis y al francés André-Pierre Gignac. Pero no fueron motivo suficiente para derrotar a los de Antonio Mohamed. La paciencia y efectividad de Rayados fueron sus estandartes.
Apenas al minuto 15, un descuido en la lateral izquierda, defendida por Jorge Torres Nilo, provocó que Edwin Cardona dejara un pase al ras del pasto al charrúa Carlos Sánchez. El gol fue un golpe letal para los Tigres. En la siguiente jugada, el guardameta Nahuel Guzmán, en un inexplicable golpe de confianza, salió hasta el mediocampo con el balón, lo perdió y Cardona estuvo a punto de marcar un golazo de medio campo.
ALINEACIONES
Si uno falla, el otro aprovecha y así lo demostraron los Tigres con el empate, en los botines del brasileño Sóbis, quien remató bajo la presión de los defensores centrales. En tan solo cuatro minutos el partido pasó de un posible 0-2 al empate. El encuentro viró entonces hacia el lado local, con un par de disparos del hombre más hábil, Damián Álvarez, que se quedaron en los guantes de Jonathan Orozco.
A siete minutos del término de la primera parte Dorlan Pabón amargó, parcialmente, la esperanza felina. Tomó un balón en la lateral izquierda, recorrió metros, superó a Jesús Dueñas y mandó un tiro lejos de un manotazo del guardameta Nahuel. El 1-2 volvió a silenciar el estadio Universitario pintado de amarillo y azul.
El segundo tiempo empezó con la misma sintonía: unos Tigres encima de su rival y los Rayados a la espera de un contragolpe mortífero. Los universitarios probaron por izquierda con Damián, nada; por derecha, lo mismo. La presión no fue efectiva, pero sí los cortes defensivos de José María Basanta y del juvenil César Montes.
En cuanto los delanteros de Tigres se cansaron de fallar, los centrales tomaron protagonismo. Al minuto 79 Hugo Ayala probó con una palomita con correspondencia en la portería, pero Orozco volvió a negar la anotación. El cancerbero de los Rayados fue fundamental para mantener el resultado durante los últimos 45 minutos.
No obstante, todo se derrumbó para los felinos. Una carrera del estadounidense Edgar Castillo por la banda izquierda desordenó a los defensas de Tigres y le dejó el esférico a un Rogelio Funes Mori que rotó en su eje para rematar ante la portería de Nahuel. El 1-3 fulminó la ofensiva de los entrenados por Ferretti. Los Tigres deberán ir por la hazaña el próximo sábado (19.00 horas, tiempo local) ante su acérrimo rival y contrarrestar un resultado que los fustigó.
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