Tanques, juglares y un pasote gordo
12/10 Un lunes de aviones y la cabra Pablo
Se celebra el día de la Hispanidad, fiesta nacional, y como todos los años, sacan a los tanques a que se den una vuelta por la Castellana. Eso sí, a la recepción posterior se invita a gente variopinta, de sectores diversos, deportistas incluidos. Como muy bien dijo Rajoy, España es un país lleno de españoles, y los hay de todo tipo y profesión, por lo que limitar la representación a la nosecuanta división y la legión con cabra incluida llamada Pablo, pues queda como algo corto. Hasta casi 2.000 personas se fueron al Palacio de Oriente, (que dicho de paso, no sé que esperan los de Juegos de Tronos para usarlo como escenario) que debieron dejar las manos de los monarcas hechas puré. Yo una vez estuve en una de esas reuniones. No por el 12 de Octubre, que ese día siempre tengo algo que hacer que incluso me impide ver el desfile militar y los aviones haciendo piruetas, sino a cuenta de vete tú a saber. El caso es que formé parte de esa interminable cola que va a saludar, y aunque han pasado muchos años, recuerdo perfectamente la flacidez de la mano de XXXX (no quiero dar nombres). Fue tan desagradable la sensación que no me pillan de nuevo en otra ni de coña. Si me invitan, les saludo de lejos y me concentro en los canapés. Aunque tampoco creo que esto ocurra, una vez declarado una y mil veces mi desacuerdo con la existencia de los Lannister, los Starks, los Borbón y demás casas reales.
De estas cositas, los corrillos, los que gritaron presidente a Albert Rivera, se ha estado hablando hasta las ocho de la tarde, cuando De Gea se ha hecho el amo del cotarro en Ucrania, llevando la desesperación con sus paradas a adversarios y aficionados locales. Ha estado realmente inmenso, y como casi no nos gusta debatir, pues la discusión está servida. De Gea o Casillas, Casillas o De Gea para la Eurocopa. Y claro, uno mira el calendario, y resulta que la Eurocopa es en Junio de 2016, ¡dentro de 8 meses! ¿Serán capaces unos y otros de darnos la tabarra durante tanto tiempo? Que pena que Keylor Navas sea costarricense y no español, porque entonces la historia sería digna de que Hollywood hiciese una película sobre un triángulo endemoniado.
Termino el día esperando que el Barcelona saque una nota en defensa de Adriano, mostrándole su cariño y solidaridad al saberse que Hacienda le acusa de haber defraudado 700.000 euros. Messi, Neymar, Mascherano, ahora Adriano, todos pobres víctimas de una persecución intolerable.
13/10 Un martes de Bota de Oro
Mientras veo a Ronaldo recibiendo su cuarta bota de oro y la catarata de elogios que se lleva, mi mente me hace una jugarreta y me lleva a Los Caballeros de la Mesa Cuadrada, peli de los Monty Phyton, donde había un personaje que iba siempre acompañando a su señor y cantando constantemente lo guapo, listo, buen guerrero y mejor amante que era. Mañana, tarde y noche. Empiezo a pensar que al paso que vamos, las grandes estrellas deportivas, sobre todo los futbolistas, los terminarán llevando a su lado. No trabajaran tanto como ese juglar, pues mientras sus señores leen, escuchan o ven los diferentes medios de comunicación, la dosis de parabienes está asegurada. Pero claro, ¿qué ocurre en los vacíos (cada vez menores) entre un halago y el siguiente? Pues ahí está el juglar para llenarlos. Incluso para decirles que lo que hacen incorrectamente, como quizás lo es el no cumplir con las obligaciones con Hacienda, no está mal y en lugar de culpables son víctimas. Ah, no, esto no hará falta, que para eso están sus clubes.
14/10 Un miércoles de tocar fondo
Lamar Odom es encontrado inconsciente en un burdel de lujo en Las Vegas, en el ¿último? episodio de una bajada a las catacumbas espectacular. Por lo que cuentan, el fiestón fue de órdago (tres días a todo trapo) tanto que dejó KO a Lamar, en coma y con rastros de diversas sustancias que utilizó en un nuevo y quizás postrero episodio dentro de un proceso de autodestrucción que comenzó hace ya tiempo y que ahora se intenta explicar. De entrada, Odom cuenta con simpatías por diversos motivos. Un bien tipo, cuentan, que tuvo que soportar unas cuantas tragedias en su vida que parecen hacer más entendible un relato que ha terminado al borde de la tragedia definitiva. La muerte de su madre a los 12 años, unida a la adicción de su padre y fallecimiento de su hija de seis meses son suficientes reveses como para que pasen sin dejar rastro. Su gestión la supongo complicada y de no hacerlo adecuadamente no es de extrañar que la historia se haya escrito de la manera que conocemos.
Entiendo esta corriente que comparto y le convierte en el pobre Odom, pero no es el primero ni el último al que la vida le ha lanzado escupitajos. Y muchos supieron salir de esa espiral, incluso con menos medios de todo tipo que los que ha podido tener a su disposición. Y noto que ya no le veo con tan buenos ojos, y por momentos, la víctima se convierte en culpable. Si fuese creyente, ahora mismo me iba a confesar por tener este tipo de pensamientos.
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