Muguruza: “Tocaba un cambio”
La hispano-venezolana apunta al desgaste como factor decisivo en su ruptura con el técnico Alejo Mancisidor, después de cinco años: "Veíamos las cosas de forma diferente"
Después de su maravillosa eclosión en Wimbledon, donde alcanzó la final del major británico y se ganó a todos los aficionados, y de un verano errático -caídas en la primera ronda de Toronto y Cincinatti-, Garbiñe Muguruza volvió a saborear la victoria. La hispano-venezolana, número nueve del mundo, se deshizo en su estreno en Queens de la alemana Carina Witthoeft, a la que derrotó por 6-2 y 6-4, en una hora y 27 minutos. "Vine aquí diciendo: voy a jugar partido a partido y con la misma mentalidad de Londres, que me fue bien; entrar, hacerlo lo mejor que pueda y si gano perfecto, y si no, aun así me voy contenta", explicaba la jugadora, nacida en Caracas a hija de un inmigrante vasco.
Cumplió Muguruza, a la que se le presupone un porvenir esplendoro y observada con lupa desde su pelotazo en el All England Tennis Club. "Aquí nunca había ganado un partido (derrotas a la primera en 2012 y 2014), y estoy muy contenta de haber hecho un buen partido a pesar de los nervios", prolongaba Garbiñe, que ganó 25 de los 29 puntos disputados con sus primeros servicios, resolutiva a más no poder en la red (11/11) y agresiva, como siempre (39 winners, por los 13 de su oponente).
Cumplió Muguruza, que ahora avista a la británica Johanna Konta (6-3 y 6-0 a la estadounidense Louisa Chirico) y que en su comparecencia ante los periodistas tuvo que abordar otro tema mucho más espinoso que el análisis del partido. Justo antes de comenzar el US Open se anunció el fin de su relación con el técnico Alejo Mancisidor, el hombre que le moldeó y le ha conducido hacia la zona noble del circuito femenino. "Han sido días difíciles", admitió Muguruza, de 21 años, apoyada en el "desgaste" del vínculo con su ya expreparador.
Derrotó en su estreno a la alemana Carina Witthoeft por 6-2 y 6-4: pleno en la red y 39 golpes ganadores
"Hemos estado viendo las cosas de diferente manera y tocaba un cambio. Era necesario y ahora debo mirar hacia adelante", añadió; "lo importante ahora es que estoy aquí y que estoy muy ilusionada con lo que pueda venir después". ¿Pero, por qué así? ¿Por qué ahora, justo antes de Nueva York, y no esperar al fin de la temporada? "No hay un momento para tomar una decisión así, eso llega", se limitó a responder Muguruza, que durante estos días neoyorquinos se ejercita con un sparring mexicano y a la que, al parecer, a partir de ahora le supervisará Conchita Martínez, la capitana de los equipos españoles de la Copa Davis y la Fed Cup.
El pasado día 30, Mancisidor corroboró el fin de su nexo profesional con la hispano-venezolana. "Las diferencias eran muchas y mis valores no me permitían creer y seguir en ello", señaló el técnico a través de un comunicado; "hay veces que los grandes éxitos hacen grandes a las personas pero acaban por destruir relaciones".
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