Federer: “Solo puedes intentar dejar de sangrar”
El suizo, arrollado tras una hora intempestiva de Djokovic, elogia al número uno, que ahora domina el cruce particular entre ambos: “Pero aún puedo correr durante cuatro o cinco horas. No me asusta"
Después de dos horas y 19 minutos de tenis maravilloso, de que Novak Djokovic venciera a Roger Federer (6-1, 6-2, 3-6 y 6-3) y firmase su sexta final en Australia, territorio conquistado en cinco ocasiones por el serbio, un reconocimiento sincero. “Le he visto otras veces jugar así de bien, pero se hace muy complicado cuando eso ocurre desde el principio. Lo único que uno puede hacer es tratar de dejar de sangrar en algún momento”, admitía el suizo, la víctima de una hora de furia del número uno, de una embestida que le dejó grogui por momentos.
Los dos primeros sets han sido probablemente las dos mejores mangas seguidas de mi carrera
Ayer, a Federer se le vio padecer como pocas (muy pocas) veces se le ha visto. Para cuando se quiso dar cuenta, Nole ya le había corneado con múltiple trayectoria y había inclinado sobremanera el pulso. El serbio salió en estampida, con una voracidad extrema; después de sus cuatro horas y media sobre la pista frente a Gilles Simon, de la sorpresa lógica ante su repentina terrenalidad, quería dar un golpe sobre la mesa. Enviar un mensaje explícito de fuerza. Así que en poco menos de una hora (54 minutos) ya se había adjudicado dos sets, a un ritmo frenético de golpes.
“De repente uno se encuentra en una situación en la que es muy difícil meterse de nuevo en el partido, porque no hay mucho margen de corrección en situaciones como esta”, comentaba Federer, de 34 años. “Luego encontré la forma de volver, empecé a jugar mejor y hubo partido durante un rato, pero obviamente es una desilusión que no me hayan salido mejor las cosas”, agregó el de Basilea, que en los 44 enfrentamientos previos entre ambos (23-22 ahora a favor de Nole) solo había encajado una vez un 6-1. Fue en el US Open de 2010.
Durante esa hora intempestiva, Djokovic jugó como un Terminator. Ni especulación ni tanteo; un esprint eléctrico hacia la victoria. Apenas falló (seis errores), su derecha proyectó veneno (17 winners) y su revés a dos manos, cruzado o paralelo, obligó a Federer a correr tras la bola como un péndulo. El suizo estaba desubicado, sin posibilidad alguna de tomar el centro de la pista y comenzar a tejer su juego. En esa franja cometió 24 errores no forzados y trazó únicamente 11 tiros ganadores.
“He jugado partidos en los que he tenido un nivel similar, pero creo que los dos primeros sets han sido probablemente los dos sets seguidos que mejor he jugado contra Federer y, en general, en toda mi carrera”, precisó Djokovic, que se medirá en al finl vencedor del encuentro entre Milos Raonic y Andy Murray (hoy, 9.30, Eurosport); “Cuando te enfrentas a un jugador como Roger necesitas mucha concentración, determinación y una preparación diferente al resto de partidos, por eso salí con esa confianza e intensidad. Jugué un tenis perfecto los dos primeros sets, sin dudas”.
Hace tiempo que Novak optimizó cada aspecto de su juego. Cuando está así es difícil de frenar”
Escarbando entre las cifras totales del duelo, se deduce que el serbio estuvo muy bien, o que el suizo pudo estar mejor —un 60% de primeros servicios es un porcentaje excesivamente bajo para abordar al mejor restador del planeta—, pero no debe haber mayor reproche para Federer, que pese a la bofetada sup o reaccionar, brindó varios puntos deliciosos y, al fin y al cabo, es el que ha planteado la oposición más firme a Nole durante el último año. “Hace ya tiempo que Novak optimizó cada aspecto de su juego. Cuando está así es muy difícil de frenar”, le elogió el ganador de 17 grandes.
¿Y ahora, qué? ¿Más y más trofeos para Djokovic durante todo el curso? “Roger, ¿podrás batirle alguna vez en un Grand Slam?”, plantearon. “Tengo confianza en mí mismo, ¿sabes? Sé que no es fácil, pero sigo pudiendo correr durante cuatro o cinco horas, no es un problema. No me asusta jugar un gran partido contra alguien que está a su máximo nivel”, concluyó Federer, antes de que el futuro se pusiera en boca de Djokovic. “Es difícil saber qué ocurrirá. Obviamente, el tenis ahora es diferente a lo que lo era 10 años atrás. Ahora es más difícil para los jóvenes irrumpir en el circuito y desafiar a los mejores. El tenis es más físico y se demanda jugar bien en cada aspecto”, sentenció Nole, de 28 años.
Él, desde luego, lo borda.
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