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Los Timbers, campeones de la MLS con el gol más rápido de una final

El equipo de Portland bate a los Columbus Crew (1-2) en la final de la mayor liga de EE UU tras adelantarse a los 27 segundos con un gol del argentino Valeri

Los jugadores de Portland Timbers celebran el título.
Los jugadores de Portland Timbers celebran el título.Geoff Burke (USA Today Sports)

En un ambiente completamente ensordecedor, los Portland Timbers se impusieron (1-2) este domingo a los Columbus Crew en la final de la liga de fútbol norteamericana (MLS). La poca calidad de los equipos, en contraste con la pasión de los aficionados, marcó la disputa por el título liguero.

Columbus, 1 - Portland, 2

Columbus Crew: Steve Clark; Michael Parkhurst, Waylon Francis, Gastón Sauro, Harrison Afful; Tony Tchani (m.72, Jack McInerney), Justin Meram (m.78, Mohammed Saeid), Federico Higuaín, Ethan Finlay (m.63, Cedrick Mabwati); Wil Trapp y Kei Kamara. Entrenador: Gregg Berhalter.

Portland Timbers: Adam Kwarasey; Alvas Powell, Nat Borchers, Jorge Villafaña, Liam Ridgewell; Darlington Nagbe, Diego Valeri, Diego Chará; Fanendo Adi (m.91, Maximiliano Urruti), Rodney Wallace (m.94, Jack Jewsbury) y Lucas Melano (m.59, Dairon Asprilla). Entrenador: Caleb Porter.

Goles: 0-1. M..1. Diego Valeri. 0-2. M. 7. Rodney Wallace. 1-2. M.18. Kei Kamara.

Árbitro: Jair Marrufo amonestó a Afful, Saeid, Powell y Valeri.

Partido de la final de la MLS que se jugó en el Mapfre Stadium, de Columbus (Ohio), ante 20.145 espectadores.

Hasta 2.000 aficionados de Portland viajaron al Mapfre Stadium, el estadio de los Columbus Crew con capacidad para 20.000 personas, para apoyar a su equipo en la que fue la primera final de la MLS que jugaban. Los de casa buscaban el segundo título de MLS, que ganaron por primera vez en 2005.

La afición tomó el partido desde el primer minuto. La batalla empezó en las gradas: los fans pronunciaban cánticos sin cesar. En el campo los Crew salieron dormidos. Su portero, Steve Clark, perdió un balón fácil ante la presión del centrocampista Diego Valeri de los Portland Timber, que marcó el primer gol a los 27 segundos del comienzo del encuentro, lo que supone el gol más temprano en una final. A los pocos minutos, los Timbers lograron su segundo gol tras un rápido contraataque tras robar la pelota en el mediocampo. La superioridad de los Timbers fue arrolladora en estos primeros compases de juego.

Un gol en el minuto 18 del delantero de los Crew, Kei Kamara, tras otro error del guardameta, esta vez el de los Timbers, al no atrapar un balón aéreo en el área pequeña, dio vida al equipo local. Los de Columbus acabaron dominando el juego de la primera parte, donde gozaron de buenas ocasiones.

Los rugidos de la afición local dieron la bienvenida de nuevo a su equipo cuando sus jugadores saltaban al terreno de juego tras el medio tiempo. Las camisetas amarillas y negras de la afición de Columbus botaban en las gradas mientras se escuchaban gritos de apoyo para los de casa. Había confianza y pasión. La afición visitante, ante la ofensiva, hizo lo mismo: detrás de la portería de Clark, la marea verde de Portland saltaba sin cesar.

Pero sobre el césped, más monotonía: los Portland dominaban el ataque y los Crew se defendían a duras penas. Los Timber, aunque no pudieron transformar ninguna ocasión en gol, gozaron de varias ocasiones claras. De alguna manera, la defensa de los Crew, con la suerte de su lado, salvó varios posibles goles en la línea de la portería. Los locales tuvieron alguna ocasión aislada, propiciada por el argentino Federico Higuaín que, lejos de ofrecer a su equipo lo que su hermano al Nápoles, estuvo por debajo de lo esperado.

En la grada, la afición de los Crew siguió ganando por su amplia mayoría numérica. La fiesta para ellos acabó con el pitido final, que a su vez dio paso a la fiesta de la afición visitante. “Estamos muy felices, estoy agradecido a la afición y a mi familia", resumió Valeri al diario ESPN al final del encuentro.

Errores garrafales en el arbitraje

En la jugada del segundo gol de Portland, el esférico había salido notablemente por la banda derecha del campo. Los jugadores de Columbus se quedaron paralizados mientras uno de sus jugadores, con la posesión del balón, se acercaba hacia la banda para realizar el saque. Pero el linier no había pitado y un avispado jugador de los Timbers robó el balón y organizó un rápido contraataque que puso al equipo visitante 0-2 en el marcador a los ocho minutos.

Sorprendentemente, ni los jugadores, ni el entrenador, ni la mismísima afición de los Crew protestaron mucho la pifia del conjunto arbitral. Por otra parte, el árbitro también se comió una mano clarísima de uno de los defensores de Columbus Crew en el área pequeña, tras un córner lanzado por los Timbers en la segunda mitad.

Valeri marca en un suspiro

Diego Valeri, Steve Clark
Diego Valeri, Steve Clark
EFE, Columbus

El centrocampista argentino Diego Valeri, de los Timbers de Portland, hizo historia al marcar el gol más rápido en una final de la Liga Profesional de Fútbol (MLS) cuando se llevaban apenas 27 segundos del partido que su equipo disputaba ante el Crew de Columbus.

Valeri se aprovechó de un error cometido por el arquero del Crew, Steve Clark, que en lugar de despejar el balón que recibió dentro del área intentó jugarlo, y el centrocampista argentino que siguió la acción llegó a tiempo para poner el cuerpo y el esférico se fue al fondo del marca del equipo local.

Anteriormente, los goles más rápidos conseguidos en partidos de la gran final se habían dado dos veces en el minuto cinco. El ecuatoriano Eduardo Hurtado lo hizo en la primera final de la MLS en 1996 cuando jugaba con el Galaxy de Los Angeles, que perdieron el encuentro por 2-3 ante el D.C. United.

Luego sería Ronnie Ekelund, siete años después, el que marcó también a los cinco minutos del partido de la final que disputó su equipo de los Earthquakes de San José que logró el título con un triunfo de 4-2 frente al Fire de Chicago.

Esta misma temporada, Justin Meram, del Crew, también había marcado el gol más rápido en la competición de los playoffs de la MLS, al conseguirlo cuando sólo se llevaban disputados ocho segundos en el partido de ida de la final de la Conferencia Este frente a los Red Bulls de Nueva York, a los que eliminaron para quedarse ellos con el título y disputar hoy el de la MLS.

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