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Andy Murray: “Aún tengo mucho que aprender”

El tenista escocés, número dos del mundo y último campeón en la Caja Mágica, conversa sobre Madrid, el torneo y la madurez tenística: "Todavía no he alcanzado la plenitud, pero mi juego es más estable"

Alejandro Ciriza
Andy Murray, durante un entrenamiento en la Caja Mágica de Madrid.
Andy Murray, durante un entrenamiento en la Caja Mágica de Madrid.Chema Moya (EFE)

Andy Murray (Dunblane, Escocia; 28 años) es un tipo que va de frente y habla a las claras. Para muestra, el mensaje que portaba ayer en su camiseta mientras peloteaba con Kei Nishikori a media mañana, ante la multitud de colegiales que invadió la Caja Mágica en la jornada festiva de Madrid: “No excuses, No apologies” (No excusas, No disculpas). El británico no levanta la voz, pero es un deportista al que no le intimida un micrófono. Como buen escocés, apenas se altera su rictus mientras conversa, aunque sobre la pista ya es otra historia. Ahí abajo, raqueta en mano, se enciende como un volcán de erupción controlada.

Recibe a EL PAÍS en una sala destinada exclusivamente a los jugadores, de acabado fino. Un futbolín y un billar destacan entre un conjunto de butacones blancos. Él, segundo mejor tenista del mundo en estos momentos, luce el pelo aclarado y la piel tostada por el sol de Mallorca, donde ha disfrutado de una semana de entrenamientos junto a Rafael Nadal y Milos Raonic (tutorizado por Carlos Moyà) antes de desembarcar en la capital española. “Iba a ir a Barcelona, pero surgió la posibilidad y funcionó muy bien”, dice. Murray es un armario (1,91 y 84 kilos), aunque se mueve como un peso liviano. Disfruta de su profesión y también de los pequeños placeres que le brinda. Por ejemplo, de los viajes.

“Me gusta Madrid. Me gusta venir aquí porque las condiciones son buenas para mí. Las pistas de la Caja Mágica son más rápidas que las de otros torneos de tierra batida y eso me beneficia. Está el factor de la altura, que obviamente condiciona, pero me siento cómodo aquí. También me gusta mucho la ciudad, porque los aficionados se vuelcan mucho y se respira ambiente de tenis. A la gente española le gusta el deporte y eso siempre es positivo”, señala.

¿Y has probado ya las tapas? “Sí, no están mal, aunque todavía tengo que conocer más la ciudad. Una vez estuve en el restaurante de Rafa [Nadal] y la otra noche fui a uno de parrilla. Cuando he venido también he podido ver unos pocos partidos en el Bernabéu y hace dos días visité el Thyssen”, agrega Murray, cuyo expediente —35 títulos individuales, el US Open 2012, Wimbledon 2013 y el oro olímpico en Londres, además de la Copa Davis conquistada el curso pasado con Gran Bretaña— probablemente sería hoy día muy superior, de no haber sido contemporáneo de los tres tenores: Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic.

El salto en la tierra batida

Hasta hace no mucho, el escocés se desenvolvía a las mil maravillas sobre tapetes rápidos, fueran de cemento, pista sintética o hierba. Sin embargo, el año pasado dio un salto. El primer indicio fue Múnich y después, el sello definitivo, Madrid. Sus dos primeros títulos sobre arcilla, un territorio que requiere de unos códigos que con el paso de los años ha aprendido a descifrar. “Comencé a comprender mejor cómo se debe jugar en esta superficie: el bote, los deslizamientos, el control espacial. Ahora estoy entrenándome al máximo para seguir creciendo. El año pasado solo perdí un partido en tierra [en las semifinales de Roland Garros, ante Djokovic]. Creo que, definitivamente, estoy cerca de alcanzar mi mejor nivel en este sentido”, corrobora.

El próximo día 15, el escocés cumplirá 29 años. Casado con su novia de toda la vida, estrenó paternidad en febrero y saborea la madurez profesional. Pero, ¿ha alcanzado ya Andy Murray la plenitud tenística? “Espero que no. Creo que aún tengo mucho que aprender, todavía puedo mejorar, aunque ahora mi juego es más estable. Llevo ya 10 u 11 años en el circuito, creo, y eso es mucho tiempo, ¿no?”, recuerda, antes de fijar el nombre del favorito para este año, sin titubeo alguno: "Djokovic", afirma; "es el gran aspirante allí donde juegue".

Esta edición, a priori, el cuadro le depararía a Murray un cruce con Nadal en la penúltima estación del torneo. Hace un año sometió al español en la final, aunque ahora la situación ha virado por completo. “Jugué muy bien. Estaba muy nervioso antes del partido porque jugar contra Rafa en tierra siempre es algo realmente duro, pero me salieron bien las cosas. Él no empezó como acostumbra y yo no le dejé pensar ni volver al partido. Es todo una cuestión de fases, lo importante es cómo reaccionar y él ha sabido hacerlo”, concluye, antes del fuerte apretón de manos y la despedida.

RESULTADOS Y ORDEN DE JUEGO

Resultados. Cuadro masculino: David Ferrer, 3-6, 6-1 y 6-2 a Guillermo García-López; Feliciano López, 7-6, 4-6 y 6-4 a Leonardo Mayer; Richard Gasquet, 6-1 y 7-6 a Roberto Carballes; Andrey Kuznetsov, doble 6-4 a Viktor Troicki; Milos Raonic, 7-6 y 6-1 a Thomaz Bellucci; Lucas Pouille, 7-6, 2-6 y 7-6 a David Goffin. Cuadro femenino: Irina Begu, 5-7, 7-6 y 6-3 a Garbiñe Muguruza; Victoria Azarenka, 7-6 y 6-2 a Alizé Cornet; Louisa Chirico5-7, 6-1 y 6-3 a Ana Ivanovic; Petra Kvitova, doble 6-3 a Yelena Vesnina.

Orden de juego. Pista central: Carla Suárez-Sabine Lisicki (hacia las 14.00) Rafael Nadal-Andrey Kuznetsov, no antes de las 16.00 (La1); Andy Murray-Vasek Pospisil (no antes de las 20.00). Pista Arantxa Sánchez Vicario: Roberto Bautista-Santiago Giraldo (12.00); Dominic Thiem-Juan Martín del Potro (hacia las 14.00); Milos Raonic-Alexandr Dolgopolov (hacia las 18.00).

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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