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Eva Carneiro y otras broncas de Mourinho

El técnico relega a la doctora fuera del banquillo por atender a Hazard sin su permiso

Mourinho dirige a sus jugadores en un partido de 2013.
Mourinho dirige a sus jugadores en un partido de 2013.Ian Walton (Getty)

"Seas médico o secretaria, si estás en un banquillo tienes que entender el juego", dijo José Mourinho tras empatar a dos goles con el Swansea City en el primer partido de la liga inglesa. El Chelsea jugó gran parte del encuentro con un jugador menos por la expulsión de Courtois. En el tiempo añadido, la estrella del equipo, Hazard, se retorcía de dolor. El técnico portugués no se percató de que la doctora Eva Carneiro iniciaba la carrera y entraba al césped para atenderle, sin su permiso. Además de fuertes críticas, el acto le ha costado a la galeno ser apartada del banquillo.

La respuesta de Carneiro, la última en sufrir el humor de Mourinho, no se hizo esperar. "Me gustaría dar las gracias al público en general por su gran apoyo. Realmente muy agradecida", escribió en el muro de su página oficial de Facebook.

La médico se une a una larga lista de broncas en las que el técnico portugués ha sido protagonista. Uno de los primeros incidentes tuvo lugar en mayo de 2007, en su primera etapa en el Chelsea. Mourinho acabó en una comisaría de Londres tras enfrentarse a varios policías que querían llevarse a su perro. En Inglaterra, constantes han sido sus broncas con entrenadores como el francés Arsène Wenger (con el que se empujó en un partido en 2014) o Rafa Benítez. El madrileño ensalzó el juego de los rivales del autodenominado The Special One, preguntándose por qué consideraban al Chelsea el mejor club. Desde entonces ambos técnicos mantienen una confrontación que llega a nuestros días.

Tras entrenar en Stamford Bridge, Mourinho hizo las maletas a Italia. Con el Inter de Milán conquistó la Copa de Europa y el corazón de sus tifosi. Allí se ganó algunos enemigos entre sus colegas de profesión, como Ranieri (entonces en la Roma) o Spaletti (en la Juventus), a los que acusó de aparecer demasiado en los medios de comunicación buscando protagonismo. Los aficionados del AC Milán, el máximo rival del Inter, consideraron al luso persona non grata tras sus gestos de mofa. No se salvaron los árbitros, e incluso llegó a criticar a uno de ellos, a Gianluca Rocchi, en televisión. Tras un derbi Inter-Milán lo acusó publicamente de intentar perjudicar al conjunto neazzurri.

Mourinho también dejó su sello en España, dónde protagonizó diferentes broncas. Uno de sus blancos fue el colectivo arbitral, contra el que exhibió un informe tras un partido contra el Sevilla en 2010 en el que se sintió perjudicado. Otro punto de fricción lo tuvo con los entrenadores rivales. Desde Manzano, al que dijo no conocer, a Manolo Preciado, al que acusó de jugar con un equipo menor ante el Barcelona. Históricos fueron sus duelos con los entrenadores azulgranas. El técnico portugués cruzó más que palabras con Pep Guardiola y con Tito Vilanova, al que incluso llegó a meter un dedo en el ojo en la Supercopa de España de 2011.

No fueron los únicos encontronazos del entrenador portugués en España. Mourinho dejó plantada a la prensa (no contestó a sus preguntas excusándose en que éstos habían hecho lo mismo con su número dos, Aitor Karanka), y desairó a jugadores propios como Pedro León ("parece que hablamos de Zidane o Maradona", dijo tras no convocarlo para un partido ante preguntas de los periodistas) o Pepe, del que explicó que estaba frustrado porque un chaval de 20 años llamado Varane lo había adelantado.

Antes de marcharse, en junio de 2013, tuvo tiempo de abrir un frente en el equipo blanco al relegar a su capitán, Iker Casillas, al banquillo. El portero ha terminado saliendo de la entidad este mismo verano. Aún así no se ha librado de las críticas de Mourinho, que afeó la cantidad que Casillas cobrará en un club al que dirigió, el Oporto.

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