A México le llega la hora de hacer los deberes
El Tricolor se enfrenta esta noche en Chicago a una raquítica Cuba, sin técnico y a la espera de seis jugadores sub 23
La Copa América significó un amargo trago para el fútbol mexicano. La selección fracasó en el torneo más importante del continente con un equipo de juego gris que acabó en el lugar once de los doce posibles. Pero Miguel Herrera, el técnico, ha alimentado las esperanzas rumbo a la Copa Oro, la competición que le corresponde. El Tricolor se medirá a una raquítica Cuba que solo tiene 17 jugadores. Está a la espera de que su entrenador Raúl González, varado por un problema con sus papeles, y seis futbolistas de la sub 23 lleguen de último minuto a Chicago. El equipo de la isla solo ha ganado dos de los 20 partidos que ha disputado en estas justas organizadas por la Concacaf (norte, Centroamérica y Caribe).
México intentará romper esta noche en el Soldier Field una racha de siete juegos sin ganar, que incluyen los tres disputados en Chile por un equipo secundario. La federación mexicana guardó a sus grandes estrellas para la Copa Oro con un solo objetivo en mente: ganar y calificarse a la Copa Confederaciones. Esa es la meta de los directivos y para gran parte de público, que espera que la selección revalide el desgastado título de gigante de la zona, una credencial disputada por Estados Unidos y Costa Rica.
Herrera debe despejar esta noche una doble incógnita. Debe mostrar claridad en el planteamiento sobre el campo, después de que presentara alineaciones sin pies ni cabeza en la Copa América. A diferencia del listado de jugadores que acudieron al torneo austral, Herrera cuenta ahora un mazo de cartas que conoce, un cuadro basado en los futbolistas que llevó a Brasil el año pasado y que tuvieron una actuación bastante decorosa.
En el once aparecerán nuevamente los mexicanos que juegan en Europa. El piojo pretende mostrar un fornido mediocampo formado por José Juan Vázquez en la contención y Héctor Herrera (Oporto) respaldando a Andrés Guardado, que ha tenido una fantástica temporada en Holanda con el PSV.
El entrenador mexicano, sin embargo, había pensado el ataque en torno a la figura de Javier Chicharito Hernández, que buscaba recortar distancias en su lucha por convertirse en el máximo goleador de la selección (está a seis tantos de Jared Borgetti). El delantero del Real Madrid era inamovible en el esquema del Piojo, que lo acompañaría con Giovanni Dos Santos, del Villarreal, o Carlos Vela, que regresa a la escuadra a tener un papel protagónico después de protagonizar un culebrón lleno de despecho en 2014.
Pero el mal fario con el que México ha comenzado 2015 se ensañó contra su estrella más importante. Chicharito se rompió la clavícula derecha el pasado 2 de julio en un partido amistoso contra Honduras que terminó 0-0.
Afortunadamente, Miguel Herrera tiene a Cuba para ensayar sus últimos experimentos de camino a la próxima ronda. El equipo de la isla tiene sus propios problemas, más serios, en los cuales enfocarse. El miércoles, un auxiliar técnico confirmó que Keilen García, uno de los jugadores de la selección, desertó del equipo. No es la primera vez. Ocho jugadores han aprovechado cuatro Copa Oro para comenzar nuevas vidas.
La selección cubana se encuentra muy mermada. El entrenador Raúl González estuvo una semana varado en Antigua después de jugar la eliminatoria hacia los Juego Olímpicos. No pudo tramitar su visa a tiempo. Si no llega a Chicago su auxiliar, Walter Benítez, será el encargado de dirigir al equipo que acaba de ser eliminado por Curasao en las eliminatorias hacia Rusia 2018. Sobre el papel el partido puede ser lo que México necesita para mejorar su autoestima en un 2015 lleno de descalabros.
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