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El Valencia o el espejo roto del Atlético

El club che ha pasado de ser referente de los rojiblancos a comienzos de siglo a perseguir su estela

Los modelos a imitar en el fútbol cambian con los años. Valencia y Atlético se miden en Mestalla (20.30, C+ Partidazo) con los papeles cambiados con respecto a comienzos de siglo. Hace más de una década, fue el Valencia (como anteriormente hizo el Deportivo en el curso 1999-2000) quien rompió la hegemonía de Madrid y Barça logrando dos Ligas, la 2001-2002 y la 2003-2004. En esa temporada 2004 ganó además la UEFA y la Supercopa de Europa, y fue nombrado el mejor equipo del mundo. En los dos primeros años del nuevo milenio el club che se quedó a las puertas de la gloria disputando y perdiendo dos finales de Champions ante el Madrid y Bayern Munich.

“El Valencia es un espejo en el que se tiene que mirar el Atlético”, opinó Jesús García Pitarch al llegar al club rojiblanco en 2006 para ejercer de director deportivo, función que ostenta actualmente en su segunda etapa en el Valencia (cargo que ya ocupó de 2002 a 2004). Diez temporadas atrás el Atlético llevaba nueve años sin jugar en Europa y pasó además dos temporadas en el pozo de Segunda. “Hoy el Atlético ha conseguido formar un equipo con un entrenador de la casa, que ha hecho que compitan al máximo nivel”, reconoció García Pitarch en su regreso al club che.

En los últimos meses de García Pitarch en la secretaría técnica del Manzanares, comenzó a fraguarse el Atlético de los éxitos que aún perdura, consiguiendo en el 2010 la Europa League y la Supercopa de Europa. El club rojiblanco enjugaba sus deudas vendiendo a sus iconos, como Fernando Torres traspasado al Liverpool, e invirtiendo a su vez responsablemente en nuevos valores o consagrados futbolistas. Llegaron y se fueron Diego Forlán, el Kun Agüero o Diego Costa, y el Atlético siguió siendo un equipo. Con la llegada de Simeone en la jornada 18 de la temporada 2011-2012 se disparó la competitividad y los títulos. Con el argentino se alcanzaron nuevas cuotas, logrando otra Europa League y una Supercopa europea a los pocos meses de aterrizar en el Calderón. El curso siguiente se logró la Copa del Rey y la Supercopa de España. Y dos temporadas atrás obtuvieron la Liga y se quedaron a pocos instantes de conseguir la Champions derrotados por el Madrid.

Mientras el Atlético fue construyendo su futuro, el Valencia comenzó su decadencia. “En los últimos 15 años el Valencia ha tenido 14 entrenadores. Y ocho presidentes y cuatro máximos accionistas en los últimos 11", explicaba meses atrás Layhoon Chan, la nueva presidenta del Valencia, persona de confianza de Peter Lim, dueño del Valencia a través de su empresa Meriton desde octubre del 2014. La ejecutiva entiende que la deriva del Valencia, que no logra un título desde la Copa del Rey del 2008, “se debe a que hemos estado en una guerra durante estos últimos años”, analizó apelando a la unidad del valencianismo para que vuelvan los éxitos.

La compra del Valencia por parte de Peter Lim fue celebrada en la capital del Turia como la llegada de un millonario mecenas que iba a sacar de la miseria al club che y elevarlo a los altares, capaz de discutir el trono a Barça y Madrid y, por supuesto, superar al Atlético. A pesar de que los fichajes no fueron los esperados y bajo la dirección de Nuno Espirito Santo, impuesto como entrenador por Lim, la temporada pasada Mestalla recuperó la ilusión. Se venció al Atlético (3-1) en la sexta jornada y el Valencia se situó segundo en la clasificación. En la capital del Turia se especulaba si el conjunto che sería capaz de ganar la Liga. Al final de temporada el Valencia alcanzó el cuarto lugar, el mínimo que se le exigía que le daba la posibilidad de volver a la Champions tres años después. La memoria del valencianismo es selectiva. Unai Emery, mientras año a año le desmontaban al equipo, logró tres cursos consecutivos el tercer puesto y la clasificación directa para la Liga de Campeones. A Mestalla le parecía poca cosa.

Fiado a los saldos de Jorge Mendes con sobrecoste pagados, Lim ha invertido más de 200 millones en la confección de una plantilla de dudosa valía deportiva y de difícil recuperación económica en caso de venta. La mala marcha del equipo obligó a Lim a despedir a Nuno. La amistad del magnate de Singapur con Gary Neville ha supuesto el principal mérito para que el inglés debute como entrenador profesional en el Valencia que en poco ha mejorado desde su aterrizaje en Mestalla. Mientras el Atlético se resiste a entregar la Liga al Barça, segundo con 61 puntos y sin perder la vista en la Champions, el Valencia se encuentra a mitad de tabla con 34 puntos y en octavos de la Liga Europa. El club che comenzó la temporada siendo el tercer mejor equipo de España con 3296 puntos en Primera por los 3276 del Atlético que, llegados a la jornada 28, le supera en el histórico en siete puntos. Hoy el Valencia quiere parecerse al Atlético como en su día fue al revés.

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