Villanova gana la NCAA con un triple en el último segundo

La Universidad de Villanova se ha proclamado campeona universitaria de baloncesto de Estados Unidos este lunes tras vencer a los Tar Heels de Carolina del Norte. En un partido vibrante y ajustado, los Wildcats de Villanova (Pensilvania, este de EE UU) se impusieron con un triple en el último segundo del encuentro contra la Universidad de Carolina del Norte y se alzaron con un torneo (la NCAA) que no ganaban desde 1985.

Tras un torneo en el que ambos equipos han arrollado sin piedad a sus rivales, la final de la March Madness reflejó la emoción del baloncesto universitario norteamericano, en ocasiones superior al de la NBA. Los dos equipos dieron muestra de su poderío el fin de semana pasado en semifinales, cuando se impusieron de forma abrumadora a sus rivales: los Tar Heels arrollaron a los Oranges de Syracuse por 83-66, mientras que los Wildcats humillaron a los Oklahoma Sooners con un marcador final de 95-51.

La intensidad del partido fue enorme desde el primer minuto. Arropados por 71.500 espectadores que abarrotaron el estadio de fútbol americano de los Houston Texans (Texas, sur de EE UU), donde se celebró el partido, los Wildcats y los Tar Heels (nombre con el que es conocido el equipo de Carolina del Norte) demostraron su poderío.

Los primeros compases del partido mostraron una ligera superioridad de los Wildcats, que estuvieron por delante en el marcador en los primeros 10 minutos del choque. Fue entonces cuando el espigado alero de Carolina del Norte Justin Jackson enchufó un triple que puso la igualdad en el marcador. Empezó entonces una racha de triples a la que se sumaron Marcus Paige y el base de los Tar Heels, Joel Berry II.

Villanova no bajó los brazos ante el bombardeo ni cedió ante la presión de un estadio que rugía. Aunque los Wildcats no se descolgaron en el marcador, los de Carolina se fueron al descanso con una ventaja de cinco puntos, 39-34. Su juego era sólido y por momentos cortocircuitó el ataque de Villanova, pero en cuestión de unos segundos todo cambió. Mikael Bridges apareció para los Wildcats y devolvió la igualdad al marcador. Fue un punto de inflexión en el partido. La defensa del equipo de Pensilvania se hizo más intensa, cerrando los espacios para el ataque de su rival. Con un juego más ralentizado, con posesiones más largas, los Wildcats exasperaron a los jugadores de Carolina del Norte y lograron una ventaja de 10 puntos a cinco minutos del final.

Todo parecía decidido, pero no fue así. Era una final. Los jugadores de Carolina del Norte apretaron los dientes y consiguieron estrechar el marcador poco a poco en los últimos instantes del partido. Los nervios aparecieron y empezaron los fallos de tiros libres y algún desliz arbitral. Cuando solo quedaban cuatro segundos, el fino jugador de Carolina Paige consiguió un triple increíble, con un escorzo en el aire para evitar un tapón, que empató el partido. Los aficionados de Carolina, incluido el legendario Michael Jordan, estallaron de alegría. Pero el jolgorio duró poco. En el último segundo, con la bocina ya sonando, el alero Kris Jenkins anotó un triple que devuelve a la Universidad de Villanova la gloria del baloncesto universitario estadounidense más de tres décadas después de su último título.