El Madrid, en vilo por Cristiano
El portugués, que conocerá hoy el alcance de su lesión, acusa su condición de insustituible antes del tramo decisivo del curso
Cristiano Ronaldo ha puesto en cuarentena el estado de euforia en el que estaba inmerso el Real Madrid. Las semifinales de Champions y la posibilidad de hacerse con una Liga que se presumía imposible han quedado condicionadas por el estado físico del portugués. Las alarmas saltaron en el Bernabéu cuando el goleador se retiró antes de tiempo en el partido frente al Villarreal. Solo y sin mediar palabra, Cristiano enfiló los vestuarios con su mano en el muslo derecho. El atacante, que evidenció molestias en el tramo final del partido, dijo basta tras intentar una chilena en el descuento.
Todo se tornó entonces en incógnita, nerviosismo y temor. Lo evidenció Zidane mejor que nadie, que salió del paso asegurando que no era nada importante. “Creo que es más un susto que algo grave”, dijo el francés tras el partido. Horas después fue el propio Cristiano quien quiso mandar un mensaje de tranquilidad al madridismo a través de las redes sociales. “Todo bien”, escribió el luso en su perfil de Instagram. Mensajes al margen, la única certeza es que hoy pasará las pruebas definitivas que confirmarán el alcance de su lesión, así como su presencia en el duelo europeo del próximo martes en Manchester ante el City.
El episodio ha refrendado la condición de insustituible de Cristiano en el Madrid. Zidane había mejorado el pico de producción del portugués en una temporada plagada de dudas y especulaciones que se esfumaron con su gol en el Camp Nou y su hat-trick salvador en la remontada ante el Wolfsburgo. Cristiano, disperso en las grandes citas a las órdenes de Benítez, había vuelto a ser Cristiano. Sus goles volvían a valer puntos y eliminatorias. Cristiano apareció para echarse el equipo a la espalda cuando más falta hacía.
La temporada del luso en números es una vez más incuestionable. Cristiano, que está a tres tantos de alcanzar la barrera de los 50 por sexto curso consecutivo, es el máximo anotador de la Liga y la Champions con 31 y 16 goles respectivamente. También es el mejor asistente del equipo. Cristiano ha sido partícipe de forma directa del 50% de los 126 goles que acumula el Madrid en las dos grandes competiciones. En Liga, ha anotado o asistido en 43 de los 101 goles que suman los de Zidane. La dependencia de Cristiano es todavía mayor en Champions, donde los blancos han necesitado al portugués en 20 de sus 26 goles.
Su enorme influencia en el equipo se conjuga con el hambre y voracidad del jugador para entender su falta de descanso sea cual sea la situación y el escenario. Cristiano, Copa aparte, tan solo descansó un minuto en Roma en la ida de cuartos de Champions y acumula ya 3.958 minutos, el que más de la plantilla. Zidane, consciente de que incluso el mejor necesita reposo, no se ha atrevido a dárselo. Algo que ahora se reprocha. “Me arrepiento alguna que otra vez de no quitarle, pero siempre quiere dar todo lo que lleva dentro”, afirmó el francés tras el choque ante el Villarreal.
Desde que llegara al Real Madrid en 2009, ningún entrenador se ha decidido a dar descanso al portugués, que ha superado la barrera de los 4.000 minutos en las últimas cinco temporadas y que lleva a sus espaldas 29.875 minutos desde que viste de blanco. Cristiano tan solo se ha perdido tres partidos en las últimas dos temporadas, con un saldo para el Real Madrid de dos victorias y una derrota. La excesiva acumulación de minutos ya le pasó factura en la temporada 2013-2014. En aquel curso, el astro madridista se perdió la final de Copa y llegó lastrado al tramo final de una temporada en la que disputó lesionado la final de la Champions ante el Atlético. Ancelotti le dosificó cuando ya era demasiado tarde. Ahora Zidane, segundo entonces del italiano, reza por no revivir errores pasados que le hagan contar con una versión malograda de su jugador estrella en el mes decisivo del año.
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