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Los semifinalistas, a escena

El torneo enfrenta este miércoles al River Plate argentino con la revelación japonesa Sanfrecce y el jueves al Barcelona con el Guangzhou chino

Jordi Quixano
Entrenamiento de River Plate en Osaka.
Entrenamiento de River Plate en Osaka. KAZUHIRO NOGI (AFP)

Renunció finalmente India a organizar el Mundial de Clubes, que en el curso anterior se disputó en Marruecos –lo ganó el Madrid– y Japón acogió de nuevo un torneo que ya ha albergado en varias ocasiones. Con sedes en Osaka y Yokohama, seis equipos se dieron cita en un torneo que empezó el pasado domingo y que finalizará el próximo día 20. Es, en cualquier caso, una competición singular que recoge el testigo de la antigua Intercontinental y que enfrenta a los cinco equipos campeones de las confederaciones, además del equipo local, ganador en su Liga.

En la ronda previa se midieron el Sanfrecce Hiroshima con el Auckland City de Nueva Zelanda. Venció el equipo japonés (2-0), que en los cuartos de final repitió suerte porque se impuso al Mazembe (3-0), escuadra de la República Democrática del Congo que se coronó en la Champions africana. Por la otra parte del cuadro, también en cuartos, se batieron el Guangzhou chino con el América mexicano, que partía de favorito con jugadores de la talla de Darwin Quintero y Oribe Peralta, pero que cayó (1-2) después de sufrir la remontada en el segundo acto. Ahora tocan las semifinales.

La incógnita de River Plate

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El equipo de Marcelo Gallardo, exjugador del club bonaerense que también despuntó en el Mónaco y pasó de puntillas por el PSG, no está en su mejor momento. Si bien en el curso anterior conquistó la Libertadores, ahora ha perdido a un par de jugadores importantes, como el carrilero Funes Mori, fichado por el Everton inglés, y el delantero Teo Gutiérrez, que juega en el Sporting de Portugal, y ya no compite como antaño. Llega, además, con dos meses de inactividad tras concluir la liga argentina como cuarto, rémora que ha intentado paliar al llegar a Japón con una semana de anticipación. De presión alta y juego directo, River es el favorito en su semifinal ante el Sanfrecce, pero es una incógnita cómo se desarrollará en el torneo.

La campanada del Sanfrecce Hiroshima

Con un equipo íntegramente completado por japoneses a excepción del veterano croata Mihael Mikic (35 años), que jugó en el Dinamo de Zagreb y Kaiserlautern, además del brasileño Dyanfres Douglas, curtido en equipos menores de su país y después fichado por el Vortis japonés –de hecho regresará a su disciplina al acabar 2015-, el Sanfrecce ha superado dos rondas. En la primera, ante el Auckland del catalán Ramon Tribuliex, gobernaron el partido; y en la segunda, aunque el equipo africano dispuso de más y mejores ocasiones, venció con rotundidad gracias a dos saques de esquina y una contra. Shiotani es el máximo goleador del torneo con un tanto en cada encuentro.

El Guangzhou de Scolari

El conjunto está de dulce desde que lo cogiera el reputado técnico brasileño Luiz Felipe Scolari, que ganó el Mundial de 2002 con Brasil. Suma 28 encuentros sin conocer la derrota y ante el América demostró el porqué. Aunque el equipo está conformado por muchos internacionales chinos, también tiene gotas de calidad gracias a la incorporación de futbolistas brasileños, traídos a golpe de talonario gracias a Xu Jiavin, dueño de Evergrande Real Estate Group, la segunda inmobiliaria más poderosa del país. Como el famoso Robinho –exjugador del Madrid, Manchester City y Milan-, y el poderoso Paulinho, que barre todo el centro del campo. También está René Junior, y los delanteros Ricardo Goulart y Elkerson. Parte, sin embargo, con desventaja ante el Barcelona, que llegó el domingo pasado a Yokohama, donde jugará sus partidos.

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