Argentina mejora sin Messi, pero Brasil le empata

El clásico sudamericano en estas eliminatorias para Rusia 2018 se iba a jugar el jueves, pero en Buenos Aires cayeron y cayeron milímetros de lluvia durante la tarde y la noche y el partido se postergó un día. La prensa de Brasil bromeó con que Argentina tenía miedo. Temor de enfrentar sin Lionel Messi, sin Sergio Agüero, sin Carlos Tévez, todos lesionados, a un Brasil con un Neymar en un gran momento en el Barcelona. Pero así como los culés se han acostumbrado semana a semana a jugar bien sin Leo, el seleccionado de Gerardo Tata Martino ha descubierto en este tercer partido de eliminatorias sin la Pulga que puede tocar y desequilibrar con otros de sus baluartes. Y puede hacerlo con Brasil. Claro que el ritmo intenso aflojó en el medio del segundo tiempo y la verdeamarela acabó empatando 1-1. Los dirigidos por Dunga pueden marcharse de Argentina con preocupación.

Los dirigidos por Martino había logrado solo un punto en los primeros dos partidos de la clasificación al Mundial. En uno de ellos habían perdido el invicto que mantenían en Buenos Aires desde 1993, al caer contra Ecuador y por 0-2. Brasil había empezado el camino a la Copa del Mundo con una victoria y una derrota, con el mismo nivel mediocre que había exhibido en su Mundial 2014 o en la Copa América de Chile 2015. Pero en el estadio Monumental de River Plate eran los argentinos los que temían perder. Sobre todo Tata Martino corría riesgo de perder el cargo. Quizá se le podría perdonar una derrota, dadas las múltilples ausencias, incluida la de Javier Pastore, pero no una goleada en casa.

Desde el inicio del partido, Argentina demostró que ansiaba ganar. En el primer tiempo atacó con toques entre Ángel Di María, que asumió el papel de conductor, Ezequiel Lavezzi y Gonzalo Higuaín, que volvía al seleccionado después de su mala actuación en la final de la Copa América en julio pasado. La defensa también funcionaba mejor que otras veces, sobre todo con la proyección ofensiva de Marcos Rojo y de un animado y sorprendente Ramiro Funes Mori. En el medio campo se destacó una vez más la recuperación de balones de Lucas Biglia. Apenas Willian inquietaba a los argentinos cuando regateaba por derecha.

A los 33 minutos, Di María inició una gran jugada de pases en diagonal. Higuaín se desmarcó de un David Luiz, de mal partido y que acabó expulsado. Después vino el centro del Pipa, el defensa de rizos llegó tarde y Lavezzi se anticipó para convertir el 1-0. Era una merecida victoria y una demostración de que con un esquema inteligente Martino podía vencer sin Messi, incluso al propio Brasil.

En el comienzo del segundo tiempo, Éver Banega levantó un poco el nivel y remató un disparo en el palo. A partir de entonces, los albicelestes aflojaron y Brasil comenzó a ser más punzante en sus ataques. Cada vez que Neymar tomaba el balón, los argentinos se preocupaban. A veces disparaba a potería desde fuera del área, pero en el minuto 13 conectó con un Dani Alves que empezó a pesar en ataque, disparó el centro, Douglas Costa cabeceó en el larguero y Lucas Lima marcó en el rebote el 1-1. El atacante del Bayern Munich acaba de ingresar en el lugar de Oliveira y parecía que podía desequilibrar el partido. A partir del empate el partido decayó, aunque cualquier error podía sentenciar el destino del clásico. Al final, Argentina intentó algo más, pero quizá en esos momentos faltó un Messi como el que en Brasil 2014 apareció sobre la hora de algunos encuentros para marcar la victoria.

Los de Martino mejoraron, dejaron una mejor imagen, pero aún siguen sin ganar después de haber disputado tres de los 18 partidos de las eliminatorias sudamericanas. El próximo martes visitarán Colombia y tendrá que buscar el esquivo triunfo para despedir 2015 con más ilusión. Sin victorias, el Tata puede llegar a correr riesgo de perder el cargo, sobre todo cuando la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) enfrenta unas elecciones a presidente en las que los resultados deportivos pueden influir. Mientras tanto, Dunga también deberá mejorar en el juego, pero en principio afronta un desafío más accesible en casa ante Perú. Lo extraño es que al cabo de tres jornadas la canarinha está quinta y la albiceleste, octava entre los diez contendientes sudamericanos. Siempre se espera mucho más de ambas.