“Me arrepiento de no quitar a Cristiano Ronaldo”

La insistencia y el hambre de Cristiano Ronaldo no tienen límite. El portugués lo quiere jugar todo sin importarle lo que pueda pasar. Y lo que puede pasar, pasó ante el Villarreal. Cristiano se retiró al vestuario antes de tiempo después de intentar una chilena en el descuento y hacía saltar todas las alarmas en el Real Madrid. Solo, sin pedir permiso de nadie y sin intercambiar palabra, el astro portugués enfiló el túnel de vestuarios mientras el partido apuraba los minutos de descuento. Su salida del césped hizo presagiar lo peor en un partido sin historia en el que, con el permiso de Zidane, CR optó por no descansar pese a tener las semifinales de Champions a menos de una semana.

La presencia de Cristiano en la trascendental eliminatoria ante el Manchester City es a día de hoy una incógnita. El jugador del Real Madrid se retiró con molestias en la parte posterior del muslo y este jueves o viernes, en función de la inflamación de la parte afectada, pasará las pruebas médicas que confirmen el alcance de su dolencia. El gesto contrariado del delantero palpándose la zona dañada y la conversación de Zidane con uno de sus ayudantes intentando descifrar el problema fueron lo suficientemente intranquilizadoras como para que a los seguidores blancos se les indigestara la goleada al Villarreal.

El técnico francés, algo temeroso, reconoció su arrepentimiento por no dejarle descansar: “Me arrepiento alguna que otra vez de no quitarle para no tener problemas como este. De vez en cuando también es necesario para él no jugar un partido o no terminarlo, pero siempre quiere hacerlo y dar todo lo que lleva dentro. Vamos a ver ahora cuando le recuperamos”, dijo Zizou, que semanas antes había reconocido su intención de dejarle descansar. Pero ese descanso nunca llegó.

“Se ha asustado”

En las galerías del Santiago Bernabéu todo giró en torno a Cristiano, que durante el partido no paró de buscar insistentemente un gol que nunca llegó después de que horas antes Luis Suárez firmará un póker que le deja, con 30 goles, a solo un tanto del portugués en la carrera por el pichichi.

Zidane, que vio asustado como su pupilo se marchaba cabizbajo y dolorido, apenas pudo asegurar en su explicación, más por deseo que por certezas, que no será nada grave. “Ha sentido algo justo al final, pero de momento no puedo decir nada. Creo que es más un susto que algo grave. Mañana veremos con tranquilidad lo que tiene de verdad. Estoy más tranquilo ahora”, aseguraba el entrenador madridista en contra de su gesto, más preocupado que nunca. No paraba el francés de tratar de restarle gravedad al percance.

“Se ha asustado y ha salido del campo a falta de un minuto porque estaba preocupado y quería saber enseguida lo que pasaba. Al final es solo un susto. No podemos decir más, ni yo ni tampoco él”, zanjó Zidane, que terminó elogiando todo el trabajo de Cristiano y que entre hoy y mañana sabrá con certeza si es un susto y estará ante el City o, si por el contrario, deberá jugarse el billete a la final sin el jugador que permitió al Real Madrid seguir soñando con ella.

Otro de los protagonistas del partido fue Danilo, que suplió al lesionado Carvajal. Fue una noche de contrastes para el lateral brasileño, que fue pitado al principio tras cometer un par de errores, pero que acabó aplaudido cuando mejoró su rendimiento en la segunda mitad e incluso asistió a Modric en el tercer tanto. “Cuando llegué al Madrid dije que no iba a convencer a la gente en el primer y el segundo partido. El Madrid es un club muy grande. Trabajo. La temporada no ha sido de las más fáciles. Estoy para lo que se necesite. Soy un soldado más del madridismo”, declaró.