Vencerle a Nadal, garantía de derrota

Dolorido de cuello y espalda, contrariado, con unas molestias severas que le impedían servir bien y armar el brazo, Fabio Fognini no tuvo más remedio que solicitar la intervención médica al juez del partido que le midió a Feliciano López (6-3, 7-6 y 6-1 a favor del español). Hasta en tres ocasiones lo hizo el italiano, un superdotado físico de 28 años al que el desgase terminó por pasarle factura.

Después del subidón que supuso vencerle a Rafael Nadal en la ronda de dieciseisavos, vino la bajada. El bloqueo. El agarrotamiento y, en cierta medida, una despresurización competitiva que ya han sufrido la mayoría de jugadores que le le han batido al de Manacor en este 2015. Porque, a excepción de Novak Djokovic (semifinal de Montecarlo y los cuartos de París) y Andy Murray (final de Madrid), los nueve que fueron capaces de vencerle se despidieron en la siguiente ronda.

Fognini ya pudo comprobar que vencerle a Nadal es prácticamente una garantía de derrota en la siguiente parada. Primero ocurrió en Río (derrotado en la final por David Ferrer), después en Barcelona (Pablo Andújar) y ayer en Nueva York (Feliciano). Pero, siguiendo un orden cronológico, fue el alemán Michael Berrer (34 años, 121º del mundo) el primero en abonar el peaje que supone ganar al campeón de 14 grandes. Lo hizo en Doha. Allí liquidó a Nadal en la primera ronda, pero acto seguido cedió ante Ivan Dodig en la segunda.

En la gira norteamericana de cemento, el canadiense Milos Raonic le batió en Indian Wells, pero luego fue apeado por Roger Federer. En Miami, el madrileño Fernando Verdasco le doblegó por segunda vez en su carrera... e inmediatamente después cogió la puerta de salida al caer contra Juan Mónaco. La misma senda que siguieron Stanislas Wawrinka en Roma (su compatriota Federer fue el verdugo) y Alexandr Dolgopolov (Guillermo García-López) o Dustin Brown (Viktor Troicki) en la hierba de Queens y Wimbledon respectivamente.

Más cercanas fueron las victorias de Kei Nishikori y Feliciano López sobre cemento. Sin embargo, el japonés dijo adiós a Montreal en las semifinales contra Murray, mientras que el toledano le tumbó al manacorense en Cincinatti y de inmediato perdió con Federer en los cuartos.

Vencer a Nadal y caer a las primeras de cambio. Es el denominador común de casi todos ellos. Tan solo Djokovic y Murray resisten al remolino post-triunfo. ¿Casualidad...? ¿...o no?