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Arranca el ‘March Madness’

Los 64 mejores equipos del baloncesto universitario estadounidense se enfrentan La locura de marzo

Marshall Plumlee (40) jugador de Duke, celebra una canasta.
Marshall Plumlee (40) jugador de Duke, celebra una canasta.Mark L. Baer (USA Today Sports)

En muchos campus universitarios de Estados Unidos, el mes de marzo está definido por dos eventos: Spring Break y March Madness. El primer término denota la semana de vacaciones primaverales, y el segundo el conocido torneo de baloncesto universitario celebrado cada año durante el mes de marzo. El torneo, en el que participan los 64 mejores equipos del país, ha arrancado este jueves y se disputará a lo largo de las próximas tres semanas.

Organizado por la National Collegiate Athletic Association (NCAA), el torneo de baloncesto universitario se celebra cada mes de marzo desde el año 1939. El March Madness arranca con 64 equipos y está estructurado alrededor de un modelo de eliminación directa. De esta manera, tras la primera ronda quedan la mitad de los equipos, 32. Tras disputarse la segunda ronda, el torneo sigue el modelo tradicional: octavos de final, cuartos de final, semifinal y final. En sus casi ocho décadas, el equipo que más veces ha obtenido el título nacional es el de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) con un total de 11 finales conquistadas.

En los periódicos, el March Madness siempre ocupa un lugar. En las universidades, suele ser el tema de conversación entre muchos estudiantes, que obsesionados compiten por predecir qué equipo ganará este año. En las oficinas, los adultos reivindican sus identidades universitarias y apoyan fielmente a sus respectivos equipos, si es que están entre los 64 seleccionados. El torneo es un fenómeno deportivo de atención masiva que alcanza el estatus de la famosa Super Bowl de fútbol americano.

Y es que, en Estados Unidos, los deportes universitarios suelen adquirir el mismo nivel de relevancia nacional, si no más, que los profesionales. El protagonismo del deporte en los campus universitarios es una parte fundamental de la experiencia de los estudiantes en Estados Unidos. ¿Por qué? Mueven cantidades de dinero abismales, generan pocos gastos y muchos ingresos. Según el diario USA Today, los diez entrenadores de baloncesto universitario mejor pagados tienen un sueldo por encima de los dos millones y medio de dólares anuales. El mejor pagado en 2015 fue el entrenador de los Kentucky Wildcats, John Calipari, cuyo sueldo rozó los seis millones y medio de dólares. Las ligas de baloncesto universitarias de la NCAA, cuyos ingresos el año pasado alcanzaron el billón de dólares, generan grandes sumas de dinero para las universidades y suponen pocos gastos ya que los jugadores no son remunerados. Además, los equipos de cada universidad contribuyen directamente al estatus de la institución, y pueden ser causa para captar la atención de futuros potenciales estudiantes.

El torneo supone la conclusión de las ligas anuales y sirve para los equipos gozar de protagonismo a nivel nacional. La competitividad es máxima, y la euforia apabullante. Los favoritos siguen siendo favoritos, pero todo puede pasar. El adjetivo Madness, cuyo significado se traduce en castellano como “locura”, describe la naturaleza del torneo: siempre hay sorpresas. Cada año, pequeños equipos pueden irrumpir entre los grandes y hacerse oír. La espontaneidad de algunos partidos da vida a este torneo. Sin embargo, durante los últimos años, varios equipos se han perfilado como titulares indiscutibles en la pugna por el título. Por ejemplo, los Devils de la universidad de Duke que han arrasado de manera contínua y lograron el título en 2015. Otros favoritos tradicionales son los Wildcats de la Universidad de Kentucky, que han llegado a semifinales los dos últimos años, o el equipo de la Universidad de Connecticut, que ganó el título en 2014.

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